martes, 23 de junio de 2015

RAMÓN BERNABÉ ESTOMBA Coronel de Belgrano y del Ejército Libertador de San Martín y Bolivar, fundador de Bahía Blanca

RAMÓN BERNABÉ ESTOMBA 

Coronel de Belgrano y del Ejército Libertador de San Martín y Bolivar, fundador de Bahía Blanca



Ramón Bernabé Estomba (Montevideo, 13 de junio de 1790 – Buenos Aires, 1 de junio de 1829), militar argentino nacido en la Banda Oriental, actual Uruguay, guerrero de la Independencia sudamericana y líder militar durante lasguerras civiles argentinas. Fundador de la ciudad de Bahía Blanca en 1828.
La madre de Estomba era tía de Bartolomé, Emilio y Federico Mitre 

En 1810 comenzó su carrera militar. Es soldado distinguido el 6 de julio de ese año y abanderado al siguiente; Teniente en 1812, Ayudante Mayor en 1813 y Capitán en el mismo año; Mayor graduado en 1820 y Teniente Coronel en 1822. Rivadavia lo asciende a Coronel el 1° de marzo de 1827. En sus 17 años de carrera militar sirvió en el Regimiento 6 de Infantería (Alto Perú), Batallón de Dragones (Perú), Batallón Regimiento de Infantería de Línea “Río de la Plata”, de los Andes y Regimiento de Caballería de Línea N° 17.

Participó en la campaña del Alto Perú a las órdenes del General Juan Ramón Balcarce (Batallas de Cotagaita,Batalla de Suipacha y Huaqui, en 1810 y 1811), y a las órdenes del General Manuel Belgrano en Las Piedras, Tucumán, Salta, Vilcapugio y Ayohuma (1811, 1813). En esta última batalla fue herido y hecho prisionero. Cayendo prisionero, fue detenido durante siete largos años en las infames Casamatas del Callao. Terrible lugar era esta cárcel ya que los españoles no tenían misericordia por los criollos a los que consideraban traidores. Las condiciones de hacinamiento y salubridad convertían a esta prisión en una trampa mortal. De 1500 prisioneros patriotas, solo 500 sobrevivieron a este presidio. Entre ellos estaba Ramón Estomba, que aprovechó ese tiempo para leer y cultivarse entre el horror. Finalmente, cuando la Expedicíon Libertadora del Perú llegó, recuperó la libertad tras un cambio de prisioneros que el General San Martín concertó con el virrey del Perú. Prontamente se incorporó al Ejercito Libertador sirviendo con distinción, y el Protector le otorgó la Orden del Sol. Participó en la toma de Lima y persiguió a las tropas derrotadas de Canterac.

En 1825, en reconocimiento a sus méritos, fue nombrado por Simón Bolívar Prefecto del Departamento de Ayacucho, puesto al que renunció poco tiempo después. Erróneamente es involucrado en una conspiración, y por orden del mismo Simón Bolívar es apresado. Habiendo sido declarado inocente meses después, recibe la orden de regresar a su país en octubre de 1826. Reintegrado a su patria le fue asignada, en San Juan, la tarea de organizar escuadrones de Caballería.

Trasladado a Buenos Aires, se le confió el mando del Regimiento 7.º de Caballería de Línea, que guarnecía el Fuerte Independencia (Tandil). Fue cumpliendo esta misión que partió de Tandil, al mando del Regimiento 7 de Caballería, para fundar el 11 de abril de 1828, un fuerte, al que llamó Fortaleza Protectora Argentina, hoy la ciudad de Bahía Blanca. Fue su último gesto racional.
Cuando se pasó a las huestes de Juan Galo de Lavalle, empezó a desvariar. Daba órdenes de marcha y contramarcha sin ton ni son. Las nimiedades de la tropa lo ponían furioso. La sífilis, que se le había metido dentro quién sabe en qué ocasión, le estaba devorando el seso.
La demencia fue arrasadora. El colmo fue cuando puso un cartel que decía: “Desde ahora para siempre y hasta la muerte y más allá de la muerte, dejo el insignificante nombre de Ramón y me llamaré Demóstenes Estomba”. El desgraciado que no tendría rostro para la posteridad, renunciaba a su nombre porque nada significaba para él. 

