miércoles, 25 de noviembre de 2015

ACOYTE: COMBATE DE ACOYTE

COMBATE DE ACOYTE
  
COMBATE DE ACOYTE BONIFACIO RUIZ DE LOS LLANOS


El Combate de Acoyte, ocurrido el 11 de febrero de 1818, fue un enfrentamiento en el marco de la guerra gaucha, en el que 20 gauchos comandados por Bonifacio Ruiz de los Llanos, y pertenecientes a las fuerzas del general Martín Güemes, derrotaron a una columna de 200 hombres del ejército realista español del general Olañeta.
El suceso tuvo lugar cerca del pequeño pueblo de Acoyte, en el extremo noroeste de la Provincia de Salta.
El coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos, a partir de 1815 revistaba en las partidas gauchas del entonces coronel Güemes, y fue ascendido a teniente 1º, a la vez que fue designado Segundo Jefe del Escuadrón Gauchos del Valle de Cachi. Poco después, debido a su intrepidez, fue trasladado al comando de los Infernales con el grado de capitán, a cuyo frente participó de las acciones de 1817 contra José de La Serna. Un año después habría de encontrarse en el triunfo de Acoytecon el que se hizo acreedor del título de “intrépido” y el ascenso al grado de teniente coronel.

En Buenos Aires, existe la Estación Acoyte, ubicada sobre una de las principales avenidas de la ciudad, la Av. Rivadavia, en la intersección con la Av. Acoyte, en el barrio de Caballito. También existe la calle Acoyte en el barrio Alto General Paz de la Ciudad de Córdoba.

EMMA DE LA BARRA (César Duayen)

EMMA DE LA BARRA (César Duayen)

emma de la barra

Emma de la Barra (n. en Rosario en 18601 ó 18612 - f. el 5 de abril de 1947), conocida por el seudónimo César Duayen, usado en su obra literaria, fue una escritora argentina.
Nacida en una familia acomodada, su padre fue Federico de la Barra, periodista, fundador de La Confederación, primer periódico rosarino y político, en ese entonces senador por Santa Fe y su madre la dama de sociedad cordobesa Emilda González Funes.
Siendo adolescente, comienza a asistir a reuniones literarias y a mitines obreros. Poco tiempo después, se casa en un matrimonio por conveniencia, acordado por su familia, con su tío Juan de la Barra (hermano de su padre) quien la doblaba en edad.
Se muda con él a Buenos Aires, donde Emma continúa desarrollando el talento musical y la pintura y realizando actividades de índole social y cultural, consentida por su esposo. Entre otras, fundó la Sociedad Musical Santa Cecilia, la primera escuela profesional de mujeres; y la Cruz Roja, junto a Elisa Funes de Juárez Celman. También hizo labores de traducción, por ejemplo con la obra Novia de abril, de Guy de Chantepleure.
Queda viuda. Tiempo después comienza a tomar forma su obra más conocida, la novela Stella, que relata en cierta forma parte de su vida. Stella es una jovencita que se casa con un hombre mayor y acaudalado. Según relató en un reportaje, la novela fue escrita en pocas semanas, y decidió escribirla con seudónimo masculino porque en ese momento una mujer escritora estaba mal visto socialmente.
Conoce a Julio Llanos, periodista del diario La Nación que se había encargado de los trámites para la edición de Stella, y con quien más tarde contraería matrimonio. Ya para ese momento, Stella era un éxito de ventas. Salían sucesivas ediciones, con prólogo del famoso escritor Edmundo de Amicis. La obra es traducida al italiano en 1908,y prologada por D'Amicis. Julio Llanos organiza un concurso que premiará a quien devele quien es César Duayen. El periodista de El Diario, Manuel Láinez, responde a esta incógnita: "Corresponde a una bellísima dama, la señora Emma de la Barra".
Emma de la Barra escribe, utilizando el mismo seudónimo, las novelas Mecha Iturbe (1906), y El manantial (1908). Por Mecha Iturbe recibe un adelanto de 5000 pesos por 6000 ejemplares, hecho inédito en la literatura argentina. El manantial es editado como libro de lectura. También realiza colaboraciones en diversos medios gráficos como la revista Caras y Caretas y El Hogar, además de adaptaciones de sus novelas para el cine.
En 1915 se encontraba en Europa junto a su marido, quien escribía crónicas para el diario La Nación sobre la Primera Guerra Mundial. Emma escribió muchas de esas crónicas, adaptándose al género periodístico.
Fue celebrada como escritoras por diversos autores de la época, por ejemplo Gabriela Mistral, quien le dedica el poema La oración de la maestra (1925).
En 1943 se realiza la película basada en Stella, con dirección de Benito Perojo.
Además de su labor como escritora, Emma fue mujer de empresa e invirtió parte de su fortuna en un proyecto de un barrio obrero en la localidad de Tolosa, que sería conocido como "Barrio de las Mil Casas", próxima a la ciudad de La Plata, que aún no había sido construida. Este proyecto se estancó y fracasó.
Obra
• 1905 - Stella
• 1906 - Mecha Iturbe
• 1908 - El manantial
• 1917 - Cartas materiales
• 1933 - Eleonora
• 1943 - La dicha de Malena


