domingo, 5 de julio de 2015

JUAN GREGORIO LEMOS “intendente del Ejército de los Andes”

JUAN GREGORIO LEMOS 

Intendente del Ejército de los Andes”



Nació en Mendoza, el 24 de mayo de 1764.

Su padre, Onofre Lemos, hijo del maestre de campo Juan de Lemos, sanjuanino, y de Catalina Ladrón de Guevara.

Los años de su niñez y de su adolescencia, transcurrieron consagrados a los juegos propios de su edad, dedicados a la educación primaria y es probable que, como su hermano Diego, cursase estudios secundarios en Monserrat, pues Cuyo carecía de tales establecimientos.

Posteriormente se dedica al comercio, pasando a ser dueño de carretas y arrias de mulas, labrándose una sólida posición económica.

Al formarse en Mendoza el Regimiento de Milicias Disciplinarias de Voluntarios de Caballería, se le acordó el cargo del alférez de la 2da Compañía, por real cédula del 15 de abril de 1803.
En el ejercicio de tales funciones, presumiblemente, acompañó a las fuerzas mendocinas al mando de don Faustino Ansay, que marcharon hacia Córdoba y luego hacia Buenos Aires, con el fin de ayudar a combatir las fuerzas inglesas que ocuparon la capital del virreinato. En su marcha hacia Buenos Aires llegaron hasta el fortín de Areco.

El virrey Liniers le extendió despacho de teniente de esa compañía, con fecha 8 de febrero de 1809, luego pasó a revistar en la 1ra Compañía del 2do Escuadrón de Milicias, de cuyo cargo, y a pedido de la Primera Junta se le concedió el retiro el 7 de noviembre de 1810, con todos los privilegios que le correspondían.

No sólo se ocupó de la milicia y de su actividad económica sino que colaboró material y moralmente para solucionar uno de los problemas educativos que afectaban a la juventud cuyana, que carecía de establecimientos secundarios.
Para ello colaboró en la obra iniciada por Joaquín Sosa, para la creación de tal colegio, que culminan felizmente al aprobar el virrey Cisneros las mismas, el 21 de noviembre de 1809, destinándose para esos fines el ex colegio de los jesuitas.

A principios del año siguiente es designado unánimemente por el cabildo de Mendoza, para el cargo de regidor defensor de menores y de pobres, del cual no se recibió, a consecuencia de su poca predisposición a ocupar tales cargos, y no ser confirmada desde Córdoba esa elección.

Producida la Revolución de Mayo, figura en el sector criollo que logró vencer y desplazar a los españoles encabezados por don Faustino Ansay, formándose en Mendoza un gobierno partidario de la junta de Buenos Aires. Estuvo en el cabildo abierto del 22 de septiembre de 1810, cuando se eligió como diputado a Manuel Ignacio Molina, que debía incorporarse a la junta.

A principios de 1811, fue electo alcalde por decisión de uno de los barrios de Mendoza y en unión con los demás colegas y el cabildo, procedió a designar e instalar, el 28 de febrero la Junta Subordinada que dependía de la de Buenos Aires.

El 1 de diciembre de 1812, el segundo triunvirato, lo designó administrador de la aduana de Mendoza, dependiendo de él, las de San Juan y San Luis. Días más tarde, el 15 de diciembre se reincorporó a la milicia con el grado de capitán de la 1ra Compañía de Cívicos de Mendoza.

Como administrador de la aduana, tuvo a su cargo una ardua labor, que se hizo más compleja al separase Cuyo de la intendencia de Córdoba del Tucumán, en 1814, y al recibirse del mando de esa provincia el Grl San Martín.
Comienza así afirma Mario L. Cavatorta, cuyo artículo cita Cutolo y seguimos en estas páginas, la estrecha vinculación entre ambos hombres, especialmente en lo relacionado con la recaudación e inversión de los dineros públicos, no sólo en relación directa con los gastos propios de la intendencia, sino para solventar las necesidades del Ejército de los Andes.

Su gestión al frente de esa repartición, le imposibilitó dedicarse a sus negocios particulares, sumado ello a su precario estado de salud lo impulsan a elevar la solicitud de retiro, el 30 de octubre de 1815. No obstante ello continuó a cargo de esas funciones, hasta el 1 de marzo de 1816, cuando el director J. M. Pueyrredón le otorgó el retiro, con los honores y exenciones de comisario general de guerra.

Siguió encargado en forma honoraria de algunas funciones de la comisaría, y el 5 de agosto de 1816, el Grl San Martín lo propuso con el cargo de comisario de guerra para el Ejército de los Andes, expresando que “es la persona indicada ya que ha servido con tan buen desempeño la administración de rentas de esta ciudad.
En el ejercicio de dicho empleo, regularizó la contabilidad del ejército, haciendo que se llevara escrupulosa cuenta de los caudales que giraban bajo su contralor, medida esta que hizo extensiva al mismo Grl San Martín.