Es enviado tras el establecimiento de Lavalle en la ciudad a "pacificar" el interior de la provincia, tarea que lleva a cabo mediante degüellos y fusilamientos a discreción.
Apenas llegó a destino, comenzó a desvariar y, víctima de la locura, fue internado en el Hospital General de Hombres.

En una ocasional salida, el coronel murió en la calle, de donde fue recogido por la policía.

Su cuerpo fue inhumado el 2 de junio de 1829, en el Cementerio del Norte (hoy, Recoleta). En el año 1978 se localizó el lugar en el cual estuvo su sepultura, pero al intentar extraer sus restos y no hallarselos, se consideró que los mismos se habian "resumido" en la tierra, que fue tomada en una urna que fue situada en el atrio de la Catedral de Bahia Blanca.


FUENTE: https://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Bernab%C3%A9_Estomba

martes, 16 de junio de 2015

ANGEL PACHECO

ANGEL PACHECO



Nació en Santiago de Chile en 1795 y murió en su estancia del Talar en 1869.
Comandante militar; general. A temprana edad se trasladó a Buenos Aires. Fue uno de los primeros oficiales del cuerpo de granaderos a caballo de San Martín. Luchó en San Lorenzo y más tarde, en el ejército de los Andes, en Chacabuco, Curapaligüe, Cancha Rayada y Bo Bío. Después de su regreso a Buenos Aires, se le asignó el mando de un batallón de caballería en la guerra contra el Brasil. Como oficial estratégico, tomó parte en la guerra de fronteras que libró Rosas contra los indios (1833). En 1834, después que Rosas y varios otros se hubieron rehusado a aceptar la gobernación de la provincia de Buenos Aires, le fue ofrecida a él, pero también la rechazó, pero aceptó en el gabinete la designación de ministro de Guerra. Más tarde fue legislador e inspector de armas. Aunque amigo personal de Rosas, rehusó seguir comprometiéndose en política.
Luchó contra los unitarios en Fraile Muerto, San Calá y Rodeo del Medio. Cuando Urquiza se pronunció contra Rosas y organizó un ejército para derrocarlo, Rosas solicitó a Pacheco (luego del rechazo del general Mansilla) que asumiera el mando de las fuerzas del gobierno. Después de negarse al principio, terminó por aceptar con renuncia y se puso en marcha para interceptar las fuerza a su estancia del Talar.

lunes, 15 de junio de 2015

ALBERTO SANTOS DUMONT

ALBERTO SANTOS DUMONT


Aeronauta brasileño y precursor de la aviación; nació en Joao Ayres llamado Santos Dumont en homenaje a su memoria, el 20 de julio de 1873. Hijo de un rico plantador de café, se inclinó desde pequeño por la mecánica y a los doce años se las arregló para manejar la locomotora de la plantación que arrastraba grandes cargas de café. En sus ratos de ocio, le complació experimentar con globos y deslizadores desde lo alto de las colinas. Estos experimentos no probaban gran cosa, pero bastaron para que su padre y otros brasileños notables admirasen la precocidad del joven y la familia le envió a París en 1891, cuando Alberto ya había cumplido los 18 años de edad.

Se puso en contacto con los hombres de ciencia franceses diseñando modelos de aviones y aerostatos y en 1901, con el globo Santos Dumont No. 6, salió de Saint Cloud, dio la vuelta a la torre Eiffel, regresando al punto de partida, ganando el premio de cien mil francos de Club Aéreo.
Adoptó a Francia por país y sufrió muchos y serios accidentes en sus experimentos desde su primera ascención en globo en 1897, hasta 1828, en que regresa a su nativo Brasil.

