NICOLÁS DÁVILA
Nació
y murió en Nonogasta, provincia de La Rioja,Argentina 1786-1876.
Era
el segundo hijo de Francisco Brizuela y Doria (apellido reservado a los
primogénitos de la familia). Estudió en su ciudad natal y en Córdoba.
En 1812 colaboró
con su padre en la fabricación de varios de los primeros cañones que fueron a
engrosar la artillería del Ejército del Norte.
Al
año siguiente fue alcalde de primer voto de su ciudad, teniendo serios
encontronazos con el teniente gobernador. En 1814 hizo elegir
teniente gobernador a su padre, y después de la crisis de la revolución de las
familias opositoras Ocampo y Villafañe, dirigió la elección de
su hermano mayor Ramón Brizuela y Doria. Fue nombrado comandante militar
del departamento de Famatina, sede del poder feudal de su familia.
A
principios de 1816, preparó dos escuadrones de milicias para formar parte
de la campaña de José de San Martín a Chile. Al mando de esas
fuerzas fue puesto el teniente coronel Francisco Zelada, quedando Dávila
como segundo jefe.
Partieron
hacia la cordillera a mediados de enero de 1817, simultáneamente con el
avance de las columnas bajo el mando directo de San Martín.
Desde Guandacol cruzaron las altas cumbres y bajaron directamente
sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha. La guarnición escapó
hacia el sur, aunque más tarde sus jefes fueron arrestados.
Regresó
a La Rioja hacia 1818, permaneciendo como jefe de la guarnición
de Famatina.
Como
consecuencia de la revolución que determinó la autonomía de la provincia
de La Rioja y el acceso al poder del general Francisco Ortiz de
Ocampo fue deportado a Catamarca, por suponérselo opuesto al nuevo
gobierno. El gobierno de Ocampo fue sencillamente desastroso.
A
mediados de 1821, La Rioja fue invadida por la división de Francisco
Solano del Corro, quien se había rebelado y separado del Ejército de los
Andes, logrando derrotar al gobernador. La situación fue salvada por el
comandante de Los Llanos, Facundo Quiroga, que llamó a Dávila para
reemplazar a Ocampo como gobernador.
El
gobierno de Dávila fue relativamente ordenado y estable, manteniéndose la paz
interna. Centró todos sus esfuerzos en la explotación de las minas de plata de
Famatina, con las que pensaba reemplazar la moneda acuñada en el Alto
Perúcomo moneda de circulación obligatoria en todo el país.
Dos
años después de iniciado el gobierno, tuvo un conflicto con la legislatura, que
fue defendida por Quiroga. Aprovechó la ausencia de éste en San
Juan para desarmarlo mediante sobornos a sus subordinados. Su plan fracasó
, y entonces hizo algo insólito: trasladó la capital de la provincia a
Famatina, sede del poder de su familia. La legislatura se negó a seguirlo hasta
allí y lo declaró depuesto.
Dávila
ordenó la disolución de la legislatura y nombró comandante de armas de la
provincia a su hermano Miguel Dávila, ascendiéndolo al grado de general.
Tras la rechazar la mediación del coronel Manuel Corvalán, atacó la capital.
Allí lo esperaba Facundo Quiroga, que lo derrotó en la batalla de El
Puesto, del 28 de marzo de 1823. Miguel Dávila murió a manos del mismo
Quiroga.
Nicolás
Dávila huyó a Catamarca, donde apoyó las conspiraciones de los
líderes unitarios Miguel Díaz de la Peña y Manuel Antonio
Gutiérrez, que llevaron a la guerra civil entre Quiroga y Lamadrid
Vivió
algún tiempo en Chile y regresó a su provincia en 1830, con las fuerzas
con que el general Lamadrid invadió La Rioja después de la derrota de Quiroga
en la batalla de Oncativo. La provincia fue recuperada por
los federales a principios de1831, y nuevamente huyó a Chile.
Vivió
muchos años en Bolivia, regresando a La Rioja hacia 1852 bajo la
protección del gobernador Manuel Vicente Bustos. Su
sucesor, Francisco Solano Gómez, le nombró ministro general.
Cuando
estalló la guerra civil que tuvo como protagonista
al Chacho Peñaloza, logró quedar a un lado dedicado al cultivo de la
vid. No volvió a actuar en política.
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