Días antes de iniciar la expedición libertadora su marcha, su comisario de guerra, recibió de la aduana de Mendoza, por orden de Luzuriaga, todos los fondos existentes en la misma, que sumados a los provenientes de San Juan, formaron una caja de más de $ 47.000 para solventar los primeros gastos del Ejército Argentino en Chile”.

A mediados de enero de 1817, comienzan las distintas columnas del Ejército de los Andes, su marcha en dirección a la cordillera a fin de cumplir con el plan de su comandante en jefe de hallarse, para los primeros días de febrero, en las altas cumbres.

Lemos no forma parte en ninguna de las columnas que cruzan los Andes, sino que permanece en Mendoza ultimando los detalles finales y reuniendo todos los elementos necesarios para el normal aprovisionamiento de los efectivos -dinero, vestuarios, alimentos, etc- hecho lo cual parte hacia Chile, en momentos en que se produce la batalla de Chacabuco, retornando de inmediato a su ciudad natal, de donde sale nuevamente, el 14 de marzo, hacia la capital transandina, transportando lo necesario para el buen abastecimiento de las tropas.

A partir de esa fecha, ocupó sus funciones específicas en Santiago de Chile, revistando en el Cuartel General.

A propuesta del Grl San Martín es confirmado por Pueyrredón, para el cargo de intendente del Ejército de los Andes, el 8 de julio de 1818. En cumplimiento de esas funciones, abandonó Chile en dirección a Perú, embarcándose en Valparaíso, el 20 de agosto de 1820, al frente de los caudales para solventar los gastos.

Actuó al lado de su jefe, desembarcó en Huaura y entró en Lima al ser abandonada esta ciudad por el virrey La Serna.

En el Perú, siguió al frente de sus funciones, administrando las cajas del ejército, y ocupando diferentes cargos dentro de la administración pública. Por méritos expuestos en el desarrollo de esta lucha, fue condecorado por el Grl San Martín con la Orden del Sol, el 8 de octubre de 1821.

Luego no ha de sobrevivir mucho al alejamiento definitivo de San Martín, ya que a los pocos días del abandono del Perú por su Protector, consecuencia de Guayaquil, murió en las cercanías de Lima, el 16 de octubre de 1822, al hacer crisis su deficiente estado de salud.

Su muerte vino a complicar la situación económica de su familia, y de regreso a la patria la viuda solicitó el 7 de noviembre de 1834, al gobernador Maza una pensión para reparar, aunque sea en parte su perdida fortuna y poder atender la educación y cuidado de sus hijos, la cual fue concedida al año siguiente. El general Mitre en su “Historia del general San Martín y de la Emancipación Sudamericana”, lo recuerda justicieramente.

BIBLIOGRAFIA

BARTOLOME MITRE, Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana, Bs. As., 1880.
PEDRO I. CARAFFA, Hombres notables de Cuyo, La Plata, 1912.
DAMIAN HUDSON, Recuerdos históricos de la provincia de Cuyo, Mendoza, 1931.
 JOSE PACIFICO OTERO, Historia del Libertador San Martín, Bs. As., 1932.


MARIO LUIS CAVATORTA, Noticias biografiadas del Comisario de Guerra e Intendente del Ejército de los Andes y del Perú D Juan Gregorio Lemos. En Revista Militar, Bs. As., febrero 1957, Nº 645.

JOSÉ ANTONIO CABRERA

JOSÉ ANTONIO CABRERA



Nació y murió en Allende, Córdoba (Argentina), 28 de Noviembre de 1768 – 15 de Abril de 1820.

Era descendiente del fundador de la ciudad de Córdoba, Jerónimo Luis de Cabrera, y sobrino del Deán Funes.

Se recibió de licenciado en jurisprudencia en laUniversidad Nacional de Córdoba y fue asesor letrado de los gobernadores del último período virreinal.

Apoyó la Revolución de Mayo y contribuyó a restar apoyo a la contrarrevolución dirigida por Santiago de Liniers, el gobernador Concha y el obispo Orellana, los que serían fusilados en Cabeza de Tigre.

En 1811 era alcalde de primer voto del Cabildo de su ciudad y fue nombrado presidente de la Junta Provincial. Al año siguiente procurador del mismo Cabildo. En algún viaje de negocios conoció al caudillo oriental José Artigas, por lo que el gobernador Ocampo lo envió en 1814 a pactar la paz con aquél. Trajo de vuelta un tratado de paz y sus ideas federales.

En 1815, el gobernador nombrado por Buenos Aires fue reemplazado por coronel José Javier Díaz mediante una asamblea de vecinos de Córdoba. Cabrera fue uno de los dirigentes del partido federal, y fue miembro de la primera legislatura provincial. Poco después era nuevamente enviado a entrevistarse con Artigas, como diputado a la Asamblea de los Pueblos Libres reunida por éste en su campamento de Arroyo de la China, sobre el Uruguay.

Fue uno de los tres enviados de Artigas a negociar con el nuevo Director Supremo, Ignacio Álvarez Thomas, pero éste los hizo arrestar para que no avisaran a los federales que estaba organizando una invasión a Santa Fe. No hubo trato posible.

