lunes, 17 de agosto de 2015

GENERAL DE DIVISIÓN ENRIQUE MOSCONI

GENERAL DE DIVISIÓN ENRIQUE MOSCONI

Nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1877, siendo hijo del ingeniero Enrique Moscóni y de doña María Juana Canavery.
Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 26 de mayo de 1891, y se graduó con diploma de ho­nor de subteniente de infantería el 20 de noviembre de 1894.
En el año 1899 desempeñó comisiones topográficas en la cordillera, en Mendoza, toman­do parte en los levantamientos topográficos y estudios estadís­ticos de la zona.
En el año 1900 formó parte de la Comisión que realizó los estudios del ferrocarril estraté­gico de Confluencia a Pino Ha­chado.  En junio de 1903 se graduó como ingeniero civil, en la Fa­cultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Univer­sidad de Buenos Aires; en septiembre del mismo año se le reconoció como ingeniero mili­tar, siendo transferido al arma de Ingenieros.
Durante su prestación de ser­vicios en el Ministerio de Guerra, ganó el primer premio, entre 11 concursantes, para los proyectos de un cuartel de infantería y uno de caballería a levan­tarse en el lugar que hoy ocupa el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. En noviembre de 1904 viajó a Italia, Bélgica y Alemania, don­de realizó estudios para la cons­trucción de la usina hidroeléctrica y a gas pobre que funcionara en Campo de Mayo, adquiriendo además los materiales de hierro, sanitarios y eléctricos para los cuarteles que se levantaron en los años 1905/1910, siendo feli­citado por el Ministerio de Gue­rra por las grandes economías que obtuvo para el Estado, en estas adquisiciones.
De octubre de 1906 a octubre de 1908 fue incorporado al ejér­cito alemán en el Batallón 10 de "Pioners de Wesphalia", y tomó parte en las maniobras impe­riales de 1907. Cursó la Escuela Técnica de Artillería e Ingenieros de Charlotenburgo, y vol­vió a realizar maniobras como mayor en el Regimiento 48 de Infantería.  En Suiza realizó maniobras con la III División de Berna. En diciembre de 1909 fue nombrado vocal de la Comisión de Ingenieros que viajó a Euro­pa para realizar estudios y adquisiciones de materiales técni­cos del arma, y tomó parte en ejercicios de los cuerpos de Za­padores Pontoneros, Telegrafis­tas y Ferrocarrileros de Alema­nia, Francia y Austria Hungría.


 En 1910 patentó en Alemania y cedió al Ministerio de Guerra de la Argentina, un dispositivo para cambio de trocha en roda­dos militares.  Tomó parte en los grandes ejercicios técnicos realizados en el Elba en julio de 1913.   En junio de 1914 fue incorporado como Teniente Coronel al III Regimiento de Infantería de la Guardia, con el cual participó en maniobras de regimiento y de brigada.
Regresó al país en diciembre de 1914, y volvió a comandar el 1° de Ingenieros hasta 1915 en que fue nombrado Subdirector General de Arsenales de Guerra. A mediados de 1916 se le designó Director del Arsenal Esteban de Luca.  El 16 de marzo de 1920 se le nombró Director de Aeronáuti­ca, fundó el Grupo 1° de Aviación, y dio gran impulso al arma.
Director del servicio de Aeronáutica del Ejército en 1922, un día se irritó ante el reclamo de la West India Oil Co., filial de la Standard Oil de New Jersey, de cobrar por anticipado la nafta para los aviones. En su libro El petróleo argentino Mosconi mismo escribió el relato de la entrevista: “Advierta, le dije entonces, que el Servicio Aeronáutico del Ejército no debe un solo centavo a su compañía; que se trata de una repartición militar solvente y dependiente del Ministerio de Guerra y que, por lo tanto, no sólo me sorprenden sus manifestación y exigencia, sino que las considero impertinentes y no las acepto”. Mosconi se guardó lo que pensó y no dijo: “Allí, en el mismo escritorio, me propuse, juramentándome conmigo mismo, cooperar por todos los medios legales a romper los trusts. Designado director general de YPF el 19 de octubre de 1922, realicé tal propósito siete años después, para bien y progreso de nuestra Patria y mayor ventaja de sus habitantes”.   Cuando Alvear lo designó al frente de YPF, Mosconi se propuso estructurar una empresa fuerte y luego “tomar la dirección de nuestro mercado de consumo, llevando los precios a un nivel conveniente y equitativo para los intereses nacionales” para arrastrar a la baja “a todas las firmas importadoras”.
 