Santos Dumont fue el primer hombre en despegar a bordo de un avión, impulsado por un motor. Santos Dumont fue el primero en cumplir un circuito preestablecido, bajo la supervisión oficial de especialistas en la materia, periodistas y ciudadanos parisinos.
En 1906, considerado ya como uno de lo más destacados de la aviación Europea, voló en Bagatelle, en una máquina de su invención, 220 metros a 8 metros de altura, convirtiéndose en la sensación de los círculos especializados de Francia.
Su regreso a Río de Janeiro fue apoteótico, pero ensombreció un trágico suceso. Varios pilotos de aviación, que fueran volando en un aparato a escoltar el barco que venía, se mataron en un accidente.

Durante su carrera fue condecorado por muchos países y sumó muchas hazañas, entre las que destaca el cruce del Canal de la Mancha. Su vida fue motivo de inspiración para muchos jóvenes entusiasmados con el progreso fabuloso de la aviación.

martes, 9 de junio de 2015

JOSÉ ILDEFONSO DE MACHAIN Mayor general y traidor al ejercito de Belgrano

JOSÉ ILDEFONSO DE MACHAIN 

Mayor general y traidor al ejercito de Belgrano




José Ildefonso de Machain nació en Asunción en 1778. Su padres fueron Juan de Machain Latiegui y Josefa Petrona Cálcena y Echeverría Aguiar. Estudió en el Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires entre los años 1790 y 1794.
Siguió la carrera militar y para perfeccionarse partió a España. Allí se incorporó a la cuarta compañía de Compañía Española de Caballeros Americanos de la Guardia de Corps o españoles nacidos en América creada en 1792.
Intervino en el movimiento que ocasionó la caída y prisión de Manuel Godoy, en el Motín de Aranjuez y en su custodia en el castillo de Villaviciosa de Odón en Madrid.

Participó con su compañía en la Guerra de la Independencia Española contra las fuerzas invasoras de Napoleón Bonaparte, en la Batalla de Medina de Rioseco el 14 de julio de 1808 y en la campaña hasta la disolución del cuerpo en Logroño, pasando entonces al ejército del Centro.
Finalmente solicitó, alegando razones de salud, su licencia y traslado a Buenos Aires.
Cuando llegó a Buenos Aires se integró al cuerpo de Blandengues de la Frontera. El 10 de julio de 1810 solicitó permiso para "pasar al Paraguay á ver a su familia y arreglar sus intereses".
El 30 de julio, el coronel del regimiento de la Patria acompañó una propuesta de empleo de sargento mayor a su favor.

Fue el segundo de Manuel Belgrano, jefe de la expedición militar al Paraguay.

Si bien la mayoría de las ciudades del Virreinato del Río de la Plata adhirieron a la Junta de Buenos Aires, la provincia del Paraguay, por decisión del congreso del 24 de julio de 1810, decidió reconocer al Consejo de Regencia.

Tras el fracaso de la misión del coronel paraguayo José de Espínola y Peña la Junta tomó diversas medidas económicas y políticas contra la Provincia del Paraguay entre ellas el envío de una expedición militar que puso al mando de Manuel Belgrano.

Machain fue nombrado como su mayor general y comandante de la 1° división (bandera roja).

El 25 de diciembre de 1810, con fuerzas numéricamente inferiores pero mejor armadas y adiestradas, Belgrano inició el avance hacia la capital paraguaya.

El esperado apoyo de la población no se produjo pues siguiendo el plan estratégico del gobernador Velasco, éstas huían sin dejar recurso alguno a la fuerza invasora. A mediados del mes de enero ambos ejércitos se encontraron en Paraguarí, a 62 km de Asunción, donde Velasco concentró una fuerza de aproximadamente 5500 hombres. Tras infructuosos intentos de Belgrano por promover la causa se produjo la batalla de Paraguarí.

En la madrugada del 19 de enero Machain, al mando de más de 600 hombres y cuatro cañones inició la marcha de aproximación a las posiciones enemigas chocando al amanecer con fuerzas paraguayas que también avanzaban en sentido contrario. El ataque hizo retroceder a las fuerzas paraguayas que se dispersaron por los bosques linderos al arroyo Yukyrý. Machain ordenó entonces a Gregorio Perdriel que se mantuviera en la brecha abierta, y él continuó el avance.