Regresó a Córdoba, donde fue elegido diputado al Congreso de Tucumán, junto con Miguel Calixto del Corro, Jerónimo Salguero y Eduardo Pérez Bulnes, todos federales.

Fue el único de los miembros del Congreso que no votó por Juan Martín de Pueyrredón para Director Supremo. Como prenda de reconocimiento, lo acompañó por unos días a Córdoba, a la reunión que éste tuvo con José de San Martín. En esa reunión se resolvió la campaña de San Martín a Chile, y que el Directorio le daría la máxima prioridad.

Regresado a Tucumán, fue uno de los firmantes del Acta de la Independencia, del 9 de julio de 1816.

Decidido el traslado del Congreso a Buenos Aires, Cabrera, Corro y Pérez Bulnes se opusieron, por entender que —una vez en la capital— serían presionados para sancionar una constitución unitaria y probablemente monárquica. Fue acusado de conspiración y debió huir a Córdoba. Los tres rebeldes cordobeses fueron expulsados del Congreso; dos años después ocurrió lo que habían temido, con la constitución de 1819.

En su provincia natal intentó apoyar al grupo federal de Díaz y de Juan Pablo Bulnes, pero éste fue rápidamente vencido por el Directorio.

Murió en Córdoba en abril de 1820, poco después de la caída del mismo.

Bibliografía

• Bischoff, Efraín, Historia de Córdoba, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1989. ISBN 950-21-0106-5
• Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.
• Halperín Donghi, Tulio, Revolución y guerra; formación de una élite dirigente en la Argentina criolla, Bs. As. Ed. Siglo XXI, 1979. ISBN 987-98701-9-0
• López Rosas, José R., Entre la monarquía y la república. Memorial de la Patria, tomo III, Ed. La Bastilla, Bs. As., 1981.


Fuente:Wikipedia

sábado, 4 de julio de 2015

FRANCISCO DE GURRUCHAGA, EL "PADRE DE LA MARINA ARGENTINA"

FRANCISCO DE GURRUCHAGA

EL "PADRE DE LA MARINA ARGENTINA"



Nació en Salta el 7 de diciembre de 1766 en el seno de una de las familias más ricas del virreinato, descendía del más rancio cuño hispano, ya que su padre fue el General Pedro Antonio de Gurruchaga y Álzaga y de Manuela Fernández Pedroso y Aguirre.

A la edad de ocho años fue llevado por su padre a España, junto a su hermano José, donde ingresaría en el Seminario de Nobles de Madrid para realizar sus estudios. Años después egresaría de la Universidad de Granada con el título de Bachiller en Derecho y Jurisprudencia.

Estuvo, junto a su hermano a cargo de la filial de Cádiz del comercio de su padre que era en ese entonces uno de los más prósperos y ricos del Virreinato del Río de la Plata. También estuvo a cargo del Gabinete de Correo del Rey, cargo de gran importancia que le abrían los salones de la Corte también le permitía recorrer la Península con toda clase de franquicias, siendo junto con el coronel Moldes su amigo inseparable, famosos en ella por su elegancia y gracia, así como por su comportamiento valeroso.

Hacia fines del siglo XVIII, Inglaterra disputaba su hegemonía global –para ese entonces, claro- con España y Gurruchaga estuvo presente en la homérica Batalla de Trafalgar (21 de Octubre de 1805), considerada la mayor batalla naval de la historia, donde la flota aliada franco-española fue destrozada por los navíos del Vicealmirante inglés, Horatio Nelson. Fue el final de la Armada española. 

Curiosamente, Gurruchaga libró aquella batalla con el grado de teniente de fragata en el navío “La Trinidad” al mando del Brigadier de Mar, Baltasar Hidalgo de Cisneros; el mismo que más tarde sería Virrey del Río de la Plata. 

Cuando, en 1807, Napoleón Bonaparte invadió España, Gurruchaga y otros patriotas entre los que se encontraban el futuro coronel José Moldes, su hermano José de Gurruchaga, Simón Bolívar, José de San Martín, José Matías Zapiola, Juan Martín de Pueyrredón y otros, temerosos de que los franceses se apoderaran también de las colonias americanas en virtud de la delegación del poder real que hiciera el rey Carlos IV a su hijo Fernando VII, y éste a José Bonaparte, hermano del emperador francés, formaron una agrupación secreta con la idea de independizar a sus patrias.

Cuando se descubrió la presencia de Miranda en España, tuvo que huir repentinamente. Gurruchaga y Moldes fueron señalados como autores materiales de la conspiración y fueron encarcelados junto a Pueyrredón. A base de dinero y argucias, sobornaron a los guardias y pudieron preparar la fuga haciéndose pasar Gurruchaga por "cochero" junto a Moldes y escondiendo a Pueyrredón dentro de una calesa. Gracias a esta hazaña pudieron embarcarse en la fragata Castillo que arribó a Buenos Aires el 7 de enero de 1809. Pueyrredón no logró pasar a Buenos Aires, ya que fue apresado en Montevideo.