En 1926, al hacer su propio balance, consignaba Mosconi que “se opina comúnmente que el Estado es mal administrador”. Pero “el juicio es exacto cuando el Gobierno no traza ni mantiene normas de buena administración”. En 1922 la industria petrolera fiscal producía un promedio diario de 942 metros cúbicos, contra 2.61 de 1926. Mosconi envió técnicos a especializarse en los campos petrolíferos de los Estados Unidos, México, Venezuela y Europa. Sus estudios sirvieron de base para el Boletín de Informaciones Petroleras y para la creación de cursos complementarios de cinco meses para formación en el área en la Escuela Industrial de la Nación. El mismo espíritu animó en 1928 la fundación del Instituto de Petróleo en la Universidad de Buenos Aires con aprobación del rector, Ricardo Rojas. Rojas quería formar “técnicos argentinos aptos que nos libren de la declamación, más o menos patriótica”.
Mosconi quería una ley para nacionalizar los yacimientos, que veía difícil con la composición del Congreso en 1928. Esa herramienta sería “una valla infranqueable a los avances de empresas que, como la Standard Oil Co. en el norte, inicia y consolida sus conocidos sistemas de penetración y amenaza perturbar nuestro futuro económico y, por consecuencia, nuestra situación política”. El Senado no quiso aprobar la iniciativa de Hipólito Yrigoyen, presidente en su segundo mandato entre 1928 y 1930, y el golpe de Uriburu terminó de abortar la iniciativa.
El 9 de septiembre de 1930, se retira de YPF.  El ciclo de golpes de Estado del siglo XX comenzó el 6 de septiembre de 1930, cuando José Félix Uriburu derrocó a Hipólito Yrigoyen. Quedó en la historia con un mote: “Golpe con olor a petróleo”. Y algo se habrá olido en aquel momento el director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, el ingeniero y general Enrique Mosconi, porque sólo cuatro días después presentó su renuncia.
 
A las empresas petroleras inglesas y norteamericanas no les fue fácil conseguir que Uriburu, incluso con un gabinete afín a capitales de ese origen y de Alemania, lograra desmontar los ocho años de gestión de Mosconi.
No alcanzaron el arresto y la investigación a la que fue sometido el general. YPF se había convertido en una estructura industrial poderosa. La destrucción sólo sería posible 60 años después, en la primera presidencia de Carlos Menem. Y no es que en los dos años de Uriburu faltaron intentos. La Standard Oil, con matriz en los Estados Unidos, presionó para conseguir avances en Salta.  Sin chances de liquidar a YPF, la estrategia privada apuntó a ganar espacios en paralelo. De 1931 es la instalación de la destilería de Shell en Dock Sud. En simultáneo, las otras compañías presionaban para anular la reserva a favor de la explotación estatal dispuesta por el presidente radical Marcelo Torcuato de Alvear en 1924 para las cuencas de Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Tierra del Fuego, La Pampa, Salta, Jujuy y Mendoza.  
Entre los años 1931 y 1932, permanece en Italia estudiando la Aeronáutica de ese país.
Cuando regresó fue designado Director General de Tiro y Gimnasia, y se retiró del Ejército con el grado de General de División, el 31 de diciembre de 1933.
Después de una larga enfermedad falleció el 4 de junio del año 1940.

sábado, 15 de agosto de 2015

JOSÉ EUSEBIO COLOMBRES

JOSÉ EUSEBIO COLOMBRES



Nació en Tucumán el 16 de Diciembre de 1778 en el seno de una influyente y aristocrática familia tucumana.

