lunes, 25 de abril de 2016

MANUEL FERRAZ DE CAMPOS SALLES

MANUEL FERRAZ DE CAMPOS SALLES
MANUEL FERRAZ DE CAMPOS SALLES

La calle CAMPOS SALLES debe su nombre a Manuel Ferraz de Campos Sales (Campinas, São Paulo (Brasil); 15 de febrero de 1841 – † Santos, id. (id.); 28 de junio de 1913), político brasileño, presidente de Brasil entre 1898 y 1902, mas concretamente a que éste fue el primer presidente brasileño en visitar Argentina.

Bachiller en derecho por la Facultad de Derecho de São Paulo, Campos Sales ingresó, y enseguida formarse en el Partido Liberal. A continuación, participó de la creación del Partido Republicano Paulista (PRP), en 1873.
Los republicanos aprovecharon la gran irritación nacional, especialmente entre los sectores militares del país, contra la monarquía, para proclamar, el 15 de noviembre de 1889, la República de Brasil. La proclamación de la República fue el resultado de la acción concertada por tres grupos: los militares, los propietarios de plantaciones de la zona oeste de Sâo Paulo y una gran parte de las clases medias urbanas, entre las que se encontraba Campos Sales.
Bajo la presidencia del general Deodoro da Fonseca (1889-1891), Campos Sales fue nombrado Ministro de Justicia, cargo desde el que llevó a cabo una serie de reformas sociales como la naturalización general de los inmigrantes, ley conocida con el nombre de Gran Naturalización, la obligatoriedad del matrimonio civil, la separación entre la Iglesia y el Estado y la elaboración de un nuevo Código Civil.
En las elecciones generales del año 1891, que dieron la victoria al general Floriano Peixoto (1891-1894), Campos Sales fue elegido senador por Sâo Paulo. Participó de una forma decisiva en la asamblea encargada de elaborar la Constitución de la Primera República de Brasil.
Con la llegada a la presidencia del primer presidente civil de la República, el paulista Prudente de Moráis (1894-1898), Campos Sales fue nombrado gobernador del estado de Sâo Paulo, puesto desde el que preparó su ascenso a la presidencia, en el año 1898.
En ese año fue elegido Presidente constitucional de la república, sustituyendo a Prudente de Morais; lo acompañó como vicepresidente Francisco de Assis Rosa e Silva.

En la economía, Campos Sales decidió que la resolución del problema de la deuda externa era el primer paso a ser tomado. En Londres, el presidente y los ingleses establecieron un acuerdo, conocido como "funding-loan". Con ese acuerdo, se suspendió por 3 años el pago de los intereses de la deuda; se suspendió por 13 años el pago de la deuda externa existente; el valor de los intereses y de las prestaciones no pagas se sumarían a la ya existente; la deuda comenzaría a ser pagada en 1911, con el plazo de 63 años con intereses del 5% anual; las rentas de la aduana de Río de Janeiro y Santos quedarían hipotecadas a los banqueros ingleses, como garantía. Entonces, libre del pago de las prestaciones, Campos Sales pudo llevar adelante su política de "saneamento" económico. Combatió la inflación, no emitiendo más dinero y retirando una parte de circulación. Después combatió los déficits presupuestarios, reduciendo el gasto y aumentando el ingreso.
Joaquim Murtinho, Ministro de Hacienda, cortó el presupuesto del gobierno federal, elevó todos los impuestos existentes y creó otros. Finalmente, se dedicó a la valorización de la moneda, elevando el cambio de una tasa de 48 mil-reales por libra a 14 mil-reales por libra.
Un ministro de su gabinete que merece destacarse fue Olinto de Magalhães, a cargo de Relaciones Exteriores.

MANUEL FERRAZ DE CAMPOS SALLES
En 1899, el presidente de la Argentina Julio Roca, visitó Rio de Janeiro, y, en 1900, Campos Sales retribuyó su visita, siendo recibido por un mucho público, cerca de un cuarto de la población porteña, en Buenos Aires (300.000 personas de un total de 1,2 millón de habitantes de esa capital argentina). Campos Salles fue el primer presidente brasileño en viajar al exterior.
Campos Sales gobernó hasta el 15 de noviembre de 1902, y logró hacer que su sucesor, elegido el 1 de marzo de 1902, el Consejero Rodrigues Alves, paulista, fuese el presidente de la república, y como vicepresidente, el mineiro Silviano Brandão, que falleció, siendo sustituido por otro mineiro, el Consejero Afonso Pena.

Luego del mandato presidencial, fue senador por São Paulo, y diplomático en la Argentina, donde trabajó con Julio Roca que también era diplomático y del cual se hiciera amigo cuando ambos fueran presidentes. Durante las articulaciones (demárches) para la elecciión presidencial de 1914, su nombre llegó a ser nombrado para esa presidencia de la república, pero falleció repentinamente, en 1913, cuando pasaba por dificultades financieras.
Tras el mandato presidencial, fue senador por el estado de São Paulo y diplomático en Argentina.

Falleció cuatro años más tarde en Santos.

Bibliografía
• BETHELL, Leslie: Historia de América Latina: América del Sur (1870-1930). (Barcelona: Crítica, 1992).
• OSORIO MACHADO, Lía: Brasil. (Madrid: Anaya, 1989).


viernes, 5 de febrero de 2016

EUSEBIO VALDENEGRO

EUSEBIO VALDENEGRO

EUSEBIO VALDENEGRO

Eusebio Valdenegro y Leal, nació en Montevideo en 1783. Murió en Baltimore en 1818, militar rioplatense, que combatió en la guerra de independencia y en las guerras civiles argentinas.