Pero parte de sus fuerzas, a cargo de Ramón Espínola y Peña, se adelantaron y entraron a Paraguarí y casi lograron capturar al gobernador Velasco, que debió huir hacia lacordillera de los Altos. Al mismo que estas fuerzas eran cercadas por la caballería al mando de Cabañas, las tropas de Machain comenzaron a recibir un nutrido fuego de artillería y fusilaría desde los flancos y comenzaron a quedarse sin municiones, por lo que pidió ayuda a Belgrano, situado a 6 km del lugar.

Encontró a Belgrano, que acudía con municiones y un cañón. Este le ordenó detenerse y contraatacar para intentar salvar a los cercados. Pero Machain no pudo vencer la aparición de las fuerzas de caballería de Gamarra, que desde el oeste se sumaron a la batalla y estaban ocupando el arroyo Yukyry. Dado que los que estaban cercados en Paraguarí ya no combatían, y viendo el agotamiento de sus soldados, ordenó la retirada general.

Según Belgrano, que observó toda la batalla desde el cerro Mbaé, Machain y otros oficiales no solo no "llevaron a todo efecto" el segundo ataque, sino que se dejaron apoderar del miedo al oír al capitán de artillería José Ramón Elorga decir que una columna enemiga los iba a cortar, por lo que después de una reunión evaluativa con todos ellos, no tuvo otra opción que iniciar la retirada con todo su ejército hacia el río Tebicuary, la que no pararía hasta el río Tacuarí.

En el ataque a Paraguarí, las fuerzas que comandaba Machain tuvieron el 20 % de pérdida en hombres, el 50 % en artillería y gran cantidad de fusiles pasaron al parque enemigo que se incrementó en un 30 %.

El general José María Paz, en sus Memorias, calificó esta batalla como el "descalabro de Paraguarí".

Nuevamente tras la batalla de Tacuarí,  Belgrano descargó la responsabilidad del resultado en Machain:
[El enemigo] seguramente hubiera sido rechazado si el Mayor General [Machain] a quien mandé a contenerlo no se hubiera emboscado del modo más ridículo y puesto a las tropas que llevaba en disposición de ser tomadas.
Más adelante agregó:
He sido desgraciado en tener un Mayor General enteramente ignorante de la facultad y, no se si me atreva a decir, cobarde; y oficiales y soldados con la última calidad en abundancia [...]
Belgrano a la Junta, Candelaria, 15 de marzo de 1811 (Instituto Belgraniano Central, 1982, p. 511)
Se intentó justificar estos comentarios de Belgrano adjudicándolos a las circunstancias del momento, pero lo cierto es que en sus Memorias, escritas años después, siguió insistió en lo mismo, pese a que para entonces Machain ya había sido exonerado de culpa y cargo.
Así terminó la participación de José Ildefonso Machain en el ejército de la junta de Buenos Aires y su carrera como militar. Tenía entonces 33 años.

Gazeta de Buenos-Ayres, reconocimiento a Machain.
El 18 de marzo de 1811, Machain envió, por intermedio de Antonio Tomás Yegros, una carta a Belgrano donde le comunicaba, en su calidad de prisionero, que había recibido "buen trato, agasajo y cariño" de parte del teniente coronel Cabañas —a quien menciona con el grado de general— y demás oficiales paraguayos en función de la "unión y fraternidad que reinará en adelante entre las dos provincias (sic) instando a Belgrano hacer lo mismo para que se "verifiquen unas ideas tan satisfactorias". La respuesta de Belgrano fue que él haría "cuanto sacrificio este a mi alcance por la unión de la provincia del Paraguay a las demás del Río de la Plata" eludiendo así todo compromiso de un acuerdo entre Buenos Aires y Asunción que pudiera realizarse en un pie de igualdad entre las partes. Un mes después, Velasco autorizó al hermano de José Ildefonso, el capitán de Miñones Juan José de Machain, a visitar a su hermano en prisión. A partir de entonces fue engrillado.
En Pilar, José Ildefonso Machaín fue embarcado rumbo a Montevideo junto con los demás prisioneros que venían de Asunción. Allí estuvo detenido en la fragata Efigenia juntamente con los capitanes Ignacio Warnes, Saturnino Saraza y Francisco Castellanos. Un oficial de esa unidad le hizo saber del estado lamentable en que se encontraban los otros oficiales detenidos en la cárcel de Montevideo, por lo que juntamente con Warnes solicitaron hablar con el virrey Elío para que los enviaran a Buenos Aires para solicitar un canje de prisioneros. El virrey aceptó la solicitud, con la promesa de que en caso de fracaso volverían a Montevideo. El general Rondeau nombró a José Alberto Cálcena y Echeverría, tío de José Ildefonso Machain, para que ambos negociaran un acuerdo con el virrey; de esta manera los oficiales capturados en el Paraguay volvieron finalmente a Buenos Aires.