Se ordenó sacerdote en Catamarca en Agosto de 1803 y se doctoró en cánones en la Universidad de San Carlos..

En 1810 apoyó el movimiento revolucionario; en ese año fue nombrado Cura Párroco en la parroquia de Piedras Blancas (Catamarca). Allí ejercitó por primera vez su industria de caña de azúcar trayéndola desde Oran (Salta). 

Catamarca lo designó diputado para el Congreso de Tucumán tras haber servido como clérigo en dicha provincia por varios años y fue uno de los firmantes del Acta de la Independencia. Renunció al Congreso en 1816 y luego de un tiempo en Catamarca, regresó a Tucumán.

Fue el introductor en su provincia natal de la industria del azúcar en 1821 en su casa ubicada en el actual parque 9 de julio, donde instaló los trapiches utilizados para la molienda de la caña. Tal es así, que en 1821, inauguró una extensa plantación en tierras propias, importando maquinarias extranjeras y nuevas técnicas, como los molinos.

Hoy, esta industria es una de las principales fuentes económicas de la provincia.
Tras el proceso independentista, formó parte de la llamada Liga del Norte, lo que le valió tener que exiliarse tras la segunda asunción de Juan Manuel de Rosas como gobernador de Buenos Aires. Hasta 1852 permaneció en Tupiza, Potosí, Bolivia, volviendo en dicho año a Tucumán tras la caída del rosismo.

El Papa Pío IX lo preconizó Obispo de Salta el 23 de diciembre de 1858, pero no recibió la consagración pues falleció antes de que llegue la Bula Papal. En el Museo que funciona en la Casa de Tucumán se conserva dicha Bula. 

Colombres fue el último de los congresales de Tucumán en morir el 11 de febrero de 1859.
  

La casa de Colombres en el Parque 9 de Julio es ahora un Museo de la Industria Azucarera y Monumento Histórico Nacional. El lugar donde nació es ahora un Museo de Folklore.

viernes, 14 de agosto de 2015

JUAN GUTEMBERG

JUAN GUTEMBERG


Es una de las tantas personalidades que ha dado la humanidad donde no es necesario agregar el nombre: Gutemberg sobra para saber que nos estamos refiriendo a ese notable impresor o imprentero.

Nació en Maguncia (Alemania) entre 1380 ó 1400. Establecido en Estrasburgo en 1434.

En su empadronamiento figura como xilógrafo con moldes y prensas, oficio ya conocido en el que imprimía en una prensa a tornillo, láminas de metal con dibujos.

Se asoció con Johann Furst, para imprimir con tipos sueltos fabricados en madera.

La primera obra que se publicó fue Cstholicon.

Luego se le atribuye la impresión de la Biblia de 42 líneas.
En 1465 trabajaba para el arzobispo de Adolfo de Maguncia cobrando por sueldo trigo y vino. Seguramente imprimía textos religiosos siendo uno de ellos el famoso Santerio.

Es importante destacar que sin duda su invento e uno de los más importantes de los que se haya servido la humanidad, ya que habrán variado los materiales y quizá las formas y los tipos pudieron pasar de la madera al aluminio, el bronce, antimonio, plomo, acero, pero no varió hasta no hace mucho de los tres elementos utilizados: la tinta, el papel y los tipos de letras o dibujos, con que se imprime con una prensa que puede ser manual o mecánica.

Gutemberg murió el 26 de febrero de 1468 y fue sepultado en la Iglesia de San Francisco de la ciudad de Maguncia, donde había nacido.



ARISTÓBULO DEL VALLE

ARISTÓBULO DEL VALLE


    Aristóbulo Del Valle, fue un brillante abogado, político y profesor universitario. Poseedor de una espléndida capacidad oratoria se destacó en los ámbitos que le tocó actuar dejando su impronta en una trascendente etapa de la vida institucional argentina.

    Nació el 15 de marzo de 1.845, en Dolores, Provincia de Buenos Aires, hijo natural (circunstancia que lo marcaría en la cerrada sociedad de la época), sus padres fueron Narciso del Valle (un militar rosista) e Isabel Valdivieso.

