sábado, 4 de julio de 2015

HILARIÓN DE LA QUINTANA "EL EDECÁN DEL GENERAL SAN MARTÍN"

HILARIÓN DE LA QUINTANA  

"EL EDECÁN DEL GENERAL SAN MARTÍN"



Nació en 1774 en Maldonado murió en  Buenos Aires, Argentina en 1843.
Era hijo de José Ignacio de la Quintana, un militar de larga carrera, que había sido oficial en el tiempo de la Guerra Guaranítica de 1754. Más tarde había luchado con el virrey Pedro de Ceballos en la conquista de Santa Catarina, en las luchas contra los indígenas a órdenes del coronel Viana (padre) y en la reconquista de Colonia del Sacramento.

Era el jefe de los ejércitos de Buenos Aires cuando se produjo la primera invasión inglesa, y su actuación fue muy criticada. También era tío de María de los Remedios de Escalada, la esposa del general José de San Martín.

Se inició como cadete del regimiento de Dragones de Buenos Aires y prestó servicios en varios destinos militares, especialmente en Montevideo.

Estaba en Montevideo en 1806, cuando se produjo la primera invasión inglesa y fue puesto al mando de las tropas que el gobernador de Montevideo, Pascual Ruiz Huidobro, le entregó a Santiago de Liniers. Como tal, era el segundo de Liniers cuando la Reconquista.

Antes del ataque, le llevó al gobernador inglés, William Carr Beresford, la intimación de rendirse, que éste desechó.

Después de la victoria, negoció con él las condiciones de la rendición. En esa ocasión tuvo que apaciguar a los milicianos porteños, con riesgo de su vida.

Participó también de la defensa contra la Segunda Invasión Inglesa en 1807, pero pasó a retiro militar después de ese año.

Se reincorporó al ejército en 1810, después de la Revolución de Mayo, como parte de las fuerzas de la Banda Oriental. Participó de los sitios de Montevideo, en 1811 y 1812, y se destacó en la batalla de Cerrito.

Fue nombrado comandante general de Entre Ríos por el director Gervasio Antonio Posadas, pero a los pocos días de su llegada, en enero de 1814, su segundo, el coronel Holmberg, fue totalmente derrotado por el caudillo federal Eusebio Hereñú en el Combate de El Espinillo, cerca de Paraná. Fue tomado prisionero por Fernando Otorgués junto a Holmberg, pero a los pocos días fueron liberados y enviados a Buenos Aires.

Desde marzo de 1814, y por poco tiempo, fue teniente de gobernador de San Miguel de Tucumán, que aún dependía de laprovincia de Salta. En enero de 1815 fue nombrado gobernador de Salta, y apoyó todo lo que pudo la marcha del Ejército del Norte hacia el Alto Perú. Fue desplazado del poder por el coronel Martín Miguel de Güemes, que formó su propio gobierno. Marchó al Alto Perú y se unió al Ejército del Norte, hasta la derrota de éste a fines de ese año.

Formó parte del partido federal dirigido por Manuel Dorrego, y se opuso al gobierno de Juan Martín de Pueyrredón, al que consideraban despótico. Éste lo envió al Ejército de los Andes: era una forma cómoda de sacarse de encima a los militares opositores, que ya había ensayado con Soler, y fracasado con Dorrego.

Se unió al Ejército de los Andes el 24 de enero de 1817, cuando el ejército ya estaba en marcha, integrándose al estado mayor -el coronel Hilarión de la Quintana llegó de Buenos Aires con pliegos para San Martín, y éste lo invitó a sumarse a la expedición-.

Luchó en la batalla de Chacabuco, fue edecán del general José de San Martín — casado con una sobrina suya — y peleó en Cancha Rayada y Maipú.

En 1817 fue director supremo interino de Chile. Durante su breve mandato, proclamó la Independencia de Chile, hizo oficial su Bandera y acuñó la primera moneda nacional.

Regresó en 1819 a Buenos Aires y fue acusado de participar en un complot contra el gobierno. Fue dado de baja del ejército, de modo que el mismo Pueyrredón se lo sacó de encima dos veces.

Después de la batalla de Cepeda, el nuevo gobernador, Manuel de Sarratea, lo llamó para que se hiciera cargo de la comandancia de armas de la provincia, cargo en que duró poco.

Participó del lado de Soler y Dorrego en los hechos de la anarquía del año XX. Dirigió el asalto a San Nicolás de los Arroyos — donde se habían refugiado los aliados del caudillo Estanislao López, Alvear y Carrera — bajo las órdenes de Dorrego.

Tras la pequeña victoria de Pavón, quedó como jefe de San Nicolás, lo que le ahorró la derrota y la vergüenza en la batalla de Gamonal.