Fuente: Wikipedia

ALEXANDRE DUMAS (Alejandro Dumas padre)

ALEXANDRE DUMAS (Alejandro Dumas padre)

DUMAS PADRE


(Villers-Cotterêts, Francia, 1802 - Puys, id., 1870) Novelista francés. Hijo de un general del ejército francés que dejó a su familia prácticamente en la ruina al morir, en 1806, Alexandre Dumas tuvo que abandonar pronto sus estudios. Llegó a París en 1823, tras una primera experiencia como pasante de abogado, lleno de ambiciones literarias. Gracias a su puesto de escribiente para el duque de Orléans, que obtuvo por recomendación del general Foy, consiguió completar su formación de manera autodidacta.
Desde 1825, editó poemas y relatos largos, y representó vodeviles en teatros de variedades, pero el verdadero inicio de su carrera como dramaturgo se produjo en 1829, con Enrique III y su corte, primera manifestación de la nueva generación literaria romántica, anticipándose un año al Hernani, de Victor Hugo. Antony, en 1831, marcó los principios de una etapa de creación infatigable de dramas, tragedias y melodramas, casi todos de exaltación de la historia nacional de Francia.
Gran admirador de Walter Scott, a partir de 1832 escribió también novelas históricas, aprovechando el auge del género propiciado por su publicación por entregas en los periódicos. A pesar del poco éxito de sus primeras novelas, la aparición de Los tres mosqueteros, en 1844, significó su salto a la fama. Las sumas ingentes de dinero que se le ofrecían, dada la creciente demanda de sus novelas por parte del público, motivaron una verdadera explosión en la producción de Dumas. Trabajando incontables horas al día, y con la ayuda de varios colaboradores, entre los que destacó el historiador Auguste Maquet, con quien trabajó de 1839 a 1851, llegó a producir ochenta novelas, de desigual calidad. La mayoría de ellas pertenecen al género histórico o al de aventuras, en el que destaca sin duda El conde de Montecristo.
La escasa profundidad psicológica de los personajes se ve ampliamente compensada por una exuberante inventiva a la hora de crear las intrigas, y por el perfecto dominio de los diálogos, siempre ágiles y vivaces. Sin duda, éste fue el motivo de que sus obras fueran frecuentemente trasladadas al teatro. Con este fin fundó en 1847 el Théâtre Historique, en París, empresa que cuatro años más tarde quebró a causa de las deudas contraídas, a pesar del éxito obtenido.
La vitalidad enorme de Dumas le llevó a probar todos los géneros de la literatura y, si bien es cierto que sus ensayos históricos no tuvieron mucha relevancia, la serie de sus Impresiones de viaje (1835-1859), en cambio, lo convirtió en el primer maestro del gran reportaje. Realizó una breve incursión en el universo político; fue nombrado capitán de la Guardia Nacional parisina, pero se enemistó con Luis Felipe, y, tras un estrepitoso escándalo en las Tullerías, rechazó el nuevo régimen y volvió a la literatura. Tras dos fracasos electorales sucesivos, en marzo y junio de 1848, en 1851, huyendo más de sus acreedores que de Luis Napoleón, se exilió en Bélgica, donde redactó sus apasionantes y pintorescas memorias, y compuso nuevas novelas de aventuras.
Regresó a Francia en 1853 y fundó la revista satírica El mosquetero, que se transformó, en 1857, en El Monte-Cristo. Ante la continua censura de Napoleón III, abandonó de nuevo Francia y se sumó a la expedición de Garibaldi en Sicilia, en 1860. Se encargó de comprar armas para el revolucionario italiano y se instaló, durante cuatro años, en Nápoles, donde Garibaldi lo nombró conservador del museo de la ciudad. Enemistado con el cardenal Francesco Zamparini, fue expulsado por los napolitanos, e impulsó en París nuevos intentos periodísticos, que abortaron al poco tiempo.