Antes de regresar al Río de la Plata, integró  la sociedad secreta filomasónica “Junta de Diputados de los Pueblos y Provincias de la América Meridional”, junto con su hermano José y el coronel José Moldes.

 Es así que en 1809 arriban a Buenos Aires, partiendo de inmediato al norte con el propósito de expandir la doctrina independentista que durante esos años se había estado desarrollando.

 Fue el primer diputado por la Provincia de Salta a la Junta Grande, que se conformó a fines 1810.

En 1811, siendo vocal de Marina le es encargado armar la primera escuadra de guerra ante la grave situación de las finanzas públicas, escasas por la guerra y el bloqueo impulsado por el virrey en Montevideo Francisco Javier de Elío.

En ese momento el país estaba pasando una apremiante situación económica y el erario deprimido por los gastos de las campañas militares. Es así como Francisco de Gurruchaga, con su propia fortuna logra formar la primera escuadra naval, que sería dirigida por Juan Bautista Azopardo.

Contando con la valiosa ayuda de uno de los integrantes de la Primera Junta, el abogado Juan José Paso, el salteño gestionó la adquisición de tres buques: un bergantín, una goleta y una balandra, a los cuales se les colocaron cañones que se habían adquirido con anterioridad. Mientras se aprestaba el material flotante, Gurruchaga se dedicó a la difícil tarea de armar las tripulaciones, incorporando italianos, franceses e ingleses en su mayoría.

Con respecto a la plana mayor, después de numerosas consultas, la elección recayó en el maltés Juan Bautista Azopardo quien quedó a cargo de la nave capitana, la goleta Invencible, mientras que el marino francés Hipólito Bouchard recibía el mando del bergantín 25 de Mayo y Ángel Hubac, también oriundo de Francia, quedó al frente de la balandra Americana. Con extrema rapidez, se concretó la creación de una fuerza naval patriota.

El 10 de febrero, en representación de la Junta, Gurruchaga entregó a Azopardo el pliego cerrado con las instrucciones de la misión que llevaría a cabo, las cuales debían abrirse a la altura de la isla Martín García.

La escuadrilla salió de Buenos Aires el 11 de febrero de 1811 rumbo a Paraguay con la misión de capturar cualquier nave española que se encuentre.

El 2 de marzo de 1811 tuvo lugar el primer combate de la marina argentina. Al encontrarse con una escuadra española muy superior a la patriota. Tras desigual y heroica batalla, las fuerzas de Buenos Aires fueron aniquiladas siendo la última en entregarse la “Invencible” Los prisioneros fueron llevados a Montevideo.

Los buques fueron bautizados "con intención": Invencible, 25 de Mayo y América, como queriendo designar la consigna patriótica de que la causa americana sería invencible a partir del 25 de mayo de 1810.

Esta escuadra es arrasada por las fuerzas españolas, siendo Azopardo tomado prisionero, padeciendo nueve años de cautiverio en España.

Gurruchaga se presentó y dijo "Vengo a ofrecer otra escuadra" logrando siete barcos más. Los más importantes fueron el bergantín Hiena, la sumaca Santo Domingo y la goleta Nuestra Señora del Carmen, siendo sus capitanes Tomás Taylor, Hipólito Bouchard y Ángel Hubac, franceses los dos últimos.

Instruidos por esta desafortunada experiencia en agosto de 1811 se ponían las bases para reoganizar la armada patriota, pero esta vez en manos de un experimentado comandante: el Comodoro Irlandés Guillermo Brown.

Aquella primera “Armada” local se constituyó con unos buques mercantes adquiridos a particulares. Había más de valor que de experiencia naval en aquella flota. Los tres primeros buques que lograron armar fueron bautizados como: “25 de Mayo”, “Invencible y “América”. 

Las tripulaciones fueron conformadas con arreos de marinos de distintas nacionalidades y un par de cuerpos de Patricios. Gurruchaga fue nombrado Ministro de Marina y Azopardo, Teniente Coronel y Comandante de las fuerzas navales. 

Ya en Salta, Gurruchaga y su hermano José, también precursor de la independencia argentina, quien fuera el esposo de la Capitana Honoraria del Ejército, nombrada por el gral. Belgrano, Martina de Silva, fueron los principales donantes de todo tipo de telas, caballos, ganado, etc. para los gauchos de Güemes.

Distribuyó 5.000 pesos de su fortuna entre los vencedores de la Batalla de Tucumán, a fines de 1812. Financió con gran parte de su propia hacienda y administró los asuntos financieros del ejército de Manuel Belgrano. Fue en este aspecto, tan desprendido que no dudó en mantener durante 33 años de su bolsillo al correo de Salta, pagando a su costa los sueldos y demás erogaciones propias de esa entidad, sin que jamás se le devolviera un solo centavo.

Fue electo para formar parte de la Asamblea Constituyente de 1813, pero no se llegó a incorporar a la misma.