Participó en la revolución de octubre de ese año, junto al coronel Manuel Pagola, por la cual fue arrestado tras su derrota frente al general Martín Rodríguez y el coronel Juan Manuel de Rosas. Emigró a Montevideo y regresó al año siguiente, cuando la situación política se estabilizó bajo el gobierno de Rodríguez.

Fue pasado a retiro por la reforma militar del ministro Bernardino Rivadavia y permaneció alejado de la política por varios años.

Volvió a la actividad para ejercer cargos secundarios bajo la gobernación de Dorrego y a su caída se retiró definitivamente.

El general Juan Lavalle lo desterró y a su regreso sólo volvió a aparecer en público para un apoyo a Rosas en una manifestación.

Murió pobre en 1843, en un hospital público de Buenos Aires.

Una calle en el partido bonaerense de Vicente López lleva su nombre, al igual que otra calle en el barrio Malvín Norte en Montevideo, Uruguay.



NICOLÁS DÁVILA

NICOLÁS DÁVILA



Nació y murió en Nonogasta, provincia de La Rioja,Argentina 1786-1876.

Era el segundo hijo de Francisco Brizuela y Doria (apellido reservado a los primogénitos de la familia). Estudió en su ciudad natal y en Córdoba.

En 1812 colaboró con su padre en la fabricación de varios de los primeros cañones que fueron a engrosar la artillería del Ejército del Norte.

Al año siguiente fue alcalde de primer voto de su ciudad, teniendo serios encontronazos con el teniente gobernador. En 1814 hizo elegir teniente gobernador a su padre, y después de la crisis de la revolución de las familias opositoras Ocampo y Villafañe, dirigió la elección de su hermano mayor Ramón Brizuela y Doria. Fue nombrado comandante militar del departamento de Famatina, sede del poder feudal de su familia.

A principios de 1816, preparó dos escuadrones de milicias para formar parte de la campaña de José de San Martín a Chile. Al mando de esas fuerzas fue puesto el teniente coronel Francisco Zelada, quedando Dávila como segundo jefe.

Partieron hacia la cordillera a mediados de enero de 1817, simultáneamente con el avance de las columnas bajo el mando directo de San Martín. Desde Guandacol cruzaron las altas cumbres y bajaron directamente sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha. La guarnición escapó hacia el sur, aunque más tarde sus jefes fueron arrestados.

Regresó a La Rioja hacia 1818, permaneciendo como jefe de la guarnición de Famatina.
Como consecuencia de la revolución que determinó la autonomía de la provincia de La Rioja y el acceso al poder del general Francisco Ortiz de Ocampo fue deportado a Catamarca, por suponérselo opuesto al nuevo gobierno. El gobierno de Ocampo fue sencillamente desastroso.

A mediados de 1821, La Rioja fue invadida por la división de Francisco Solano del Corro, quien se había rebelado y separado del Ejército de los Andes, logrando derrotar al gobernador. La situación fue salvada por el comandante de Los Llanos, Facundo Quiroga, que llamó a Dávila para reemplazar a Ocampo como gobernador.

El gobierno de Dávila fue relativamente ordenado y estable, manteniéndose la paz interna. Centró todos sus esfuerzos en la explotación de las minas de plata de Famatina, con las que pensaba reemplazar la moneda acuñada en el Alto Perúcomo moneda de circulación obligatoria en todo el país.

Dos años después de iniciado el gobierno, tuvo un conflicto con la legislatura, que fue defendida por Quiroga. Aprovechó la ausencia de éste en San Juan para desarmarlo mediante sobornos a sus subordinados. Su plan fracasó , y entonces hizo algo insólito: trasladó la capital de la provincia a Famatina, sede del poder de su familia. La legislatura se negó a seguirlo hasta allí y lo declaró depuesto.

Dávila ordenó la disolución de la legislatura y nombró comandante de armas de la provincia a su hermano Miguel Dávila, ascendiéndolo al grado de general. Tras la rechazar la mediación del coronel Manuel Corvalán, atacó la capital. Allí lo esperaba Facundo Quiroga, que lo derrotó en la batalla de El Puesto, del 28 de marzo de 1823. Miguel Dávila murió a manos del mismo Quiroga.

Nicolás Dávila huyó a Catamarca, donde apoyó las conspiraciones de los líderes unitarios Miguel Díaz de la Peña y Manuel Antonio Gutiérrez, que llevaron a la guerra civil entre Quiroga y Lamadrid

Vivió algún tiempo en Chile y regresó a su provincia en 1830, con las fuerzas con que el general Lamadrid invadió La Rioja después de la derrota de Quiroga en la batalla de Oncativo. La provincia fue recuperada por los federales a principios de1831, y nuevamente huyó a Chile.

Vivió muchos años en Bolivia, regresando a La Rioja hacia 1852 bajo la protección del gobernador Manuel Vicente Bustos. Su sucesor, Francisco Solano Gómez, le nombró ministro general.

