jueves, 10 de mayo de 2018

José Ignacio de Amenábar

José Ignacio de Amenábar

José Ignacio de Amenábar

Nació en Santa Fe, el 19 de marzo de 1784. Era hijo de Salvador Ignacio de Amenábar Iturriaga, español, y de María Bonifacia de Quiroga y Humerez, argentina. Inició sus estudios en su ciudad natal, y luego los continuó en Chile, entre 1799 y 1802 en el Colegio del Convictorio Carolino de Nobles de Santiago, y posteriormente en la Real Universidad de San Felipe donde se graduó de doctor en leyes y teología, el 10 de enero de 1804. Allí pronunció la siguiente tesis: El Sumo Pontífice goza de tan elevada plenitud de potestad acerca del matrimonio rato, que dicho matrimonio puede ser disuelto por medio de dispensa papal. Regenteó una cátedra en la misma Universidad, desempeñándola en forma brillante. En Chile ocupó otros puestos elevados con igual competencia, y regresó al país, cuando se produjo el movimiento de Mayo.
Amenábar se situó rápidamente al frente de la Iglesia Matriz de Santa Fe, como cura suplente primero y como interino luego, tras la muerte de Vera y Mujica en julio de 1812.
Formó parte de la Asamblea General Constituyente del Año XIII, en la que actuó como miembro de la Comisión Civil de Justicia. Como representante de su provincia prestó importantes servicios, y la Asamblea le confirió el cargo de vicepresidente de la misma. Dos años más tarde, después de disuelta aquélla, el ministro Dr. Gregorio Tagle, firmó un decreto dándole las gracias en nombre de la Patria por los servicios prestados. Decía que había desempeñado “con dignidad las funciones de su representación, y siendo público y notorio el buen concepto que ha sabido merecerse por la constante honradez de sus sentimientos”.
Una vez terminada la misión que lo llevó a Buenos Aires regresó a Santa Fe, ejerciendo durante largo tiempo las funciones de Cura vicario de la Catedral, cargo que ejercía cuando a fines del año 1818, el ejército de Buenos Aires se aproximó a la capital santafecina ocupándola, y mandando las fuerzas porteñas el general Juan Ramón Balcarce.
En 1824, fue elegido diputado al Congreso General nuevamente por su provincia, pero declinó tal ofrecimiento, y la Junta de Representantes dispuso que el electo se presentara a exponer verbalmente las razones que le impedían aceptar dicha representación. Así lo hizo en la sesión del 27 de setiembre, en una exposición tan lucida como convincente que decidió a la Cámara en su favor.
Aceptada su renuncia, la elección recayó en Pedro Tomás de Larrechea, pero éste por motivos de salud no pudo aceptar el cargo, siendo Amenábar elegido el 13 de enero de 1825. Días después recibió las instrucciones de la Sala, que se inclinaba por la organización del país bajo la forma federal. Presentó su diploma¬¬ en la sesión del 25 de abril, y ejerció el mandato hasta el 31 de marzo de 1826, en que renunció. Su participación en los debates sobre asuntos religiosos e institucionales fue activísima, logrando siempre impresionar favorablemente por su mesura y ecuanimidad de juicios.
Figuró entre los opositores a la Constitución unitaria, siguiendo las instrucciones de la legislatura provincial, que volvió a rechazarla el 26 de marzo de 1827, declarando que no admitía otra forma de gobierno que no fuera la federal.
En 1830, el gobernador Estanislao López designó al doctor Amenábar y Domingo de Oro, como representantes suyos ante el general Paz para procurar un arreglo pacífico entre los gobiernos de Córdoba y San Luis con el general Facundo Quiroga. Estos obtuvieron una suspensión de las hostilidades, pero el empecinamiento de Quiroga, hizo inevitable luego el derramamiento de sangre, lo que produjo el fracaso de la misión encomendada.
Entre los cargos civiles y eclesiásticos de importancia que ocupó, figura el de tercera dignidad en el Senado del Clero, para el que fue nombrado por el gobierno del Dr. Vicente López, en marzo de 1852.
Ejerció en distintas oportunidades el cargo de gobernador delegado de la provincia de Santa Fe. El 26 de octubre de 1856, se encontraba al frente del gobierno, por delegación del general Juan Pablo López, que en dicha fecha, fue derrocado y arrestado por un movimiento revolucionario encabezado por el coronel Mariano Rodríguez, pero fue puesto en libertad y restablecido en el mando al día siguiente.
El 29 de mayo de 1857 fue de nuevo delegado del general López, que salió para el Rosario hasta el mes siguiente; desde el 7 de febrero hasta el 1º de marzo de 1860, por delegación del coronel Rosendo M. Fraga, y desde el 8 de mayo de 1860 del mismo hasta el 30 de junio.
Falleció en Santa Fe, el 8 de mayo de 1863. Se le sepultó en la iglesia matriz, y el presbítero Severo Echagüe, pronunció una sentida oración fúnebre. Monseñor Nicolás Fasolino ha escrito que la redacción de su biografía significará la historia de Santa Fe, durante la primera mitad del siglo pasado. Una calle de nuestra ciudad lleva su nombre. También una localidad del departamento General López, en la Provincia de Santa Fe.
Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1968).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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