Arruinado, vivió los últimos años de su vida a costa de su hijo Alexandre Dumas, también escritor, y de su hija, Madame Petel. Pretendía haber escrito más de mil doscientas obras, y, aunque sin duda exageraba la cifra, dejó unos trescientos libros y numerosísimos artículos, que hicieron de él uno de los autores románticos más prolíficos y populares de Francia.

viernes, 30 de octubre de 2015

BASILIO CITTADINI

BASILIO CITTADINI



Basilio Cittadini (Brescia, Lombardía, Italia, 1846 - Buenos Aires, 1921) fue un importante periodista italiano, que se desempeñó tanto en Italia y Argentina, comoperiodista, redactor, editor y director de varios periódicos de envergadura. Actuó como secretario del Banco de Italia y Río de la Plata, y fue profesor de Literatura Clásica en el Colegio Nacional Buenos Aires. Fue presidente de la Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires durante 11 años. El gobierno italiano lo condecoró con el título de “Gran Oficial”

Nació en Pilzone d'Iseo, Brescia, Lombardía, Italia, en 1846. Antes de llegar a la Argentina había tenido una importante actuación profesional como periodista en Italia, fundando en Brescia La Voce dei Giovani, y luego colaborando con laGazzetta di Brescia, siendo redactor en Florencia de La Riforma, y corresponsal parlamentario de Il Secolo de Milano. Profesaba ideas republicanas, igual que la mayoría de los periodistas italianos, aunque no era un sectario mazziniano.
Llegó a Buenos Aires en 1869 para hacerse cargo de la dirección de La Nazione Italiana, que dejó de publicarse por la epidemia de fiebre amarilla de 1870/1871. Durante ésta, integró una comisión popular de salud pública para socorrer las numerosas víctimas del flagelo, recibiendo una medalla de oro por su coraje y abnegación.
Terminada la epidemia, dirigió por algunos meses el periódico L’Italiano, y estuvo a cargo del periódico L’Operaio Italiano en 1872. También presidió ese año la comisión encargada de redactar las bases de la Sociedad Unione Operai Italiani, siendo su primer presidente en 1874. Habiendo sido designado y enviado por el gobierno de Nicolás Avellaneda como agente de inmigración a Europa, viajó a Italia desde donde envió familias alChaco argentino e incluso a Entre Ríos.
Luego de regresar a la Argentina en 1876, fundó el periódico La Patria, que a los pocos años se transformó en La Patria Italiana, para diferenciarse de La Patria Argentina de los hermanos Gutiérrez. Durante 1877/1878 participó del directorio de Il Maldicente, semanario de corte satírico.
En su diario desplegó un enorme talento periodístico aunque carecía de buenos colaboradores, logrando imponerse en el mercado gracias a impetuosas luchas contra otros periódicos: muchas veces las luchas verbales se matizaban con duelos de armas.
Una de sus campañas importantes fue la protesta contra la matanza de italianos perpetrada cerca de Lima durante la Guerra del Pacífico. Otra fue la campaña a favor de las escuelas italianas, sostenida contra Domingo Faustino Sarmiento, aunque la más riesgosa pero sumamente redituable a nivel tirada del periódico, fue la referida a los malos tratos inferidos durante la epidemia de cólera a los inmigrantes italianos en el Lazareto de Martín García, en 1885.
Fueron esas denuncias contra el gobierno y la polémica sostenida contra L’Operaio Italiano que lo defendía, lo que obligaría a batirse a duelo a los directores de ambos medios, saliendo ilesos ambos contrincantes.
Regresó a Italia, asumiendo la dirección del periódico La Provincia di Brescia, siendo luego vicedirector del Popolo Romano.
Mientras tanto en Argentina, la quiebra de La Patria Italiana obligó a fundar La Patria degli Italiani.
Regresa de Italia a la Argentina en 1896, haciendo resurgir el diario L’Italiano. En 1902, los periódicos L’Italiano y L’Italia al Plata se fusionan con La Patria degli Italiani bajo este último nombre, quedando la dirección en manos de Cittadini, quien le imprimirá un gran impulso, gracias a su experiencia y dotes periodísticas.
Bajo su dirección y como periódico republicano que era, La Patria degli Italiani apuntó a extender su audiencia más allá del arco de lectores de la pequeña y mediana burguesía bonaerense. De ahí la importante cobertura otorgada al prolongado movimiento huelguístico de chacareros arrendatarios conocido como ElGrito de Alcorta en 1912.
Justo al inicio del conflicto, Cittadini dejó la dirección del diario y viajó a Italia. Regresaría en 1916, continuando vinculado al periodismo hasta su fallecimiento en Buenos Aires, en 1921.
Su hijo Bruno Cittadini, fue un importante periodista deportivo, y otro de sus hijos, Tito Cittadini, fue un reconocido pintor argentino.