Era un estanciero de prestigio, que se enroló en el ejército independentista de la Banda Oriental a órdenes de José Artigas a principios de 1811. Combatió en las batallas de Las Piedras y Cerrito, y participó en el sitio de Montevideo (1811).

Acompañó a Artigas en el éxodo oriental, pero más tarde – seducido por las ofertas de Manuel de Sarratea – se incorporó al ejército de José Rondeau.

A fines de 1812 fue nombrado teniente de gobernador de la provincia de Corrientes, hasta que fue reemplazado por Elías Galván a fines de ese año. Para la fecha en que se retiró, el federalismo estaba haciendo grandes avances en esa provincia.

Fue destinado a hacer la guerra contra los federales en Entre Ríos, ya con el grado de teniente coronel. Volvió a ser nombrado gobernador de Corrientes en noviembre de 1814, con la misión de ayudar al caudillo local Genaro Perugorría a defenderse de los jefes artiguistas. Pero Perugorría no recibió fuerzas militares y fue rápidamente vencido, por lo que Valdenegro nunca llegó a Corrientes.

En 1814 asistió a la caída de Montevideo en manos patriotas, y luchó contra los federales de Artigas en la Banda Oriental. A pesar de obtener las victorias de "Rincón" y de "Pos Pos", fue obligado a retirarse a Entre Ríos por la superioridad numérica de su enemigo. Allí venció a Blas Basualdo. Posteriormente dirigió una de las cuatro columnas enviadas simultáneamente a controlar las cercanías del río Uruguay y regresó a la Banda Oriental. Como los artiguistas seguían avanzando, el coronel Manuel Dorrego pidió al gobernador de Entre Ríos, Juan José Viamonte, que le mandara a Valdenegro y sus tropas en su ayuda. Pero Viamonte se negó, debido a que los federales avanzaban también en Entre Ríos. Poco después, Dorrego fue derrotado en la batalla de Guayabos, lo que causó la evacuación completa de la Banda Oriental y de Entre Ríos por las fuerzas del Directorio. El 16 de enero de 1815 Valdenegro reemplazó brevemente a Viamonte como gobernador de Entre Ríos.

El Director Supremo Alvear lo nombró comandante de armas de la ciudad de Buenos Aires. Al estallar el motín de Fontezuelas, se unió al general Soler para obtener la renuncia de Alvear. Participó también en la guerra contra los federales de la provincia de Santa Fe en 1816.

De regreso a Buenos Aires, se sumó al "partido popular" dirigido por Soler, Dorrego y Agrelo. Exigieron a Pueyrredón medidas contra la invasión portuguesa a la Banda Oriental, personalmente y por medio de publicaciones en la prensa. A pesar de la deportación de Dorrego, siguieron exigiendo medidas y reclamando la formación de un gobierno provincial autónomo para la provincia de Buenos Aires.

A mediados de 1817, también Valdenegro, Manuel Moreno, Agrelo, Feliciano Chiclana, Domingo French y Manuel Pagola fueron desterrados. Tras un viaje accidentado, lograron llegar a los Estados Unidos, donde se unieron a Dorrego en Baltimore.

Eusebio Valdenegro murió en Baltimore en 1818; se dijo que murió en un duelo, pero también – y generalmente se estima como más probable – que murió por una herida al caer de un caballo en invierno.


lunes, 18 de enero de 2016

JOSÉ ANTONIO BAZURCO Y HERRERA

JOSÉ ANTONIO BAZURCO Y HERRERA




José Antonio Bazurco y Herrera fue el décimo obispo de Buenos Aires (1760-1761).

Nació en Buenos Aires el 2 de junio de 1705, hijo de Francisco de Bazurco y de Juana de Herrera Hurtado. Pertenecía a una de las familias fundadoras de la ciudad. Estudió desde muy joven en la Universidad de Chuquisaca, donde se doctoró en teología y derecho.

En Lima se ordenó sacerdote.

Se desempeñó como provisor del obispado y luego ocupó el curato de Arche. Luego de pasar por España fue nombrado canónigo tesorero de la catedral de Arequipa.
En esta ciudad fue consagrado el 2 de mayo de 1759.

Fue nombrado obispo del Río de la Plata por el papa Benedicto XIV el 23 de mayo de 1757 para suceder al doctor Cayetano Marcellano y Agramont.
Por hallarse enfermo demoró su viaje llegando a Buenos Aires a fines de febrero de 1760, y tomando posesión de su cargo el 10 de marzo.

Como obispo impulsó la construcción del Seminario, ubicado frente a la Plaza Mayor y cerca de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, donde hoy se encuentra la jefatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del templo de Santo Domingo, hoy lugar de descanso de los restos del General Manuel Belgrano.

Donó a la Catedral la casa que se encontraba al fondo del templo, pertenencia de su hermana, María Josefa Basurco, tasado en 7.500 pesos, que pagó de su peculio personal, con el fin de extender la nave central y llegar a 110 varas de largo en lugar de las 70 previstas por Juan de Garay.

Bazurco seguía enfermo al llegar a Buenos Aires y no se recuperó, falleciendo en su ciudad natal el 5 de febrero de 1761.

Entre sus disposiciones testamentarias pedía que sus restos no fueran embalsamados, lo que fue respetado por el Cabildo eclesiástico. Fue sepultado en la capilla de Nuestra Señora del Carmen.
El canónigo Arcediano Miguel José de Riglos se hizo cargo provisoriamente de la diócesis hasta la llegada de Monseñor Manuel Antonio de la Torre en noviembre de 1765.
Una calle de la ciudad de Buenos Aires lleva su nombre en homenaje a su labor.

Bibliografía

Buenos Aires: Historia de las calles y sus nombres. Vicente Osvaldo Cutolo. Editorial Elche. Buenos Aires, 1994. Vol I y II. ISBN 950-99212-03.