Vuelto Machain a Buenos Aires enfrentó un sumario por su actuación en la batalla de Tacuarí. Tras la investigación, y pese a los comentarios desfavorables y hasta injuriosos de Belgrano en sus oficios a la Junta, el 7 de enero de 1812, el Triunvirato lo declaró libre de culpa y "benemérito de la Patria y digno de todas las consideraciones del gobierno y sus ciudadanos", lo que fue publicado en la Gazeta de Buenos Ayres tres días después.

El día anterior a la publicación del resultado del sumario, solicitó y obtuvo licencia absoluta del servicio y permiso para regresar a Asunción.

Al poco tiempo de regresar a su ciudad natal, se casó con Francisca de Aguiar, parienta suya, con quien tuvo numerosos hijos: Agueda, Juan José, Juan Bautista, Gregorio, José Alberto, Carmen, Magdalena y Petrona de Machain y Aguiar.

La situación política en la capital paraguaya no le era favorable. Si bien durante el gobierno del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia su familia, y especialmente su hermano el capitán Juan José de Machain Calcena, fueron acusados de conspirar contra el gobierno, José Ildefonso nunca fue molestado personalmente ni en sus negocios. En agosto de 1815 figuró como apoderado de Fernando de la Mora, vocal de la junta que había sido expulsado por traidor y borracho, en la quiebra del comerciante español José María Perina. Mora y Machain fueron los más prósperos fabricantes rurales en el valle de Tapúa, a 22 km de Asunción, localidad que después se conocería como Limpio.

 Muchos años después, comenta el general José María Paz, se seguía considerando en el Paraguay a Machain como el traidor que había venido junto con Belgrano.

 El 19 de agosto de 1857, como parte de la campaña de desprestigio contra el gobierno paraguayo de entonces en los periódicos de Buenos Aires, preparatoria de lo que sería después la Guerra de la Triple Alianza, Manuel Peña y José Serapio Machain, escondidos bajo el seudónimo de "un paraguayo", se quejaban de que nadie en el Paraguay reconocía a José Ildefonso Machain como "libertador" de su país por haber acompañado a Belgrano en su campaña militar.

El mayor general Machain vivió sus últimos años retraído en su hogar de Asunción dedicado a la lectura, falleciendo el 9 de enero de 1849.

Una calle de la ciudad de Buenos Aires, que corre entre las avenidas Congreso y General Paz, lleva su nombre desde 1893.




sábado, 6 de junio de 2015

FENIA CHERTKOFF Militante Socialista, Feminista, luchadora por los derechos de la mujer trabajadora, por la igualdad de los sexos, educadora y escultora.

FENIA CHERTKOFF Militante Socialista, Feminista, luchadora por los derechos de la mujer trabajadora, por la igualdad de los sexos, educadora y escultora.



Nació el 7 de octubre de 1869, en Odessa, a orillas del Mar Negro, Rusia.

Sus padres fueron Moisés Chertkoff y Rosa Demirov

Creció en un ambiente de agitación y rechazo contra el régimen zarista.