Cuando estalló la guerra civil que tuvo como protagonista al Chacho Peñaloza, logró quedar a un lado dedicado al cultivo de la vid. No volvió a actuar en política.



viernes, 3 de julio de 2015

JUAN MANUEL CABOT Coronel de San Martín

JUAN MANUEL CABOT 

Coronel de San Martín



Juan Manuel Cabot (n. San Miguel de Tucumán, Virreinato del Río de la Plata, 23 de marzo de 1784 – † Santiago de Chile, Chile, 1837), militar argentino que participó en las guerras de independencia de su país y de Chile.

Estudió en el Real Colegio de San Carlos en Buenos Aires, y en esa ciudad se dedicó al comercio.

Se unió a las fuerzas porteñas en la Reconquista contra la primera invasión inglesa; durante la segunda, fue oficial de artillería del Cuerpo de Voluntarios Patriotas de la Unión.

Retirado de la milicia y dedicado al comercio, participó de las conspiraciones que desembocaron en la Revolución de Mayo.

Identificado con los líderes revolucionarios Mariano Moreno y Nicolás Rodríguez Peña, en septiembre de 1810 se incorporó como teniente al regimiento de la Estrella, reclutado por Domingo French entre los simpatizantes de Moreno. Tras la derrota del partido de Moreno en abril, permaneció como instructor de reclutas del regimiento, ahora llamado Número 3 de Infantería.

En 1813 fue enviado con fuerzas de infantería a unirse a la Segunda expedición auxiliadora al Alto Perú. No llegó a entrar en combate, y fue enviado nuevamente a Buenos Aires.

Campaña a Chile
En abril de 1815 fue enviado a unirse al Ejército de los Andes, que se estaba formando en Mendoza a órdenes de José de San Martín; éste lo ascendió al grado de teniente coronel y lo puso a órdenes del coronel Juan Gregorio de Las Heras, cuyo regimiento, el 11 de infantería, tenía fama de ser el mejor instruido.

A fines de 1816, San Martín lo envió al mando de un regimiento combinado a San Juan, desde donde debía tomar parte de la campaña de Chile por su flanco norte: por el Paso de Guana, ubicado al norte de esa provincia, tomar la provincia de Coquimbo y su capital, La Serena. Su segundo jefe era el teniente coronel Francisco Zelada.
Cruzó la Cordillera de los Andes en dos semanas, y obtuvo dos victorias en dos días sucesivos: la escaramuza de Barrazay la decisiva batalla de Salala, que le permitió tomar la ciudad de La Serena el 12 de febrero, el mismo día en que San Martín obtenía la victoria de Chacabuco.

Hizo algunas expediciones por el interior de la provincia conquistada, y a principios del año siguiente se unió al resto del Ejército. Luchó en Cancha Rayada y Maipú. Después de esa victoria, hizo un recorrido militar por todo el norte de Chile, regresando a Santiago después de haber organizado las guarniciones militares de la zona.

En mayo de 1819 – por razones que no explicitó, pero probablemente por una herida de guerra que le lesionó su mano izquierda– solicitó y obtuvo la baja del ejército. Se dedicó al comercio en la capital chilena, y no se sabe que nunca haya vuelto a tomar las armas.

Falleció en Santiago de Chile en 1837.

Bibliografía
• Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.
• Canido Borges, Jorge Oscar, Buenos Aires, esa desconocida; sus calles, plazas y monumentos, Ed. Corregidor, Bs. As., 2003. ISBN 950-05-1493-1

• Ruiz Moreno, Isidoro J., Campañas militares argentinas, Tomo I, Ed. Emecé, Bs. As., 2004. ISBN 950-04-2675-7

ALEJO BRUIX

ALEJO BRUIX


Alexis Vital Joseph, barón de Bruix, llamado Alejo Bruix en Sudamérica (Brest, Francia 1790 – Callao, Perú,1825),

Nacido en Brest, hijo del almirante francés Étienne Eustache Bruix, Alexis se inició en el ejército como oficial del 5º Regimiento de Chasseurs a Cheval, promovido por méritos a la Guardia Imperial. Combatió en la campaña de Rusia, llegando a ser paje del emperador francés, adquiriendo el título de barón.

Después de la Batalla de Waterloo, como otros oficiales franceses, Alejo y su hermano Eustaquio Bruix conatactaron con el diplomatico argentino Bernardino Rivadavia en París, quien los convenció de combatir para las tropas de las Provincias Unidas, y en un buen numero de oficiales, entre los que se encontraban tambien Dauxion, Vidt, Trolé, Salvigni, Viel, Sowersby , Rauch, Danel y Brandsen, pasaron a Buenos Aires, donde arribaron en septiembre de 1817,

El 6 de noviembre de ese año, Alexis fue destinado a combatir en el Ejército de los Andes con el nombramiento de sargento mayor de caballería de línea.