Entre 1817 y 1818, es enviado en misión secreta a Chile, y en ese mismo año el 21 de octubre de 1818 contrae matrimonio con Águeda Guerrero y de la Rosa, siendo sus padrinos Francisco Narciso de Laprida y María del Tránsito de Oro.

En 1831, siendo diputado de la H. Sala de Representantes de Salta, es comisionado junto al Coronel Alejandro Heredia para firmar la paz con el caudillo riojanoFacundo Quiroga, llevándose a cabo el 2 de diciembre de 1831.

Desde 1813 a 1846 momento de su muerte, estuvo a cargo del administración de correos de Salta llevando a cabo dicha gestión pública con elevado honor, llegando al extremo de mantener de su propio peculio todos los gastos, sueldos, etc., durante todo esos años.

Su muerte se produjo sumido en una extrema pobreza casi al borde de la mendicidad, pero no tendría hijos a quién dejar una herencia ? Gurruchaga decía "Les dejo la mejor herencia, la Patria libre"
Villegas dijo de él a Basavilbaso:
"La vida del patricio terminaba. Había alcanzado los 80 años. Acaso la visión hazañosa del pretérito distrajese sus atardeceres, cuando la sombra gloriosa de los héroes de la tierra amada viniesen a acompañarle: Güemes, Moldes, Arenales, Gorriti... ¡Cuán largo es el camino recorrido! Antes de que la muerte le rondara, ya su memoria fugó de su animoso espíritu. Y entró en el más allá en el último día de la primavera de 1847 (db. 1846)."

Descansa en las bóvedas centenarias de la Basílica y convento de San Francisco de la ciudad de Salta. Una proa de combate recuerda al creador de la primerafuerza naval argentina. Hoy día una calle del barrio de Palermo lleva su nombre.

Murió el 20 de septiembre de 1846. Fue sepultado, gracias a la caridad de sus amigos que pagaron su entierro, al pie de la Virgen del Rosario en la Iglesia de San Francisco.


Su cuerpo, como era costumbre de la época, fue enterrado en la hoy Basílica Menor de San Francisco, se dice al pie de la Virgen del Rosario, aunque cierta tradición oral señala no saber ubicar el lugar exacto donde descansa el “Padre de la Armada Argentina”.- 

TENIENTE CORONEL JOSÉ (PIPO) GIRIBONE

TENIENTE CORONEL JOSÉ (PIPO) GIRIBONE




Nació en Génova (Italia), el 18 de julio de 1824 y  murió el 17 de febrero de 1868, a la edad de 43 años en el combate de Tuyú – Cué.

Se educó en una escuela de música, pero su familia abandonó Italia alrededor de 1843, por lo que su carrera de músico quedó truncada.

Llegó a Montevideo al principio del sitio de Oribe sobre la plaza; se unió a la Legión Italiana, cuyo Comandante era Garibaldi y participó en la defensa de la ciudad durante ocho años, destacándose como director de la banda de la Legión y dedicándose tanto a la ejecución de marchas militares, como a la de música tradicional italiana.

Cuando se produjo la rendición del general Oribe frente a Urquiza se incorporó al Ejército Grande y participó en laBatalla de Caseros.

Amigo del después general Emilio Mitre, se estableció en Buenos Aires, como director de la banda del regimiento que éste mandaba.

Participó en la defensa contra el sitio de Buenos Aires en 1853, y a continuación en la lucha contra las invasiones de los jefes federales al Estado de Buenos Aires. Tras la victoria en la Batalla de El Tala contra el general Gerónimo Costa compuso la marcha militar "El Tala", generalmente considerada una de las más bellas que hayan ejecutado las bandas militares argentinas.

En este período dirige una temporada de ópera italiana en la ciudad de Paraná.

Su popularidad en Buenos Aires es notable; se destaca con su banda en la interpretación de música clásica y militar para satisfacción del pueblo capitalino, reflejado en los comentarios de los periódicos de la época.

El 29 de noviembre de 1858, en “El Nacional” podemos leer: “Los domingos en la plaza del parque toca la magnífica música del Batallón del Coronel Arenas, bajo la dirección de su hábil director el señor Pipo (José Giribone), ejecutando bellísimos trozos de música con una perfección sorprendente”.

Luchó en la batallas de Cepeda y Pavón como jefe de uno de los batallones de la Legión Italiana. Durante algunos años prestó servicios en la guarnición de la ciudad de Rosario. Desde esa ciudad, él y sus soldados remitían fondos para la campaña de Giuseppe Garibaldi en Italia. Más tarde fue jefe de la Legión Voluntarios, de guarnición en Azul, cerca de la frontera con los indígenas.

Prestó servicio en la guerra contra los indígenas y participó en la derrota en la Batalla de Sierra Chica y en otros combates, como los de Tapalqué, Los Huesos y Chapaleufú. Se hizo muy popular por su participación en las paradas militares en la ciudad de Buenos Aires, y se lo conocía más como "Don Pipo", o "Comandante Pipo", que por su nombre.