Bibliografía

Cuneo, Niccolo, Storia dell’emigrazione italiana in Argentina 1810-1870, Garzanti Ed., Milano, 1940.
Frigerio, José Oscar, Italianos en la Argentina. Los lombardos, Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires, 1999. ISBN 950-9089-84-2
Grazia Doré, Un periódico italiano en Buenos Aires (1911-1913), en Fernando Devoto – Gianfausto Rosoli (comp.), “La inmigración italiana en la Argentina”, Ed. Biblos, Buenos Aires, 1985.
Petriella, Dionisio y Sosa Miatello, Sara, Diccionario Biográfico Italo-Argentino, Asociación Dante Alighieri de Buenos Aires, 1976.
Scardin, Francesco, Vita italiana nell’Argentina - Impressioni e note, dos volúmenes, Buenos Aires, 1899.
Sergi, Jorge F., Historia de los italianos en Argentina, Buenos Aires, 1940.
Sergi, Pantaleone, Patria di carta. Storia di un quotidiano coloniale e del giornalismo italiano in Argentina, Pellegrini, Cosenza (Italia) 2012.
Zuccarini, Emilio, Il lavoro degli italiani nella Repubblica Argentina, dal 1516 al 1910 – Studi, leggende e ricerche, La Patria degli Italiani, Buenos Aires, 1910.


GENARO BERÓN DE ASTRADA

GENARO BERÓN DE ASTRADA


Juan Genaro Berón de Astrada (Corrientes, 19 de septiembre de 1801 - Pago Largo, cerca de Curuzú Cuatiá, 31 de marzo de 1839) fue un político y militar argentino, que gobernó la provincia de Corrientes en oposición al régimen de Juan Manuel de Rosas. Murió al frente de las tropas correntinas en la batalla de Pago Largo.

Alumno de fray José de la Quintana, Berón de Astrada tomó de joven la carrera de las armas, ascendiendo rápidamente en el "Regimiento de Granaderos a Caballo" local. Organizó la guarnición de Curuzú Cuatiá y fue encargado de la vigilancia de la frontera este de su provincia.

Durante un corto tiempo residió en el Estado Oriental del Uruguay, donde combatió contra Manuel Oribe bajo las órdenes de Fructuoso Rivera; tras la derrota en la batalla de Carpintería regresó a Corrientes, donde fue ascendido a coronel.

Su estrecha relación con el ex-gobernador Pedro Ferré y sus dotes de mando le permitieron acceder al cargo de gobernador muy joven, en 1837, tras la muerte del gobernador federal Rafael León de Atienza. Su ministro de gobierno fue Pedro Díaz Colodrero.

Al año siguiente llevó a cabo la reforma de la Constitución provincial, dictada en 1821, y abrió los puertos al tráfico marítimo de cabotaje y transatlántico; éstas dos eran sus principales preocupaciones, y sus mayores puntos de conflicto con Buenos Aires, cuyo gobernador Juan Manuel de Rosas controlaba el país a través del control del puerto único y de la inexistencia de una Constitución Nacional.