Su familia era parte de la elite ucraniana. Ello que le permitió estudiar en la Escuela de San Pablo y graduarse a los 18 años como maestra en la Escuela Normal de Odessa.

En la Escuela de las zarinas, estudió música, teatro y danza. La escuela se hizo famosa por ser donde posteriormente se organizaron los pogromos contra los judíos.

Fenia a los 18 años se inició en la militancia socialista clandestina, redactaba y distribuia panfletos en actos improvisados.

Su militancia la llevó a conocer al poeta-ingeniero revolucionario Gabriel Gucovsky, que fue encarcelado y deportado a Siberia, donde éste enfermo de tuberculosis. Se casó con él, y se trasladaron a Italia.  Allí nació su hija Victoria.

Su marido al poco tiempo falleció y Fenia viajó a la Argentina junto a sus hermanas Adela y Mariana,  instalándose en la Colonia Clara, donde la mayoría de los habitantes eran judíos ortodoxos, ubicada en Entre Ríos.

Allí se dedicó a la docencia y fue traductora. Fundó la biblioteca del lugar.

Se relacionó con directores de revistas extranjeras, a través de ellos fue invitada a la universidad de Lausana, Suiza, donde se especializó en Pedagogía, Psicología para niños y maestra jardinera entre 1897 y 1898, siguiendo el método educativo frobeliano, para posteriormente finalizar sus estudios en Francia, en la Universidad de La Sorbona, un año después. Durante esa época, mantuvo un intercambio de correos con la teórica marxista Rosa Luxemburgo.

Las hermanas Chertkoff obtuvieron la ciudadanía argentina y se instalaron en Buenos Aires, en la casa de Enrique Dickmann, primer afiliado al Partido Socialista. Con quien Adela se casó. Mariana se relacionó con Juan B. Justo y Fenia se unió con Nicolás Repetto.

Los unió la militancia, la búsqueda del progreso y el partido Socialista.

El 19 de abril de 1920 fundaron las tres hermanas junto a Raquel Mesina y Gabriela Laperriére de Coni el Centro Socialista Femenino y la Unión Gremial Femenina.

Fenia dijo en la oportunidad: “El Centro Femenino es la única agrupación donde las mujeres, sin prejuicio de ninguna clase y con un programa claro y definido, llenan su existencia no solamente con las tareas del hogar y del trabajo sino que amplían sus horizontes con la obra fecunda pro la emancipación económica, política y social de la clase proletaria y, por consiguiente, de la misma mujer”.
Trabajó con sus hermanas con mucho dinamismo, imprimían folletos, visitaban fábricas, organizaron mítines, escribieron notas, impulsaron proyectos de ley por ejemplo que reglamentaran el trabajo de la mujer y los niños.

Ello llevó a Fenia Chertkoff a participar activamente de las primeras huelgas obreras. Colaboró además en la organización de las trabajadoras telefónicas, textiles, del comercio y de las fábricas de alpargatas, entre otros gremios.

Con esas luchas, contribuyó a la sanción de las leyes de descanso dominical para trabajadoras sombrereras, y la “ley de la silla”, denunciando la explotación laboral de los menores de ambos sexos en industrias como la fosforera o la tabacalera, las pésimas condiciones de salubridad de las instalaciones fabriles y las jornadas sin límites de día ni horarios.

En 1903 participó como delegada al congreso del partido Socialista donde llevó como propuestas para el programa las reivindicaciones tales como: la igualdad civil para ambos sexos, igualdad para hijos legítimos e ilegítimos, ley de divorcio e investigación de la paternidad.

Hizo la campaña por el Hogar de los canillitas.

También se dedicó a tocar el piano, a la pintura y a la escultura, obras que fueron expuestas en la Casa del Pueblo, tradujo cuentos infantiles.

Impulso la creación de la Asociación de Bibliotecas y Recreos Infantiles que funcionaron en lo locales partidarios. Tuvieron como orientación sustraer a los niños de los barrios populosos de la ciudad de Buenos Aires de la calle y sus peligros físicos y morales, les ofrecieron una enseñanza mediante láminas, libros, juguetes, juegos racionales y ejercicios físicos, canto, paseos de estudio y labores manuales. Buscaron incentivar el amor al trabajo, a la lectura, el compañerismo, sin dogma y sin prejuicios.