Los dos Bruix fueron dados de alta en el Ejército de los Andes después de la Batalla de Chacabuco, en el Regimiento de Granaderos a Caballo. Ambos lucharon en Cancha Rayada y Maipú, hicieron la segunda campaña del sur de Chile y pelearon con los Granaderos a Caballo en la campaña de Bío Bío, en la que Eustaquio Bruix murió en combate, atravesado por una bala de cañón .

El año 1819 es uno de los más sangrientos de esta “guerra a muerte” entre patriotas y realistas, y araucanos de ambos lados y comienza con un combate en las pampas de Santa Fé donde Viel derrota completamente a un escuadrón realista mientras el resto de las fuerzas patriotas al mando de Escalada, marchaba hacia el río Bio – Bio.

El grueso de la tropa realista, comandada por el caudillo Sánchez, se instaló al sur del río mencionado pero fueron nuevamente derrotados por los granaderos de Bruix, Escalada y Olavarría.

El ejército patriota cruzó el río y comenzó una penosa marcha a través de riachos, arroyos, pantanos y lagunas que dificultaban el accionar de la caballería y facilitaban los ataques de los indios y montoneros : un escuadrón de  granaderos al mando de Ramallo, fué atacado por un malón de más de 400 lanzas y luego de una dura batalla, mas de 200 indios quedaron en el campo.

El capitán Alejo Bruix y el mayor Angel Pacheco, con sus granaderos ,volvieron a atacar al caudillo realista cerca del fuerte Nacimiento, derrotándolo completamente. Al término de esta campaña, el caudillo realista y su ejército en esqueleto, cruzó la Araucania y se encerró definitivamente en Valdivia”. Lo que quedaba por hacer, era una guerra de mera policía, a ese fin se confió a los Granaderos, la custodia de las poblaciones de Fuerte Nacimiento, Los Angeles y San Carlos.

El 4º escuadrón de Granaderos a Caballo escribió en el sur de Chile, su última página de gloria en la historia chilena.
Lo comandaba Benjamín Viel que tenía por ayudantes al mayor Pedro Ramos, los capitanes Bernardo Escribano y Alejo Bruix, los tenientes Samuel Lowe, Manuel López, Valentín Gálvez y Manuel Pueyrredón , los alféreces Antonio Espinosa y Francisco Capilla.

En 1820, el capitán Alejo Bruix fué destinado posteriormente como jefe del 2º escuadrón, por lo que dejó a sus compañeros en el sur y se unió a la Expedición Libertadora del Perú; entró con el general José de San Martín en Lima y se destacó en la toma del puerto y castillos del Callao.

A continuación, hizo la campaña de Quito con Andrés de Santa Cruz y Juan Lavalle, distinguiéndose en Riobamba y Pichincha y obteniendo el ascenso a teniente coronel. Esta expedición sanmartiniana, auxiliadora de las fuerzas de Sucre, fue la que permitió declarar y consolidar la Independencia de Ecuador.

Durante las campañas de Simón Bolívar en el Perú, se amotinaron los Granaderos, uniéndose a la Sublevación del Callao, en protesta por el pésimo trato que recibían de su jefe, el general Enrique Martínez. Los amotinados se cambiaron de bando, entregando la plaza fuerte a los realistas.
Bruix, al saber de la sublevación se dirigió al frente de un piquete de granaderos a caballo en busca de las fuerzas de Bolívar, salvándolos del amotinamiento.
Luego de reunirse con los granaderos comandados por Bogado, fue nombrado jefe del escuadrón remanente del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes por Bolívar, renombrado desde ese momento como Granaderos de los Andes.

El 6 de agosto de 1824, comandando sus Granaderos a Caballo, Bruix participó de la Batalla de Junin. En principio la caballería colombiana de Bolivar y los granaderos, fueron vencidos y perseguidos por la caballería realista pero, otro ex granadero (el coronel Isidoro Suarez) que no habíoa llegado a partricipar de la acción con los Husares del Perú (cuerpo creado por San Martín) atacó a la caballería realista por la retaguardia.
“Entonces el Teniente Coronel Suárez apreciando con exactitud la situación, se apresuró mediante un simple movimiento de conversión, a cargar al enemigo, sobre su flanco y su retaguardia. En momentos en que el trompa de los Húsares peruanos tocó: “A degüello” por orden de Suárez, Bruix con sus Granaderos a Caballo detuvieron la retirada a medida que iban comprendiendo lo que estaba sucediendo. Ellos reconocieron enseguida ese toque porque el mismo era el utilizado por los Granaderos a Caballo y se había hecho famoso en todo el Ejército de Los Andes.