    Al caer Rosas, la madre se separó del padre y se radicó en la Ciudad de Buenos Aires, allí estudió en el Colegio de la América del Sud, donde conoció a Leandro N Alem, iniciándose una entrañable amistad que duraría toda la vida. Ingresaron juntos a la Facultad de Derecho, donde ambos se recibirían de abogados.

    Se casó en 1.865, con Julia Tejedor (sobrina de Carlos Tejedor). En 1869 se recibió de abogado, profesión que abrazaría con gran vocación, destacándose en su ejercicio y ya en la cátedra como constitucionalista.

    Se enrola políticamente en el Partido Autonomista (los llamados crudos), que conducía firmemente Adolfo Alsina.

    En 1.868 contando con 25 años de edad, fue designado Diputado Constituyente de la Provincia de Buenos Aires, donde tuvo destacada actuación.

En 1.872 fue electo Diputado Provincial bonaerense y en 1.873 Diputado nacional, junto a su amigo Leandro Alem, en 1.874 renuncia a la diputación para asumir como Ministro de Gobierno Provincial.

    En 1.877 funda junto a Leandro N Alem, el Partido Republicano, antecedente del Partido Radical., ese mismo año es electo Senador Nacional, en 1.880 lo designan Presidente del Senado, ese año se realiza el histórico debate sobre la capitalización de la Ciudad de Buenos Aires, analizando si debía o no ser esa ciudad la capital de la república, en las discusiones brilla su amigo Leandro Alem, sin embargo Del Valle, sostiene la posición contraria, es decir apoya la capitalización, posición que triunfa en definitiva, aunque la historia daría la razón y la gloria, al sostenedor de la posición perdidosa, es decir a Alem.

    Del Valle habla el primero de septiembre de 1889, en el acto del Jardín Florida, (ubicado en la esquina de la actual calle Florida y Paraguay) y en la asamblea en el Frontón Florida en la que se crea la Unión Cívica de la Juventud el 13 de Abril de 1.890.

    El gran acto inaugural de la Unión Cívica de la Juventud fue el 1 de septiembre de 1.890 y allí es uno de los oradores.

    Actuó el 26 de julio de 1.890 en la heroica Revolución del Parque, integrando la junta revolucionaria que presidía Leandro N Alem, y que si bien fracasó, provocó la renuncia del presidente conservador Juárez Celman, en esa ocasión Del Valle impulsó una postura moderada de negociación con Carlos Pellegrini, posición esta que lo distanciaría de Alem.

    En 1.891, el partido de divide en Unión Cívica Nacional (Mitristas-acuerdistas) y Unión Cívica Radical (Alemnistas-intransigentes), Del Valle se mantiene en una posición independiente de los sectores buscando la unidad.

    En mayo de 1.891 es electo senador junto a Leandro Alem, en junio de 1.891 renuncia a la banca tratando con ese gesto de unir a la Unión Cívica. Luis Sáenz Peña lo designa Ministro de Guerra y Marina, en Julio de 1.893 y el 29 de julio de dicho año, estalla una nueva y gloriosa revolución radical que en San Luis toma el gobierno, Irigoyen se levanta en la Provincia de Buenos Aires, también triunfa la revolución radical del 10 de agosto de 1.893 en la Provincia de Santa Fe. Del Valle propone la intervención de las Provincias de San Luis, Santa Fe y Buenos Aires, pero la cámara de diputados rechaza el proyecto elevado. Del Valle, entonces renuncia a su cargo y desde ese momento se dedica a la cátedra universitaria.

    Entre sus obras se destacan Oraciones Magistrales y Lecciones de Derecho Constitucional.

    Aristóbulo del Valle falleció a los 50 años de edad el 29 de enero de 1.896. Fue despedido en el cementerio de la Recoleta por varios oradores destacándose Miguel Cané, Lisandro de la Torre y fundamentalmente Leandro Alem, su gran amigo, que quedó profundamente conmovido por su muerte la que acentuó la depresión que padecía, pocos meses después Leandro N Alem se suicidaría, perdía así desgraciadamente la República, dos de sus grandes hombres.