Al producirse el bloqueo francés al Río de la Plata, intentó llegar a un entendimiento con la flota francesa a través del ministro santafesino Domingo Cullen, pero todo quedó en nada a la muerte del gobernador Estanislao López. Al iniciarse la persecución de Rosas contra Cullen, Berón de Astrada se alzó contra aquél, con la anuencia del congreso provincial, el 28 de diciembre de 1838.

Firmó un tratado de alianza con los emigrados unitarios de Montevideo y con el general Rivera. Éste forzó la renuncia al gobierno del general Oribe, mientras Berón organizaba un ejército provincial de unos 5.000 hombres, cerca de Curuzú Cuatiá, en el sur de la provincia.

Falto de oficiales experimentados — los únicos con los que contaba eran el general Manuel Olazábal y algunos tuvichás (caciques) guaraníes — enfrentó al gobernador entrerriano Pascual Echagüe en la batalla de Pago Largo. Este, que contó con la participación clave del entonces coronel Justo José de Urquiza, lo derrotó completamente en una cruenta batalla, en la que resultaron muertos varios oficiales y muchos cientos de soldados.

Al ver la derrota, Berón de Astrada huyó, pero fue alcanzado y muerto.

Una extendida historia, de incierta veracidad, asegura que un soldado de Urquiza — o quizá Urquiza mismo — sacó de su espalda una lonja de piel, con la que hizo hacer una manea.

Sus restos fueron trasladados a la Catedral Metropolitana de Corrientes.

Bibliografía
Castello, Antonio Emilio, Hombres y mujeres de Corrientes, Ed. Moglia, Corrientes, 2004. ISBN 987-1035-30-6
Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.
Castello, Antonio Emilio, Historia de Corrientes, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1991. ISBN 950-21-0619-9
Academia Nacional de la Historia, Partes de batalla de las guerras civiles, Bs. As., 1977.
Beverina, Juan, Las campañas de los ejércitos libertadores 1838-1852, Bs. As., 1923.
Ferré, Pedro, Memorias. Ed. Coni Hnos., Bs. As., 1921.
Ruiz Moreno, Isidoro J., Campañas militares argentinas, Tomo II, Ed. Emecé, Bs. As., 2006. ISBN 950-04-2794-X
Zinny, Antonio, Historia de los gobernadores de las Provincias Argentinas, Ed, Hyspamérica, 1987. ISBN 950-614-685-3

Saraví, Mario Guillermo, La suma del poder. Memorial de la Patria, tomo VII, Ed. La Bastilla, Bs. As., 1981.

BENJAMÍN LAVAISSE

BENJAMÍN LAVAISSE

Benjamín Juan Lavaisse o Lavaysse (Santiago del Estero, 1822 – provincia de Jujuy, 7 de enero de 1854), sacerdote y político argentino, miembro del Congreso que sancionó la Constitución Argentina de 1853.
Era hijo del general Jean Joseph D’Auxion, barón de La Vayesse, oficial francés del ejército de Napoleón Bonaparte, venido a las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1817, enviado por el general chileno José Miguel Carrera. Solicitó su incorporación al ejército argentino, en el que fue dado de alta con el grado de Coronel Mayor y asignado al Ejército del Norte que comandaba Manuel Belgrano, quien le encomendó la dirección de la Academia Militar. Más tarde fue secretario de la legislatura de la provincia de Santiago del Estero (donde nació su hijo), y tras su paso por Chile, se suicidó en Tacna
Benjamín se ordenó sacerdote a los 25 años, y luego concluyó sus estudios, graduándose como doctor en teología y en derecho canónico en Buenos Aires. Desde su ordenamiento fue cura párroco de la Villa Tulumba, en el norte de Córdoba. Se dedicó a la política en la capital provincial, en favor del gobernador rosista "Quebracho" López. Después de su caída, a las pocas semanas de Caseros, se hizo firmemente partidario del general Urquiza. Sus vaivenes tal vez puedan explicarse en sus propias palabras: "Yo soy puramente gubernamental... no pertenezco a partido o persona alguno"
El gobernador santiagueño Manuel Taboada lo hizo elegir diputado al Congreso Constituyente de 1853. Participó en los debates, tratando de llamar la atención más de lo aconsejable (esto era lo que opinaban sus compañeros de tareas). Escribió muchas cartas a Taboada, en que retrató a los demás miembros del Congreso, declarando su antipatía contra muchos de ellos. En particular sentía un fuerte odio contra el presidente Facundo Zuviría, al que en sus cartas a Taboada califica de "viejo palangana, boliviano y apologista de sí mismo" e "hideputa salteño". Estas cartas4 sirvieron a los historiadores como crónica del Congreso.
Siendo diputado por Santiago, se unió al círculo liberal en el Congreso, votó todas las iniciativas de los liberales, incluidas la Constitución copiada de la de losEstados Unidos y la libertad de cultos. Con su oportuna palabra salvó en la Constitución la libertad de cultos, diciendo que, como diputado de un país de inmigración, consideraba necesaria esa libertad, reservándose, como sacerdote, el deber de predicar, fuera del congreso. Firmó el acta de la Constitución Argentina de 1853. A fines de 1853 fue enviado en misión oficial del Congreso a San Salvador de Jujuy, pero falleció en camino.
Una localidad de la provincia de San Luis, así como varias calles de distintas ciudades de la Argentina, como en Buenos Aires, San Miguel de Tucumán y en Santa Fe, llevan su nombre.