Rápidamente los recreos se multiplicaron. Los niños fueron llevados a bibliotecas, museos, picnic, espectáculos, etc. Unas de las fuentes de fabricación fueron los juguetes.

Impulsó también la Biblioteca y Hogar de Vacaciones Carlos Spada.

La salud de su hija Victoria desmejoró por tuberculosis y se trasladaron a Córdoba. Allí también, fundó una biblioteca, organizó una escuela elemental, puso en marca una cooperativa y unas salas de primero auxilios.

 A raíz de la terrible represión que se produjo durante el sepelio de las víctimas de la Semana Trágica Fenia sufrió una secuela que no superaría, desde entonces abandonó la vida pública, y sólo se dedicó a las tareas artísticas.

Organizó un centro artístico en su casa.

Fenia falleció en la ciudad de Buenos Aires el 31 de mayo de 1927, antes de llegar a los 60 años de edad.

Su hija Victoria continuó su obra.

viernes, 5 de junio de 2015

EDUARDO KAUNITZ BARÓN DE HOLMBERG

EDUARDO KAUNITZ BARÓN DE HOLMBERG




Nacido Eduard Ladislaus Kaunitz von Holmberg en Austria (1778) había cursado sus estudios militares en Prusia entre 1794 y 1795. Sirvió durante las Guerras Napoleónicas en las tropas del ducado de Berg y posteriormente en las Guardias Valonas de España. Trabó entonces relación con José de San Martín, José Matías Zapiola y Carlos María de Alvear.

Hacia 1812 se trasladó al río de la Plata en la fragata inglesa George Canning, que repatriaba a los argentinos, atraído por la posibilidad de sumarse a la lucha por la independencia. Su llegada, el 9 de marzo, fue comentada en la Gazeta de Buenos Ayres unos días más tarde:

"A este puerto han llegado, entre otros particulares que conducía la fragata inglesa, el Teniente Coronel de Caballería José de San Martín, Primer Ayudante de Campo del General en Jefe del Ejército de la Isla, marqués de Coupigny; el Capitán de Infantería Francisco Vera; el Alférez de Navío José Zapiola; el Capitán de Milicias Francisco Chilavert; el Alférez de Carabineros Reales, Carlos Alvear y Balbastro; el Subteniente de Infantería Antonio Arellano y el Primer Teniente de Guardias Valonas Eduardo Kailitz, Barón de Holmberg. Estos individuos han venido a ofrecer sus servicios al gobierno y han sido recibidos con la consideración que merecen por los sentimientos que protestan en obsequio de los intereses de la Patria."

Aficionado a la botánica, traía en su equipaje numerosas colecciones de bulbos de plantas florales que eran desconocidas en la Argentina.

Inmediatamente, el 20 de marzo de 1812, se sumó al Ejército del Norte, con el grado de teniente coronel, comandando la artillería del general Manuel Belgrano. Trabó excelente relación con el patriota y participó en dos sucesivas victorias contra los realistas, asistiendo al mayor general Eustoquio Díaz Vélez en la Batalla de Las Piedras (1812) -el 3 de septiembre- y luego al propio Belgrano en la de batalla de Tucumán -el día 24 de ese mismo mes- pero las enemistades con otros oficiales hicieron que abandonara el Ejército del Norte después de esta última contienda.


El gobierno de la provincia de Buenos Aires le encomendó en 1821 la construcción de fuertes para tratar de contener el ataque de malones indios en el sur de la frontera.

En 1826 Holmberg luchó en la Guerra del Brasil bajo las órdenes de su antiguo compañero de armas, el general Alvear.

Falleció en Buenos Aires en 1853, poco después del nacimiento de su primer nieto, Eduardo Ladislao, quien sería posteriormente uno de los más grandes naturalistas argentinos.