Gracias Dr. Eduardo Zimmermann

miércoles, 12 de agosto de 2015

LUIS SÁENZ PEÑA

LUIS SÁENZ PEÑA



    Nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1822, siendo hijo del doctor Roque Julián Sáenz Peña, miembro de la Cámara de Justicia y de doña María Luisa Dávila y Luque, cordobesa descendiente de familia de conquistadores.
    Hizo sus estudios primarios en la ciudad natal y luego ingresó en la Universidad local. La vocación le llevaba a las leyes, pero debió aceptar las preferencias paternas por la medicina, que estudió también bajo la dirección de eminentes profesores como Claudio Mamerto Cuenca y Teodoro Álvarez, al lado de Guillermo Rawson y José María Bosch.
    De este modo siguió las dos carreras. A los veintiún años terminó los cursos de cirugía y en 1843 se graduó de doctor en jurisprudencia con su tesis de derecho civil sobre "La mujer no puede renunciar los gananciales en beneficio del marido durante el matrimonio". Con él se recibieron don Bernardo de Irigoyen, Rufino de Elizalde, Federico Pinedo, Delfín Huergo y otros jóvenes de gran futuro.
    En 1848 contrajo matrimonio con doña Cipriana Lahitte, hija del jurisconsulto Eduardo Lahitte, fiscal de Cámara.
    No tuvo actuación pública durante la dictadura de Rosas; y sólo después de Caseros (5 de febrero de 1853), el gobierno lo incluyó en una comisión de pagadores de la plana mayor del Ejército.
    En 1860 formó parte de la Convención de Buenos Aires, encargada de la reforma de la Constitución. En esa histórica asamblea sostuvo, contra el parecer de la mayoría, el principio de la incorporación lisa y llana de Buenos Aires a la Confederación.
    Continuó ocupado en sus estudios hasta 1870, en que fue elegido senador a la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires.
    En 1873 fue elegido diputado nacional por su provincia, desempeñando al año siguiente la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación. En 1874 asumió la vicegobernación de la Provincia de Buenos Aires, integrando la fórmula con el gobernador Carlos Casares. Concluido el período constitucional volvió a ocupar una banca en el senado provincial.
    Después de los sucesos de junio de 1880 resultó electo diputado al Congreso Nacional, banca que ocupó hasta 1882. En esta fecha fue nombrado vocal de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, de la que llegó a desempeñar la presidencia. Con motivo de la traslación de las autoridades gubernamentales a la nueva ciudad de La Plata renunció a tan alto cargo (enero de 1885). Al proclamarse la candidatura presidencial del doctor Bernardo de Irigoyen, Sáenz Peña se adhirió al movimiento popular que la promovió en oposición a las de Juárez Celman y Dardo Rocha.
    Sucesivamente desempeñó la presidencia del Banco de la Provincia y de la Municipalidad de Buenos Aires, la dirección de la Academia de Jurisprudencia y una vocalía en el Consejo General de Educación.
    Con motivo de los acontecimientos del año 1890 actuó en la comisión pacificadora que negoció la capitulación. Derrocado el presidente Juárez Celman su sucesor, el doctor Carlos Pellegrini, lo nombró el 13 de diciembre ministro de la Suprema Corte de Justicia.
    La política llamada del Acuerdo, o sea, la unión de los partidos Autonomista Nacional, a cuyo frente estaba el general Roca, y la Unión Cívica Nacional, que recibía las inspiraciones del general Mitre, proclamó su candidatura para la presidencia de la República y la del doctor José Evaristo Uriburu como vicepresidente.