El 10 de agosto de 1861, es designado Capitán del Batallón Nro. 1 – Legión de Voluntarios de la Libertad y participa en la Batalla de Pavón; al respecto podemos decir: “. . . a las dos y media se tocó a la carga sobre el enemigo, las bandas de música batían A LA LID; las cornetas A DEGÜELLO. . .”. Este cuerpo militar pasa a denominarse “Legión Extranjera” y su orgánica a cuatro compañías de infantería se cubre con personal voluntario, integrado por italianos y franceses y sueldo similar al Ejército de Línea;  Giribone recibe el nombramiento de Capitán – Comandante, responsable de su organización.
En 1864, esta unidad pasa a denominarse 1er Batallón – Legión Voluntarios y se instala en la localidad de Azul, para defensa de la zona sur.

Producida la guerra de la Triple Alianza, el Batallón a órdenes de su Capitán – Comandante, participa de dicho conflicto en las Batallas de: § Yatay (17 agosto 1865) § Paso de la Patria (18 setiembre 1865) § Toma de las Fortificaciones de Itapirú (16/17 abril 1866) § Estero Bellaco (02 mayo 1866) § Tuyutí (24 mayo 1866) § Curupaytí (22 setiembre 1866); en la cual resulta herido.

El 21 de agosto de 1866, es ascendido a Teniente Coronel Graduado y posteriormente efectivo en setiembre del mismo año. Su Unidad tomó parte en el rechazo del ataque paraguayo de Tuyutí el 03 noviembre de 1867.

El 17 de febrero de 1868, a la edad de 43 años el Teniente Coronel Giribone cae muerto en el combate de Tuyú – Cué, desempeñándose en ese momento como Jefe de la línea de vanguardia de la 4ta Brigada de la 2da División.

Su funeral se llevó a cabo en la Iglesia Parroquial San Nicolás de Bari. La Brigada de Artillería rindió honores póstumos.





HILARIÓN DE LA QUINTANA "EL EDECÁN DEL GENERAL SAN MARTÍN"

HILARIÓN DE LA QUINTANA  

"EL EDECÁN DEL GENERAL SAN MARTÍN"



Nació en 1774 en Maldonado murió en  Buenos Aires, Argentina en 1843.
Era hijo de José Ignacio de la Quintana, un militar de larga carrera, que había sido oficial en el tiempo de la Guerra Guaranítica de 1754. Más tarde había luchado con el virrey Pedro de Ceballos en la conquista de Santa Catarina, en las luchas contra los indígenas a órdenes del coronel Viana (padre) y en la reconquista de Colonia del Sacramento.

Era el jefe de los ejércitos de Buenos Aires cuando se produjo la primera invasión inglesa, y su actuación fue muy criticada. También era tío de María de los Remedios de Escalada, la esposa del general José de San Martín.

Se inició como cadete del regimiento de Dragones de Buenos Aires y prestó servicios en varios destinos militares, especialmente en Montevideo.

Estaba en Montevideo en 1806, cuando se produjo la primera invasión inglesa y fue puesto al mando de las tropas que el gobernador de Montevideo, Pascual Ruiz Huidobro, le entregó a Santiago de Liniers. Como tal, era el segundo de Liniers cuando la Reconquista.

Antes del ataque, le llevó al gobernador inglés, William Carr Beresford, la intimación de rendirse, que éste desechó.

Después de la victoria, negoció con él las condiciones de la rendición. En esa ocasión tuvo que apaciguar a los milicianos porteños, con riesgo de su vida.

Participó también de la defensa contra la Segunda Invasión Inglesa en 1807, pero pasó a retiro militar después de ese año.

Se reincorporó al ejército en 1810, después de la Revolución de Mayo, como parte de las fuerzas de la Banda Oriental. Participó de los sitios de Montevideo, en 1811 y 1812, y se destacó en la batalla de Cerrito.

Fue nombrado comandante general de Entre Ríos por el director Gervasio Antonio Posadas, pero a los pocos días de su llegada, en enero de 1814, su segundo, el coronel Holmberg, fue totalmente derrotado por el caudillo federal Eusebio Hereñú en el Combate de El Espinillo, cerca de Paraná. Fue tomado prisionero por Fernando Otorgués junto a Holmberg, pero a los pocos días fueron liberados y enviados a Buenos Aires.

Desde marzo de 1814, y por poco tiempo, fue teniente de gobernador de San Miguel de Tucumán, que aún dependía de laprovincia de Salta. En enero de 1815 fue nombrado gobernador de Salta, y apoyó todo lo que pudo la marcha del Ejército del Norte hacia el Alto Perú. Fue desplazado del poder por el coronel Martín Miguel de Güemes, que formó su propio gobierno. Marchó al Alto Perú y se unió al Ejército del Norte, hasta la derrota de éste a fines de ese año.

Formó parte del partido federal dirigido por Manuel Dorrego, y se opuso al gobierno de Juan Martín de Pueyrredón, al que consideraban despótico. Éste lo envió al Ejército de los Andes: era una forma cómoda de sacarse de encima a los militares opositores, que ya había ensayado con Soler, y fracasado con Dorrego.