Suárez y sus Húsares detuvieron a la retaguardia realista. El grueso de la caballería real se vio obligado a combatir a éstos y a abandonar la persecución de la caballería patriota. El Escuadrón de Granaderos a Caballo al escuchar el toque característico del trompa y observar el coraje de la tropa de Suárez, volvió caras a retaguardia y cargó al galope, estrellándose contra los cientos de jinetes de Bedoya que se molestaban para ultimar al impertinente Escuadrón peruano. En esta segunda carga participaron el general Miller y los Coroneles colombianos Carbajal, Silva y el Mayor Braun que no dudaron en volver a la lucha…
Al recibir este último golpe y ver a los jinetes argentinos peleando con denuedo, por la sola acción de camaradería hacia los peruanos de Suárez, los realistas dudaron unos minutos y algunos se empezaron a retirar. A partir de allí y para sorpresa del Teniente General Canterac, el combate que estaba ganado invertía su resultado. A medida que los Escuadrones patriotas producían más bajas con sus sables, la caballería real empezó a retroceder y finalmente se retiró al galope, buscando la protección de la infantería del otro lado del Chacamarca.

Miller, el Capitán Pringles y una fracción de Granaderos a Caballo (de Los Andes),
persiguieron a la caballería de Canterac hasta el lugar donde se hallaba la infantería realista.

El General Mariano Necochea, que comandaba la caballería patriota (compuesta de colombianos, argentinos y peruanos) recibió al principio de la acción, siete heridas y fué hecho prisionero. A pedido de un soldado realista que había servido a sus órdenes en el Ejército de los Andes, le conservaron la vida. Fue rescatado por sus compañeros granaderos al producirse la huída de los realistas.En esta acción también rescataron al coronel José de Olavarría que había sido tomado prisionero al morir su caballo por una bala de cañón, durante la primera carga.

En el parte del día, el General Santa Cruz – por orden de Bolívar – destaca: “Su excelencia, el Libertador, recomienda a la admiración de la América al señor General Necochea, que se arrojó a las filas enemigas con una impetuosidad heroica, hasta recibir siete heridas…y al señor coronel Alejo Bruix que con el capitán Pringles, algunos oficiales y granaderos de los Andes, se mantuvo firme en medio de los peligros…al comandante Sowersby que, gravemente enfermo se arrojó a las lanzas enemigas hasta recibir una herida, y al mayor Olavarría…”

El 20 de noviembre de 1824 se dio orden para que el coronel Bruix fuese puesto al mando de una columna peruana destinada a reforzar al ejército comandado por el general Antonio José de Sucre, por esta razón no lideró el escuadrón de granaderos a caballo que combatió en Ayacucho, quedando al mando, durante la marcha de la columna, y en ausencia de Bruix, su segundo el teniente coronel José Félix Bogado .

De regreso a Lima, Alejo se unió al sitio contra la fortaleza del Callao, último reducto que quedaba a los realistas en el Perú, después de la derrota de Ayacucho.
A fines de 1825, mientras operaba contra la plaza – que capitularía el 23 de enero de 1826 – cayó del caballo y su cabeza golpeó contra unas rocas, muriendo instantáneamente. Tenía 34 años.

 Bibliografia Consultada.
Arenales, Jose I. Segunda Campaña a la Sierra del Perú Tall. Gráf. Argentinos, Bs. As. 1920. Comando en Jefe del Ejército Vocación Militar de Simón Bolívar. Suyfer SRL, Bs.As.1920
Comando en Jefe del Ejército Vocación Militar de Simón Bolívar. Suyfer SRL, Bs.As. 1983.
Espejo, Gerónimo Memorias .El Paso de los Andes Libr. La Facultad. Bs. As. 1916
Fagnilli Fuentes, Gabriel “ El El regimiento inmortal” Edit. Atlántida, Bs. As.1956
González Arrili, B. Historia de la Argentina. De. Nobis, Bs.As. 1964
Martín, Daniel R. (Cap.) El regimiento de Granaderos a Caballo Bs. As. 1962
Migliarini, Miguel A. José FélixBogado – Un ejemplo de la Historia Sudamericana Colec. Estrella federal. Bs.As. abril / 1997
Mitre Bartolomé Historia de San Martín. Biblioteca “La Nación” Bs. As. 1907
Olazábal, Manuel de Memorias (“Episodios de la guerra de la Independencia “) I. Nac. Sanmartiniano, BsBs. As. 1942.
Orrego Vicuña, Eugenio “Vida de San Martín” EMECE Edit. Bs. As. 1945
Otero, José Pacífico Historia del Libertador Don José de San Martín. ( tomos I, II, III y IV) Cía. Arg. de Editores, Bs. As. ( ¿1932?) Pueyrredon Carlos A “La campaña de los Andes” Edit. Peuser, Bs. As. 1942 Bs. As. 1942
Rosa, José María Historia Argentina Ed. Oriente, Bs.As. 1974 Salas, Carlos A. El Gral. San Martín y sus operaciones militares I. N. S. Bs.As., 1976.
Vicuña Mackenna Benjamín “Páginas escogidas” Edit. Estrada, Bs. As. 1944.- Yaben, Jacinto R. Biografías Biografías argentinas y sudamericanas Edit. Metrópolis, Bs.As. 1947.