    Reunido en asamblea el Congreso Nacional, según el resultado obtenido en las elecciones que se llevaron a cabo en 1892, proclamó a ambos después de obtener 210 y 216 votos, respectivamente. De este modo el doctor Sáenz Peña ascendió a la presidencia el 12 de octubre de 1892. Fueron sus primeros ministros, en el departamento del Interior, el doctor Manuel Quintana; en Relaciones Exteriores, el doctor Tomás M. de Anchorena; en Instrucción Pública y Justicia, el doctor Calixto de la Torre; en la cartera de Guerra, el doctor y general Benjamín Victorica.
    El ambiente político de enconos, latente la amenaza de un movimiento subversivo. Desde el principio advirtió que no tendría la colaboración que tanto había solicitado y que le había sido prometida. El obstruccionismo de los partidos políticos y la indeferencia de las fuerzas independientes, le privaron de los resortes indispensables para realizar una labor eficaz.
    Entre las obras importantes de su presidencia cabe mencionar la apertura de la Avenida de Mayo, terminada en 1894. También se presentaron dificultades de límites con Chile, resueltos en un protocolo adicional y aclaratorio al Tratado de 1881, que se firmó en Santiago en 1893. Debió hacer frente al tal cúmulo de dificultades que se vio obligado a cambiar cuatro veces la composición de su ministerio.
    Tras afrontar con evidente patriotismo y desinterés la difícil situación política creada por los partidos opositores encarando los más arduos problemas que apasionaban la opinión pública en desacuerdo con el Congreso, se vio obligado a dimitir "movido por altos sentimientos patrióticos" (22 de enero de 1895). La renuncia fue aceptada el mismo día por el Congreso con sólo un voto en contra, del doctor Indalecio Gómez, diputado por Salta.
    Manifestó que anhelaba "recuperar mi tranquilidad pasada, seguro de que seré más respetado como ciudadano de lo que he sido desde que fui investido con la autoridad suprema de la Nación". También declaraba al final de la histórica nota: "He luchado con contrariedades de todo género y sintiendo fatigado mi espíritu y quebrantada mi salud, he adquirido la convicción de que mi continuación en la Presidencia de la República es ineficaz para el bien de la Patria". Reemplazado el mismo día por el vicepresidente, doctor José Evaristo Uriburu, vivió desde entonces apartado de los negocios públicos. Sólo se le vio aparecer en las magnas asambleas nacionales cuando fue necesario el consejo de los hombres eminentes de la República, como cuando recrudeció el peligro de guerra con Chile (1902) y para la reunión de notables que eligió al doctor Manuel Quintana, su ex ministro del Interior, para la presidencia de la Nación (1904).
    El doctor Sáenz Peña falleció en Buenos Aires el 4 de diciembre de 1907 a los 85 años de edad. En acuerdo de ministros el presidente de la República, doctor José Figueroa Alcorta, dispuso que se le rindieran las honras fúnebres correspondientes como "justiciero homenaje a los señalados servicios que con tanta dignidad como patriotismo ha prestado al país; que su vida entera pueda presentarse como fecunda enseñanza de modesto desinterés y altísimas virtudes cívicas".
En el acto del sepelio, que fue imponente, y al que concurrieron el Presidente de la República con sus ministros, despidieron sus restos el ministro del Interior, doctor Marcos Avellaneda y los doctores Carlos A. Estrada, Manuel María Oliver, Pedro Henriquez, Estanislao S. Zeballos y Tobías Garzón.
    Refiriéndose el doctor Avellaneda a la personalidad del desaparecido dijo ante tumba que era de la misma estirpe ciudadana de Washington y de Belgrano, que no provocó tempestades a su paso ni arrebató las multitudes con acentos tribunicios, pero que como aquellos héroes tuvo el mismo santo amor a Dios y a la Patria.