Bibliografía
 ZUVIRÍA, J.M., Los constituyentes de 1853, S.I.: Lajouane, 1889, p.106
 ROSA, J.M, "Nos, los representantes del pueblo, Buenos Aires: A. Peña Lillo Editor, 1975, p. 271 y ss.
 Ricardo Rojas, Historia de la Literatura Argentina, "Los Modernos", T. II, p. 189-193.


viernes, 16 de octubre de 2015

JOSÉ SEVERO MALABIA

JOSÉ SEVERO MALABIA


José Severo Feliciano Malabia (Charcas, 1787 – Buenos Aires, 1849), abogado y político argentino de origen boliviano, miembro del Congreso de Tucumán, que declaró la Independencia argentina.

Se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de Chuquisaca y ejerció como abogado en esa ciudad.

Apoyó la revolución del 25 de mayo de 1809 en su ciudad natal, por lo que tuvo que huir al ser ésta derrotada.

Ocupó cargos administrativos en la ciudad de Tupiza, en el extremo sur de la actual Bolivia. Regresó a su ciudad natal con el Ejército del Norte después de la batalla de Suipacha y fue asesor del cabildo. Permaneció en esa ciudad bajo las sucesivas administraciones independentistas y realistas.

En 1815, poco antes del desastre de Sipe Sipe, fue electo diputado al Congreso de Tucumán, que se reunió en esa provincia a comienzos del año siguiente, después de la derrota independentista en el Alto Perú. Huyó hacia Tucumán y se incorporó a la misma.

Una de sus primeras actuaciones fue contra el diputado por Salta, coronel José Moldes, a quien acusó falsamente de cometer varios delitos, para impedir su incorporación al Congreso (Moldes podía ser una competidor importante contra el grupo porteño, e incluso era el candidato provinciano al cargo de Director Supremo).

Juró y firmó el acta de la Independencia el día 9 de julio de 1816. Era de tendencia monárquica, y defendió su ideología con tenacidad, hasta casi lograr que se coronara un rey en la actual Argentina.

Se trasladó con el congreso a Buenos Aires, y firmó la constitución unitaria de 1819.

Después de la disolución del Congreso, en 1820, se unió al grupo unitario de Bernardino Rivadavia, y fue diputado provincial de la provincia de Buenos Aires.

En 1826, fue enviado por Rivadavia como secretario del embajador ante el gobierno de Bolivia, general Juan Gregorio de Las Heras. Su misión era ayudar al general para que, a cambio del reconocimiento de la independencia de ese país, la Argentina recuperara la provincia de Tarija. Boicoteó la misión, ayudando a que esa provincia siguiera perteneciendo a Bolivia.

Se radicó por un tiempo en Charcas, donde ocupó varios cargos oficiales. Más tarde regresó a Buenos Aires como embajador de Bolivia, pasando después a actuar en la política local. Por su oposición al gobernador Juan Manuel de Rosas se vio obligado a exiliarse un tiempo en Montevideo.

Pasó a Lima, donde fue embajador boliviano ante el gobierno del Perú, y luego fue ministro de la Suprema Corte de Justicia boliviana.


Huyó de regreso a Buenos Aires en tiempos del dictador Andrés de Santa Cruz y se radicó en esa ciudad (con permiso de Rosas) hasta su muerte.