FUENTE: Julio Ruiz 



IGNACIO ÁLVAREZ THOMAS

IGNACIO ÁLVAREZ THOMAS



José Ignacio Álvarez Thomas (Arequipa, 15 de febrero de 1787 - Buenos Aires, Buenos Aires, 19 de julio de 1857) fue un político y militar peruano de gran participación en las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Sus padres fueron el brigadier gallego Antonio Álvarez Jiménez y la dama barcelonesa María Isabel Thomás y Rancé (sobrina del religioso francés Armand Jean Le Bouthillier de Rancé).

Su padre se estableció en el virreinato del Perú como gobernador intendente de la Corona.
Por algún tiempo, vivió junto a su familia en Lima (Perú), pero cuando en1797 su padre fue llamado por el servicio español, toda la familia viajó a Buenos Aires, donde se asentaron, mientras su padre siguió solo su viaje a Madrid (España).

Como subteniente del Regimiento Fijo de Buenos Aires durante la primera de las Invasiones Inglesas en 1806 acompañó al virrey Rafael de Sobremonte en su huida a Córdoba. En la segunda invasión inglesa al Río de la Plata luchó con las milicias patriotas en el sitio de Montevideo de 1807 pero fue capturado y encarcelado, siendo liberado recién con la rendición de las tropas invasoras. Participó también en la Revolución de Mayo y con el grado de teniente coronel fue puesto al frente del regimiento n.º 4 formado por el antiguo Tercio de Cántabros Montañeses.
En 1812 se casó con María del Carmen Ramos-Belgrano.

Durante el gobierno del «director supremo» Carlos María de Alvear, luchó como coronel en la captura de Montevideo donde ganó una medalla (probablemente la que aparece en su retrato).
Fue designado jefe de la vanguardia del ejército que debía atacar a los federales de Santa Fe y posiblemente en la Banda Oriental. Sin embargo, a poco de partir hacia ese destino, el 3 de abril de 1815, estando en la posta de Fontezuelas (cerca de la actual ciudad de Pergamino (provincia de Buenos Aires), se puso en contacto con los enviados del caudillo José Artigas y se pronunció contra Alvear.
El cabildo de Buenos Aires y el general Miguel Estanislao Soler aprovecharon la oportunidad para forzar, unos días más tarde, la renuncia de Alvear. Junto con este, fue también derrocada la Asamblea del Año XIII.

El cabildo dirigió la elección de un nuevo director supremo, cargo para el que fue designado, el 20 de abril de 1815, José Rondeau. Pero dado que este estaba al frente del Ejército del Norte, en una campaña militar en el Alto Perú, Álvarez Thomas fue designado director interino al día siguiente. Por lo tanto, entre el 21 de abril de 1815 y el 3 de mayo de 1816ocupó interinamente el cargo de director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, en calidad de sustituto.

A mediados de 1815 hizo detener a una comisión del Congreso de Oriente de las provincias artiguistas, que habían bajado a Buenos Aires para establecer la paz definitiva, por lo que las tratativas de paz se interrumpieron. A continuación lanzó una invasión sobre Santa Fe, provincia a la que volvió a someter a la obediencia de Buenos Aires. De todos modos, a principios del año siguiente, la provincia declaraba su autonomía en forma definitiva.

Esta ruptura hizo imposible el avenimiento con Artigas y los federales, de modo que estos no reconocieron su autoridad nacional. Y tampoco habrían de enviar sus diputados al Congreso de Tucumán, ni participaron en la declaración de la Independencia. Por cierto, no fue Álvarez Thomas el único responsable; su responsabilidad es compartida con casi todos los gobiernos porteños y con el carácter particular y suspicaz del caudillo.

En 1816 envió una nueva invasión contra la recién independizada Santa Fe, pero su jefe, el general Eustoquio Díaz Vélez, prefirió pactar con los federales, y forzó al director sustituto a renunciar.

En 1820, cuando el Directorio fue disuelto, resurgió como líder, sin embargo, al ser encarcelado y liberado luego de 19 días, perdió su poca influencia política.
Entre 1825 y 1827 desempeñó los cargos de embajador de la Provincia de Buenos Aires en Perú3 y más tarde Chile.
En 1829 regresó a Buenos Aires, donde trató de organizar una insurrección contra el Gobierno de Juan Manuel de Rosas, por lo que fue encarcelado y posteriormente desterrado por este al Uruguay. En 1836 volvió a tratar de organizar una insurrección contra Rosas, por lo que este hizo presión para que Álvarez Thomas fuera desterrado a Brasil. En 1839 colaboró con la campaña de Juan Lavalle (en Río de Janeiro) y en 1840 trató de organizar otra insurrección contra Rosas. En 1846 emigró a Chile y luego a Perú.
En 1852, cuando Rosas fue derrocado por Justo José de Urquiza, Álvarez regresó a la Argentina para instalarse en Buenos Aires definitivamente. Fue dado de alta en el ejército del Estado de Buenos Aires con el grado de coronel mayor.
Falleció, posiblemente de tuberculosis, 5 el 19 de julio de 1857, a los 70 años, en la ciudad de Buenos Aires.