martes, 11 de agosto de 2015

FÉLIX DE AZARA

FÉLIX DE AZARA



Félix de Azara nació cerca de Zaragoza, España, en 1746. Fue militar y aficionado a las humanidades y a las ciencias. Realizó sus estudios universitarios en una época en que en España, bajo el reinado de Carlos III, renacían las ciencias.
Luego de recibirse ingresó a la Academia Militar y por encargo del rey efectuó trabajos de ingeniería e hidráulica.
En 1781 partió hacia el “Nuevo Mundo”, con el objetivo de terminar de demarcar los límites entre las posesiones españolas y portuguesas. Desembarcó en Buenos Aires y tras recorrer la mesopotamia argentina llegó al sur de Brasil. Un año después se radicó en Asunción. Durante 4 años, impedido de cumplir su misión por razones políticas, se dedicó de lleno a describir los territorios cercanos a Asunción en todos sus aspectos, tomando en cuenta desde los pobladores hasta la fauna y flora. También es de destacar que confeccionó mapas y se contactó con casi todos los pueblos aborígenes de la región. Navegó por el Pilcomayo y la laguna del Iberá. Los tres años siguientes los empleó para ordenar de manera sistemática sus apuntes sobre plantas, animales, minerales y pobladores.
En el año 1788 envió a España su obra: Apuntaciones para la historia natural de las aves de la Provincia de Paraguay.
En 1793 entregó al Ayuntamiento de Asunción un completo mapa de la región al cual le anexó una descripción histórica, política y geográfica. Más tarde fue trasladado a Buenos Aires para inspeccionar la frontera sur. Llegó en marzo de 1796 y recorrió Luján, Mercedes y Melincué continuando por el curso del río Salado. Dos años después partió para la Banda Oriental con la finalidad de establecer una población española al norte de la actual frontera de Brasil con Uruguay.
Las descripciones sobre distintos aspectos del continente americano que escribió son: Descripción e historia del Paraguay y Río de La Plata; Viajes por la América Meridional; Apuntamientos para la historia natural de los pájaros del Paraguay y Río de la Plata; Apuntamientos para la historia natural de los cuadrúpedos del Paraguay y Río de la Plata y Memoria rural del Río de la Plata.
En 1801 el rey de España le solicitó que regresara para premiar su magnífico labor. Murió en Iluesca, en 1821, a los 75 años. 

Bibliografía
Además de las obras del propio Félix de Azara citadas en esta breve biografía se recomiendan las siguientes lecturas:
Furlong, G., S.J., 1948. Naturalistas argentinos durante la dominación hispánica”. Editorial Huarpes S.A.. Buenos Aires, Argentina.
Furlong, G., S.J., 1969. Historia social y cultural del Río de la Plata 1536-1810. El trasplante cultural. Ciencia. Tipografía Editora Argentina. Buenos Aires, Argentina.
Gutiérrez, J. M.. Don Félix de Azara: su mérito, sus servicios. La Revista de Buenos Aires, 18: 167. Buenos Aires, Argentina.
Sociedad Argentina de Ciencias Naturales, 1923. Don Félix de Azara. Discurso pronunciado en el centenario de su muerte, 48 pp. Buenos Aires, Argentina.


sábado, 8 de agosto de 2015

CRISÓLOGO LARRALDE

CRISÓLOGO LARRALDE


Nació en Quilmes, 29 de enero 1902; murió en Berisso, 23 de febrero de 1962, político argentino, perteneciente a la Unión Cívica Radical.

El destino quiso que el infarto que le ocasionó la muerte a Crisólogo Larralde sucediese en Berisso, un 23 de Febrero de 1962, mientras pronunciaba un discurso en un acto de campaña como candidato a Gobernador de Buenos Aires por el Radicalismo del Pueblo.

Nació un 29 de enero del año 1902 en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Su padre era descendiente de vascos y su madre Enriqueta Boffa de italianos. El hogar de los Larralde era modesto, de trabajadores, pero muy digno y honrado. Crisólogo y su madre vivían en un inquilinato de la ciudad de Avellaneda, en una casa de madera, donde las hendijas eran rellenadas con diario mojado para que no penetrara el frío. En la misma casa, vivían unos anarquistas que hablaban de las injusticias sociales, del proletariado, de guerra contra las clases adineradas etc. Crisólogo frecuentaba a estas personas y tomaba contacto con libros, pensadores y periódicos poco comunes en Argentina.