Fuente: Cortesía de http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Kaunitz_de_Holmberg

miércoles, 3 de junio de 2015

JULIETA LANTERI La primera mujer que votó en la Argentina

JULIETA LANTERI La primera mujer que votó en la Argentina



Fue en 1911. Todavía no estaba permitido el voto femenino. Para la elección de legisladores de ese año, Buenos Aires convocó, como era usual, a la inscripción en los padrones. Podían hacerlo los ciudadanos mayores de 22 años, residentes en el municipio, con ingresos provenientes de comercio, industria o profesión liberal, y acreditaran pagar impuestos. Nada se establecía respecto al sexo. Se percató de ello, y Lanteri se inscribió en la parroquia de su domicilio, (Buenos Aires estaba dividida en parroquias en ese entonces), en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, y el dia de las elecciones, el 26 de noviembre de 1911, sufragó. 

El presidente de mesa, Dr. Adolfo Saldías, afirmó cuando la saludaba: “me congratulo en ser el firmante del documento del primer sufragio de una mujer en el país y en Sudamérica”.
Al día siguiente la noticia salió en los principales diarios del País, La Nación y La Prensa entre ellos.
Obviamente, poco después, se sancionaba una norma prohibiendo el voto de las mujeres, justificando su sanción en que el empadronamiento era propio del enrolamiento en el registro para el servicio militar. Cuando lo intentó, no se le permitió enrolarse, aunque lo intentó hasta con el Ministro de Guerra.
Julia Magdalena Ángela Lanteri, más concretamente, Giulia Maddalena Angela Lanteri, nació en Briga Marittima, provincia de Cuneo, Italia, 22 de marzo de 1873. De muy chica emigró a la Argentina. Mediante permisos especiales fue la primera mujer en estudiar en el Colegio Nacional, luego se recibió de farmacéutica (1898), y siempre con autorizaciones especiales, en  1907 se recibe de mádica, siendo la 5º. en lograrlo.  Cecilia Grierson había sido la primera.
Junto a su amiga Raquel Camaña, Elvira Rawson de Dellepiane, Petrona Eyle, Sara Justo, Cecilia Grierson y Adelia Di Carlo funda el primer Centro Feminista, y es organizadora del Congreso Femenino Internacional de 1910.
Incansable, la Lanteri como la llamaban en la época, quiso presentarse en 1919 como candidata a diputada. No se homologó su candidatura. Disconforme, organizó una manifestación que juntó a más de cuatro mil personas, donde se hizo un simulacro de votación que la hizo famosa entre todas las sufragistas del mundo.
Por ello, Juan B. Justo la incluye en  1920 junto a Alicia Moreau de Justo en la lista del Partido Socialista Argentino.

Posteriormente funda el Partido Feminista Nacional y  se postula a diputada y senadora  en varias oportunidades. Hacia campaña con la consigna “En el Parlamento una banca me espera, llevadme a ella”.
El 23 de febrero de 1932, en confuso episodio,  la Dra. Lanteri es atropellada mientras caminaba por la Diagonal Norte, en pleno microcentro de Buenos Aires, por David Klapenbach. Este huyó de la escena del crimen. La cronista y escritora Adelia Di Carlo denunció que Klappenbach era miembro de la Liga Patriótica Argentina, un grupo paramilitar de extrema derecha, y que no se trató de una accidente como lo caratuló la Policia, sino que fue un "accidente de un vehículo marcha atrás", un eufemismo para denunciarlo como asesinato.
Su funeral congregó a millares de personas que acompañaron el cortejo hasta su morada final.

Su lucha no quedó trunca. Diversas mujeres la continuaron hasta que Evita (María Eva Duarte de Perón) la toma, y pese a su predicamento, tuvo que rodear el parlamento con mujeres y adictos, afirmando que no se moverían de allí hasta que no fuera sancionada la ley que otorgaba el voto a las mujeres. Así, en 1947 es sancionada la Ley 13.010, que permitió a las mujeres acceder a las urnas, participando políticamente en el sistema democrático argentino.