Fuente: Wikipedia


GRAL RUDECINDO ALVARADO Guerrero de Belgrano y San Martín

GRAL RUDECINDO ALVARADO 

Guerrero de Belgrano y San Martín




Guerrero de la independencia. Héroe militar argentino. Adhirió a la Revolución de Mayo de 1810. Nació en Salta un 1º de marzo de 1792, perteneciente a importantes y tradicionales del medio. Sus padres fueron el español don Juan Francisco de Alvarado y doña María Pastora Toledo Pimentel. Abandonó sus estudios en la Universidad de Córdoba a los 17 años para dedicarse al comercio, para lo cual regresó a su ciudad natal. Pero ni bien volviera, ocurrieron los episodios de mayo, a los cuales se adhirió inmediatamente.

Se alistó en las filas del ejército de la patria, más específicamente en la Compañía de Patricios de Salta creada por el entonces gobernador Coronel Tomás de Allende. Estuvo en la desastrosa jornada de Huaqui, donde las fuerzas de la patria, comandadas por el Coronel Antonio González Balcarce fueron vencidas por las del ejército realista, al mando del General Manuel de Goyeneche y Barreda. 

Por aquel tiempo el Coronel Juan Martín de Pueyrredón se retiraba de Charcas hacia la ciudad de Tucumán, con la caja de caudales de la Casa de la Moneda de Potosí. Para proteger esta acción fue enviado nuestro biografiado hasta la ciudad de Orán. Al producirse la invasión del General Pío Tristán , Alvarado formó parte del batallón de “Decididos”, con el cual participó en la batalla de Tucumán el 24 de setiembre de 1812, como Ayudante de Campo del general Eustaquio Díaz Vélez, cargo éste con el que participara también en la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813.

No bien llegado a Salta el General Belgrano, Rudecindo Alvarado ya con el grado de capitán de la 4º Compañía del Batallón de Cazadores, se incorpora a las fuerzas patriotas. Posteriormente cuando el ejército se repliega hasta Tucumán, bajo el mando del General en Jefe, Coronel don José de San Martín, recibe los despachos de Sargento Mayor, del Batallón Nº 2 de Cazadores, hecho que ocurre el 10 de marzo de 1815.

Ese mismo año, Rondeau se hace cargo de la jefatura del Ejército del Norte, y comienzan a realizarse operaciones militares sobre el Alto Perú; es entonces que Alvarado se encuentra en la acción de Puesto del Marqués. Sobrevienen luego los reveses de Venta y Media y Sipe-Sipe donde las fuerzas nacionales fueron batidas por Olañeta y Pezuela. En estas acciones se destaca el mayor Rudecindo Alvarado, pues el fuego de línea de las tropas a su cargo, fue el que mayor oposición efectuara al enemigo. El ejército así derrotado, se repliega hasta Salta donde surgen las disputas entre Güemes y Rondeau. Alvarado complicado en esta crisis, se vio obligado a trasladarse a Tucumán, donde ayudó a la conformación del Cuarto Ejército Auxiliar. Por aquellos días, se instaló el Congreso General Constituyente, que sancionara el “Acta de la Independencia”. Pueyrredón que era uno de sus miembros viaja a Salta para terciar entre los dos jefes y en aquella oportunidad nombra a Rudecindo Alvarado como uno de sus edecanes. La carrera militar de nuestro biografiado siguió en ascenso, pues fue trasladado con otros oficiales de distinto rango, a reforzar El Ejército de Los Andes que comandaba San Martín y con el cual iría a libertar tres países. Realizó el cruce de Los Andes bajo el mando del general Soler, que lo hacía por el paso de Los Patos, y se encontró de esta manera con el resto del ejército en la cuesta de Chacabuco, donde el comandante Alvarado estaba a cargo de la vanguardia de la división Soler. Se encontró asimismo en la acción de Cancha Rayada, donde su valentía y estrategia lograra salvar a casi toda su compañía, que sólo tuvo 21 bajas. Estuvo en la acción de Maipú, donde desempeñó las funciones de Comandante del ala izquierda patriota. El desempeño fue tan brillante que le valió su ascenso a Coronel. Rindió al Regimiento Real de Burgos que venía de una campaña de 18 victorias en España. Formó luego parte del cuerpo de ejército del general Antonio González Balcarce, en el sur de Chile, para combatir a las fuerzas opositoras y evitar su reorganización como ocurrió en Talcahuano, después de Chacabuco.