Se unió al Ejército de los Andes el 24 de enero de 1817, cuando el ejército ya estaba en marcha, integrándose al estado mayor -el coronel Hilarión de la Quintana llegó de Buenos Aires con pliegos para San Martín, y éste lo invitó a sumarse a la expedición-.

Luchó en la batalla de Chacabuco, fue edecán del general José de San Martín — casado con una sobrina suya — y peleó en Cancha Rayada y Maipú.

En 1817 fue director supremo interino de Chile. Durante su breve mandato, proclamó la Independencia de Chile, hizo oficial su Bandera y acuñó la primera moneda nacional.

Regresó en 1819 a Buenos Aires y fue acusado de participar en un complot contra el gobierno. Fue dado de baja del ejército, de modo que el mismo Pueyrredón se lo sacó de encima dos veces.

Después de la batalla de Cepeda, el nuevo gobernador, Manuel de Sarratea, lo llamó para que se hiciera cargo de la comandancia de armas de la provincia, cargo en que duró poco.

Participó del lado de Soler y Dorrego en los hechos de la anarquía del año XX. Dirigió el asalto a San Nicolás de los Arroyos — donde se habían refugiado los aliados del caudillo Estanislao López, Alvear y Carrera — bajo las órdenes de Dorrego.

Tras la pequeña victoria de Pavón, quedó como jefe de San Nicolás, lo que le ahorró la derrota y la vergüenza en la batalla de Gamonal.

Participó en la revolución de octubre de ese año, junto al coronel Manuel Pagola, por la cual fue arrestado tras su derrota frente al general Martín Rodríguez y el coronel Juan Manuel de Rosas. Emigró a Montevideo y regresó al año siguiente, cuando la situación política se estabilizó bajo el gobierno de Rodríguez.

Fue pasado a retiro por la reforma militar del ministro Bernardino Rivadavia y permaneció alejado de la política por varios años.

Volvió a la actividad para ejercer cargos secundarios bajo la gobernación de Dorrego y a su caída se retiró definitivamente.

El general Juan Lavalle lo desterró y a su regreso sólo volvió a aparecer en público para un apoyo a Rosas en una manifestación.

Murió pobre en 1843, en un hospital público de Buenos Aires.

Una calle en el partido bonaerense de Vicente López lleva su nombre, al igual que otra calle en el barrio Malvín Norte en Montevideo, Uruguay.



NICOLÁS DÁVILA

NICOLÁS DÁVILA



Nació y murió en Nonogasta, provincia de La Rioja,Argentina 1786-1876.

Era el segundo hijo de Francisco Brizuela y Doria (apellido reservado a los primogénitos de la familia). Estudió en su ciudad natal y en Córdoba.

En 1812 colaboró con su padre en la fabricación de varios de los primeros cañones que fueron a engrosar la artillería del Ejército del Norte.

Al año siguiente fue alcalde de primer voto de su ciudad, teniendo serios encontronazos con el teniente gobernador. En 1814 hizo elegir teniente gobernador a su padre, y después de la crisis de la revolución de las familias opositoras Ocampo y Villafañe, dirigió la elección de su hermano mayor Ramón Brizuela y Doria. Fue nombrado comandante militar del departamento de Famatina, sede del poder feudal de su familia.

A principios de 1816, preparó dos escuadrones de milicias para formar parte de la campaña de José de San Martín a Chile. Al mando de esas fuerzas fue puesto el teniente coronel Francisco Zelada, quedando Dávila como segundo jefe.

Partieron hacia la cordillera a mediados de enero de 1817, simultáneamente con el avance de las columnas bajo el mando directo de San Martín. Desde Guandacol cruzaron las altas cumbres y bajaron directamente sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha. La guarnición escapó hacia el sur, aunque más tarde sus jefes fueron arrestados.

Regresó a La Rioja hacia 1818, permaneciendo como jefe de la guarnición de Famatina.
Como consecuencia de la revolución que determinó la autonomía de la provincia de La Rioja y el acceso al poder del general Francisco Ortiz de Ocampo fue deportado a Catamarca, por suponérselo opuesto al nuevo gobierno. El gobierno de Ocampo fue sencillamente desastroso.

A mediados de 1821, La Rioja fue invadida por la división de Francisco Solano del Corro, quien se había rebelado y separado del Ejército de los Andes, logrando derrotar al gobernador. La situación fue salvada por el comandante de Los Llanos, Facundo Quiroga, que llamó a Dávila para reemplazar a Ocampo como gobernador.

El gobierno de Dávila fue relativamente ordenado y estable, manteniéndose la paz interna. Centró todos sus esfuerzos en la explotación de las minas de plata de Famatina, con las que pensaba reemplazar la moneda acuñada en el Alto Perúcomo moneda de circulación obligatoria en todo el país.