En varias oportunidades este niño fue a parar a las comisarías junto a los obreros, al ser descubiertos en reuniones políticas, mientras que el común de los niños jugaba a la pelota todo el día. Así ha amasado sus convicciones obreristas este revolucionario radical.

Eran esos años de nuestro país en los cuales el radicalismo había abrazado dos principios para llevar adelante su lucha a favor de los más débiles: la Abstención y la Revolución. En este sentido, se suceden los levantamientos que planificaba Don Hipólito Yrigoyen a principios del siglo XX, cuyo fruto fue lograr la aprobación en el año 1912, de una Ley que garantizará el voto secreto, obligatorio y universal, norma esta, que posibilitaría la llegada de la Unión Cívica Radical al poder por primera vez, en el año 1916.

Comenzó a trabajar a los 13 años en una imprenta. De noche se interesaba por la lectura de libros relacionados con las luchas populares.

Sus primeros trabajos fueron publicados en el periódico anarquista La Libertad de Avellaneda. En 1916, cuando tenía 14 años, se afilió a la Unión Cívica Radical, movilizado por el impacto histórico del triunfo de Hipólito Yrigoyen.

Por su origen humilde y su comprensión de la problemática de los trabajadores, Crisólogo Larralde se constituyó en el máximo exponente de la voz social del radicalismo, a partir de la década de 1930

Durante la llamada Década Infame fue elegido y asumió como concejal en Avellaneda. Posteriormente resultaría electo senador provincial en Buenos Aires, pero presentará renuncia indeclinable debido al fraude sistemático y generalizado que imponían los gobiernos de la Concordancia.

En 1943 fue uno de los fundadores de la corriente interna Revisionismo Bonaerense, presidida por Ricardo Balbín, e integrada por Oscar Alende y Moisés Lebensohn, entre otros, que constituyó uno de los primeros intentos en desalojar de la conducción de la UCR a la corriente conservadora unionista (alvearista).

En abril de 1945 fue uno de los firmantes de la Declaración de Avellaneda, que diera origen poco después al Movimiento de Integración y Renovación (MIR).

Luego del 17 de octubre de 1945, junto al resto de los intransigentes, Crisólogo Larralde se opuso a que la Unión Cívica Radical integrara la Unión Democrática, y rechazó el tono crudamente antiperonista de la campaña electoral.

Luego de la estrepitosa derrota de la Unión Democrática en las elecciones de 1946, Crisólogo Larralde, fue junto con Antonio Sobral y Arturo Frondizi uno de los tres intransigentes que integraron la Junta de siete miembros que reemplazó al Comité Nacional. A poco andar, los tres miembros intransigentes abandonaron la Junta por las diferencias irreconciliables que tenían con el sector unionista.

En 1954 se realizaron elecciones para elegir vicepresidente de la Nación. Larralde fue el candidato del radicalismo.

En 1956, la Unión Cívica Radical se dividió en dos: la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) dirigida por Arturo Frondizi, y la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Ricardo Balbín. Crisólogo Larralde fue uno de los dirigentes que más se esforzó en evitar la fractura. Una vez producida se integró a las filas de la UCRP en donde fue elegido ese mismo año presidente del Comité Nacional.

En 1957, como presidente del Comité Nacional de la UCRP, intervino activamente para evitar que los convencionales de la UCRP se retiren de la Convención Constituyente antes de dar su voto favorable por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, sobre los derechos del trabajo. Sin embargo, inmediatamente después, los convencionales sabattinistas, junto a los conservadores, se retiraron finalmente de la Convención Constituyente, impidiéndole continuar.

En 1962 Crisólogo Larralde era el candidato a gobernador de Buenos Aires por la UCRP, el 23 de febrero de ese año, en ocasión de un acto de campaña en el distrito industrial de Berisso (Gran Buenos Aires), murió en la tribuna, en el momento en que pronunciaba su discurso. 

Una importante avenida de Capital Federal (cruzando los barrios de Núñez, Saavedra y Villa Urquiza) lleva su nombre en homenaje.

 FUENTES:
Wikipedia

César Arrondo,