JULIETA LANTERI La primera mujer que votó en la Argentina
Fue
en 1911. Todavía no estaba permitido el voto femenino. Para la elección de
legisladores de ese año, Buenos Aires convocó, como era usual, a la inscripción
en los padrones. Podían hacerlo los ciudadanos mayores de 22 años, residentes
en el municipio, con ingresos provenientes de comercio, industria o profesión
liberal, y acreditaran pagar impuestos. Nada se establecía respecto al sexo. Se
percató de ello, y Lanteri se inscribió en la parroquia de su domicilio,
(Buenos Aires estaba dividida en parroquias en ese entonces), en la Parroquia
San Juan Evangelista de La Boca, y el dia de las elecciones, el 26 de noviembre
de 1911, sufragó.
El presidente de mesa, Dr. Adolfo Saldías, afirmó cuando la
saludaba: “me congratulo en ser el firmante del documento del primer sufragio
de una mujer en el país y en Sudamérica”.
Al
día siguiente la noticia salió en los principales diarios del País, La Nación y
La Prensa entre ellos.
Obviamente,
poco después, se sancionaba una norma prohibiendo el voto de las mujeres, justificando
su sanción en que el empadronamiento era propio del enrolamiento en el registro
para el servicio militar. Cuando lo intentó, no se le permitió enrolarse,
aunque lo intentó hasta con el Ministro de Guerra.
Julia
Magdalena Ángela Lanteri, más concretamente, Giulia Maddalena Angela Lanteri, nació
en Briga Marittima, provincia de Cuneo, Italia, 22 de
marzo de 1873. De muy chica emigró a la Argentina. Mediante permisos
especiales fue la primera mujer en estudiar en el Colegio Nacional, luego se
recibió de farmacéutica (1898), y siempre con autorizaciones especiales, en 1907
se recibe de mádica, siendo la 5º. en lograrlo. Cecilia Grierson había
sido la primera.
Junto
a su amiga Raquel Camaña, Elvira Rawson de Dellepiane, Petrona
Eyle, Sara Justo, Cecilia Grierson y Adelia Di Carlo funda
el primer Centro Feminista, y es organizadora del Congreso Femenino
Internacional de 1910.
Incansable,
la Lanteri como la llamaban en la época, quiso presentarse en 1919 como
candidata a diputada. No se homologó su candidatura. Disconforme, organizó una
manifestación que juntó a más de cuatro mil personas, donde se hizo un
simulacro de votación que la hizo famosa entre todas las sufragistas del mundo.
Por
ello, Juan B. Justo la incluye en 1920
junto a Alicia Moreau de Justo en la lista del Partido Socialista Argentino.
Posteriormente
funda el Partido Feminista Nacional y se
postula a diputada y senadora en varias
oportunidades. Hacia campaña con la consigna “En el Parlamento una banca me
espera, llevadme a ella”.
El 23
de febrero de 1932, en confuso episodio, la Dra. Lanteri es atropellada mientras caminaba
por la Diagonal Norte, en pleno microcentro de Buenos Aires, por David
Klapenbach. Este huyó de la escena del crimen. La cronista y escritora Adelia
Di Carlo denunció que Klappenbach era miembro de la Liga Patriótica Argentina,
un grupo paramilitar de extrema derecha, y que no se trató de una accidente
como lo caratuló la Policia, sino que fue un "accidente de un vehículo
marcha atrás", un eufemismo para denunciarlo como asesinato.
Su
funeral congregó a millares de personas que acompañaron el cortejo hasta su
morada final.
Su
lucha no quedó trunca. Diversas mujeres la continuaron hasta que Evita (María
Eva Duarte de Perón) la toma, y pese a su predicamento, tuvo que rodear el
parlamento con mujeres y adictos, afirmando que no se moverían de allí hasta
que no fuera sancionada la ley que otorgaba el voto a las mujeres. Así, en 1947
es sancionada la Ley 13.010, que permitió a las mujeres acceder a las urnas,
participando políticamente en el sistema democrático argentino.
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