sábado, 4 de julio de 2015

NICOLÁS DÁVILA

NICOLÁS DÁVILA



Nació y murió en Nonogasta, provincia de La Rioja,Argentina 1786-1876.

Era el segundo hijo de Francisco Brizuela y Doria (apellido reservado a los primogénitos de la familia). Estudió en su ciudad natal y en Córdoba.

En 1812 colaboró con su padre en la fabricación de varios de los primeros cañones que fueron a engrosar la artillería del Ejército del Norte.

Al año siguiente fue alcalde de primer voto de su ciudad, teniendo serios encontronazos con el teniente gobernador. En 1814 hizo elegir teniente gobernador a su padre, y después de la crisis de la revolución de las familias opositoras Ocampo y Villafañe, dirigió la elección de su hermano mayor Ramón Brizuela y Doria. Fue nombrado comandante militar del departamento de Famatina, sede del poder feudal de su familia.

A principios de 1816, preparó dos escuadrones de milicias para formar parte de la campaña de José de San Martín a Chile. Al mando de esas fuerzas fue puesto el teniente coronel Francisco Zelada, quedando Dávila como segundo jefe.

Partieron hacia la cordillera a mediados de enero de 1817, simultáneamente con el avance de las columnas bajo el mando directo de San Martín. Desde Guandacol cruzaron las altas cumbres y bajaron directamente sobre Copiapó, ciudad que fue ocupada sin lucha. La guarnición escapó hacia el sur, aunque más tarde sus jefes fueron arrestados.

Regresó a La Rioja hacia 1818, permaneciendo como jefe de la guarnición de Famatina.
Como consecuencia de la revolución que determinó la autonomía de la provincia de La Rioja y el acceso al poder del general Francisco Ortiz de Ocampo fue deportado a Catamarca, por suponérselo opuesto al nuevo gobierno. El gobierno de Ocampo fue sencillamente desastroso.

A mediados de 1821, La Rioja fue invadida por la división de Francisco Solano del Corro, quien se había rebelado y separado del Ejército de los Andes, logrando derrotar al gobernador. La situación fue salvada por el comandante de Los Llanos, Facundo Quiroga, que llamó a Dávila para reemplazar a Ocampo como gobernador.

El gobierno de Dávila fue relativamente ordenado y estable, manteniéndose la paz interna. Centró todos sus esfuerzos en la explotación de las minas de plata de Famatina, con las que pensaba reemplazar la moneda acuñada en el Alto Perúcomo moneda de circulación obligatoria en todo el país.

Dos años después de iniciado el gobierno, tuvo un conflicto con la legislatura, que fue defendida por Quiroga. Aprovechó la ausencia de éste en San Juan para desarmarlo mediante sobornos a sus subordinados. Su plan fracasó , y entonces hizo algo insólito: trasladó la capital de la provincia a Famatina, sede del poder de su familia. La legislatura se negó a seguirlo hasta allí y lo declaró depuesto.

Dávila ordenó la disolución de la legislatura y nombró comandante de armas de la provincia a su hermano Miguel Dávila, ascendiéndolo al grado de general. Tras la rechazar la mediación del coronel Manuel Corvalán, atacó la capital. Allí lo esperaba Facundo Quiroga, que lo derrotó en la batalla de El Puesto, del 28 de marzo de 1823. Miguel Dávila murió a manos del mismo Quiroga.

Nicolás Dávila huyó a Catamarca, donde apoyó las conspiraciones de los líderes unitarios Miguel Díaz de la Peña y Manuel Antonio Gutiérrez, que llevaron a la guerra civil entre Quiroga y Lamadrid

Vivió algún tiempo en Chile y regresó a su provincia en 1830, con las fuerzas con que el general Lamadrid invadió La Rioja después de la derrota de Quiroga en la batalla de Oncativo. La provincia fue recuperada por los federales a principios de1831, y nuevamente huyó a Chile.

Vivió muchos años en Bolivia, regresando a La Rioja hacia 1852 bajo la protección del gobernador Manuel Vicente Bustos. Su sucesor, Francisco Solano Gómez, le nombró ministro general.

Cuando estalló la guerra civil que tuvo como protagonista al Chacho Peñaloza, logró quedar a un lado dedicado al cultivo de la vid. No volvió a actuar en política.



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