HILARIÓN DE LA QUINTANA
"EL EDECÁN DEL GENERAL SAN MARTÍN"
Nació
en 1774 en Maldonado murió en Buenos Aires, Argentina en 1843.
Era
hijo de José Ignacio de la Quintana, un militar de larga carrera, que
había sido oficial en el tiempo de la Guerra
Guaranítica de 1754. Más tarde había luchado con
el virrey Pedro de Ceballos en la conquista de Santa
Catarina, en las luchas contra los indígenas a órdenes del coronel Viana
(padre) y en la reconquista de Colonia del Sacramento.
Era
el jefe de los ejércitos de Buenos Aires cuando se produjo la primera
invasión inglesa, y su actuación fue muy criticada. También era tío
de María de los Remedios de Escalada, la esposa del general José de
San Martín.
Se
inició como cadete del regimiento de Dragones de Buenos Aires y
prestó servicios en varios destinos militares, especialmente
en Montevideo.
Estaba
en Montevideo en 1806, cuando se produjo la primera invasión inglesa y fue
puesto al mando de las tropas que el gobernador de Montevideo, Pascual
Ruiz Huidobro, le entregó a Santiago de Liniers. Como tal, era el segundo
de Liniers cuando la Reconquista.
Antes
del ataque, le llevó al gobernador inglés, William Carr Beresford, la
intimación de rendirse, que éste desechó.
Después
de la victoria, negoció con él las condiciones de la rendición. En esa ocasión
tuvo que apaciguar a los milicianos porteños, con riesgo de su vida.
Participó
también de la defensa contra la Segunda Invasión Inglesa en 1807, pero
pasó a retiro militar después de ese año.
Se
reincorporó al ejército en 1810, después de la Revolución de Mayo,
como parte de las fuerzas de la Banda Oriental. Participó de
los sitios de Montevideo, en 1811 y 1812, y se destacó
en la batalla de Cerrito.
Fue
nombrado comandante general de Entre Ríos por el
director Gervasio Antonio Posadas, pero a los pocos días de su llegada, en
enero de 1814, su segundo, el coronel Holmberg, fue totalmente
derrotado por el caudillo federal Eusebio Hereñú en
el Combate de El Espinillo, cerca de Paraná. Fue tomado prisionero
por Fernando Otorgués junto a Holmberg, pero a los pocos días fueron
liberados y enviados a Buenos Aires.
Desde
marzo de 1814, y por poco tiempo, fue teniente de gobernador de San Miguel
de Tucumán, que aún dependía de laprovincia de Salta. En enero
de 1815 fue nombrado gobernador de Salta, y apoyó todo lo que pudo la
marcha del Ejército del Norte hacia el Alto Perú. Fue desplazado
del poder por el coronel Martín Miguel de Güemes, que formó su propio
gobierno. Marchó al Alto Perú y se unió al Ejército del Norte,
hasta la derrota de éste a fines de ese año.
Formó
parte del partido federal dirigido por Manuel Dorrego, y se opuso al
gobierno de Juan Martín de Pueyrredón, al que consideraban despótico. Éste
lo envió al Ejército de los Andes: era una forma cómoda de sacarse de
encima a los militares opositores, que ya había ensayado con Soler, y
fracasado con Dorrego.
Se
unió al Ejército de los Andes el 24 de enero de 1817, cuando el ejército ya
estaba en marcha, integrándose al estado mayor -el coronel Hilarión de la
Quintana llegó de Buenos Aires con pliegos para San Martín, y éste lo invitó a
sumarse a la expedición-.
Luchó
en la batalla de Chacabuco, fue edecán del general José de San
Martín — casado con una sobrina suya — y peleó en Cancha
Rayada y Maipú.
En 1817 fue
director supremo interino de Chile. Durante su breve mandato, proclamó
la Independencia de Chile, hizo oficial su Bandera y acuñó la
primera moneda nacional.
Regresó
en 1819 a Buenos Aires y fue acusado de participar en un complot
contra el gobierno. Fue dado de baja del ejército, de modo que el mismo
Pueyrredón se lo sacó de encima dos veces.
Después
de la batalla de Cepeda, el nuevo gobernador, Manuel de Sarratea, lo
llamó para que se hiciera cargo de la comandancia de armas de la provincia,
cargo en que duró poco.
Participó
del lado de Soler y Dorrego en los hechos de la anarquía del año XX. Dirigió el
asalto a San Nicolás de los Arroyos — donde se habían refugiado los
aliados del caudillo Estanislao
López, Alvear y Carrera — bajo las órdenes de Dorrego.
Tras
la pequeña victoria de Pavón, quedó como jefe de San Nicolás, lo que le
ahorró la derrota y la vergüenza en la batalla de Gamonal.
Participó
en la revolución de octubre de ese año, junto al coronel Manuel Pagola,
por la cual fue arrestado tras su derrota frente al general Martín
Rodríguez y el coronel Juan Manuel de Rosas. Emigró a Montevideo y
regresó al año siguiente, cuando la situación política se estabilizó bajo el
gobierno de Rodríguez.
Fue
pasado a retiro por la reforma militar del ministro Bernardino
Rivadavia y permaneció alejado de la política por varios años.
Volvió
a la actividad para ejercer cargos secundarios bajo la gobernación de Dorrego y
a su caída se retiró definitivamente.
El
general Juan Lavalle lo desterró y a su regreso sólo volvió a
aparecer en público para un apoyo a Rosas en una manifestación.
Murió
pobre en 1843, en un hospital público de Buenos Aires.
Una
calle en el partido bonaerense de Vicente López lleva su
nombre, al igual que otra calle en el barrio Malvín Norte en Montevideo, Uruguay.
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