Dos años después de iniciado el gobierno, tuvo un conflicto con la legislatura, que fue defendida por Quiroga. Aprovechó la ausencia de éste en San Juan para desarmarlo mediante sobornos a sus subordinados. Su plan fracasó , y entonces hizo algo insólito: trasladó la capital de la provincia a Famatina, sede del poder de su familia. La legislatura se negó a seguirlo hasta allí y lo declaró depuesto.

Dávila ordenó la disolución de la legislatura y nombró comandante de armas de la provincia a su hermano Miguel Dávila, ascendiéndolo al grado de general. Tras la rechazar la mediación del coronel Manuel Corvalán, atacó la capital. Allí lo esperaba Facundo Quiroga, que lo derrotó en la batalla de El Puesto, del 28 de marzo de 1823. Miguel Dávila murió a manos del mismo Quiroga.

Nicolás Dávila huyó a Catamarca, donde apoyó las conspiraciones de los líderes unitarios Miguel Díaz de la Peña y Manuel Antonio Gutiérrez, que llevaron a la guerra civil entre Quiroga y Lamadrid

Vivió algún tiempo en Chile y regresó a su provincia en 1830, con las fuerzas con que el general Lamadrid invadió La Rioja después de la derrota de Quiroga en la batalla de Oncativo. La provincia fue recuperada por los federales a principios de1831, y nuevamente huyó a Chile.

Vivió muchos años en Bolivia, regresando a La Rioja hacia 1852 bajo la protección del gobernador Manuel Vicente Bustos. Su sucesor, Francisco Solano Gómez, le nombró ministro general.

Cuando estalló la guerra civil que tuvo como protagonista al Chacho Peñaloza, logró quedar a un lado dedicado al cultivo de la vid. No volvió a actuar en política.



viernes, 3 de julio de 2015

JUAN MANUEL CABOT Coronel de San Martín

JUAN MANUEL CABOT 

Coronel de San Martín



Juan Manuel Cabot (n. San Miguel de Tucumán, Virreinato del Río de la Plata, 23 de marzo de 1784 – † Santiago de Chile, Chile, 1837), militar argentino que participó en las guerras de independencia de su país y de Chile.

Estudió en el Real Colegio de San Carlos en Buenos Aires, y en esa ciudad se dedicó al comercio.

Se unió a las fuerzas porteñas en la Reconquista contra la primera invasión inglesa; durante la segunda, fue oficial de artillería del Cuerpo de Voluntarios Patriotas de la Unión.

Retirado de la milicia y dedicado al comercio, participó de las conspiraciones que desembocaron en la Revolución de Mayo.

Identificado con los líderes revolucionarios Mariano Moreno y Nicolás Rodríguez Peña, en septiembre de 1810 se incorporó como teniente al regimiento de la Estrella, reclutado por Domingo French entre los simpatizantes de Moreno. Tras la derrota del partido de Moreno en abril, permaneció como instructor de reclutas del regimiento, ahora llamado Número 3 de Infantería.

En 1813 fue enviado con fuerzas de infantería a unirse a la Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú. No llegó a entrar en combate, y fue enviado nuevamente a Buenos Aires.

Campaña a Chile
En abril de 1815 fue enviado a unirse al Ejército de los Andes, que se estaba formando en Mendoza a órdenes de José de San Martín; éste lo ascendió al grado de teniente coronel y lo puso a órdenes del coronel Juan Gregorio de Las Heras, cuyo regimiento, el 11 de infantería, tenía fama de ser el mejor instruido.

A fines de 1816, San Martín lo envió al mando de un regimiento combinado a San Juan, desde donde debía tomar parte de la campaña de Chile por su flanco norte: por el Paso de Guana, ubicado al norte de esa provincia, tomar la provincia de Coquimbo y su capital, La Serena. Su segundo jefe era el teniente coronel Francisco Zelada.
Cruzó la Cordillera de los Andes en dos semanas, y obtuvo dos victorias en dos días sucesivos: la escaramuza de Barrazay la decisiva batalla de Salala, que le permitió tomar la ciudad de La Serena el 12 de febrero, el mismo día en que San Martín obtenía la victoria de Chacabuco.

Hizo algunas expediciones por el interior de la provincia conquistada, y a principios del año siguiente se unió al resto del Ejército. Luchó en Cancha Rayada y Maipú. Después de esa victoria, hizo un recorrido militar por todo el norte de Chile, regresando a Santiago después de haber organizado las guarniciones militares de la zona.

En mayo de 1819 – por razones que no explicitó, pero probablemente por una herida de guerra que le lesionó su mano izquierda– solicitó y obtuvo la baja del ejército. Se dedicó al comercio en la capital chilena, y no se sabe que nunca haya vuelto a tomar las armas.

Falleció en Santiago de Chile en 1837.

Bibliografía
• Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.
• Canido Borges, Jorge Oscar, Buenos Aires, esa desconocida; sus calles, plazas y monumentos, Ed. Corregidor, Bs. As., 2003. ISBN 950-05-1493-1

• Ruiz Moreno, Isidoro J., Campañas militares argentinas, Tomo I, Ed. Emecé, Bs. As., 2004. ISBN 950-04-2675-7