Organizo un ejército para la futura empresa de San Martín en el Perú, en prevención de que sus tropas se contagiaran de los motines de Cuyo.
En 1820 pasó a ser comandante del famoso regimiento de granaderos a caballo. En el Perú operó junto a Tomás Guido representando a San Martín en las reuniones previas a las negociaciones de Punchauca.
Fue jefe del Estado Mayor de San Martín cuando Lima fue ocupada. Permaneció al frente del ejército unido tras la renuncia y partida de San Martín del Perú.

La actuación en Chile, fue muy destacada, y fue en Valparaíso donde tomó prisionero a Marcó del Pont, y apresó a un bergantín español. San Martín debido a su comportamiento lo mandó a regresar a las provincias de Cuyo, a cumplir misiones especiales y al reclutamiento de soldados. Fue con el cargo de Inspector General d las mencionadas provincias. Recibe allí después de la campaña de La Sierra, los despachos de General de Brigada.

A mediados de 1822, San Martín renunciaba y abandonaba el Perú. Pero antes de retirarse nombró a Alvarado Gran Mariscal del Perú y jefe de todas las fuerzas argentinas. Y le encargó hacer una campaña a los "puertos intermedios", es decir, del sur del Perú y del norte de Chile, para tomar la ciudad de Arequipa y tener dos flancos desde donde atacar a los realistas del Cuzco. A pesar de contar con una fuerza de cinco mil hombres, la campaña pronto se convirtió en un desastre. En dos días sufrieron dos derrotas en Torata y en Moquegua. El ejército se reembarcó en Ilo, puerto de Arequipa; varias cargas de la caballería del coronel Juan Lavalle los salvaron de ser capturados, pero algunos de sus barcos se hundieron al regreso.
Fue nombrado gobernador de la guarnición de El Callao, pero ésta se sublevó y se pasó a los realistas. Fue tomado prisionero y trasladado a La Paz, pero al llegar la noticia de Ayacucho, sus propios carceleros lo liberaron.

En 1854 fue nombrado ministro de la Guerra en el gobierno de Justo José de Urquiza (1853-1860), conforme a la nueva Constitución de 1853. Renunció para reasumir la gobernación de su provincia. Hasta sus últimos días.
Fue Gobernador de Salta desde el 15 de abril de 1855, hasta el 5 de mayo de 1856, en que renunciara, debido a su delicado estado de salud. Murió el 22 de junio de 1872, en Salta, y sus cenizas reposan en el Panteón de las Glorias del Norte. Recibió todas las condecoraciones militares de su país, además de las otorgadas por Chile y el Perú.


Fuentes: Ricardo Federico Mena El Intransigente

JOSÉ MARÍA AGUIRRE Soldado de Belgrano y de San Martín

JOSÉ MARÍA AGUIRRE 

Soldado de Belgrano y de San Martín


José María Aguirre y Arias Montiel era hijo de don José Gabriel Aguirre y Juana Dominga Arias Montiel, familia registrada en Santa Fe desde el mismo momento de la fundación. Se incorpora al ejército cuando pasa Belgrano por Santa Fe hacia el Paraguay y a partir de allí desarrolla una azarosa y comprometida carrera militar. Durante el sitio de Montevideo sirvió a órdenes de Rondeau, es ascendido y recibe por su desempeño la medalla de plata con la inscripción "La Patria Reconocido a los Libertadores de Montevideo".
Luego de participar en diferentes campañas y acciones militares es llamado por San Martín a completar los cuadros en el Ejército de los Andes. Participa en la batalla de Chacabuco, en la derrota de Cancha Rayada entre las fuerzas de Las Heras, y en Maipú. Su desempeño heroico le hizo merecedor de la Medalla de Plata y del Cordón de Oro por parte del gobierno del Río de La Plata. El de Chile lo distingue con "Medalla y Cordón de Oro", "la Legión al Mérito", "Cruz de Oro" y el título de "Heroico Defensor de la Nación". Al finalizar esta parte de la campaña fue ascendido a teniente coronel efectivo. Luego se embarca al Perú a órdenes del Gral. Arenales, participando de diferentes combates y del sitio del Callao, donde permaneció hasta el retiro de los realistas de las sierras. Por su desempeño, se le otorgaron dos medallas de oro, la designación de "Benemérito de la Orden del Sol de Perú" y es nombrado comandante general de los resguardos de Lima.>
En 1823, regresa a Buenos Aires, está presente en la batalla de Ituzaingó, finalizando su carrera en el ejército de la provincia de Buenos Aires con el grado de Coronel. Fallece el 15 de abril de 1847 legando para la historia el "Compendio de las Campañas del Ejército de los Andes", el que fuera reeditado por disposición del Gral. Jerónimo Espejo.