miércoles, 19 de agosto de 2015

JORGE A NEWBERY

JORGE A NEWBERY





Nació el 27 de mayo de 1875 en la capital porteña, más precisamente en la calle Florida 251.

Sus padres fueron Dolores Malagarie y Ralph Newbery (Odontólogo de profesión), quienes se habían casado un 26 de julio de 1873 en la Ciudad de Buenos Aires. Ralph Newbery había nacido en New York el 12 de Febrero de 1848 y fué un viajero del Sur Argentino.

SU FORMACION

A la temprana edad de ocho años, viajó a los Estados Unidos de Norte América. Con sus abuelos paternos recorrió las virtudes emblemáticas, turísticas y con otros integrantes de la familia, asistió a encuentros de disciplinas deportivas propias del país del norte.

Egresó de Bachiller en el Colegio Nacional de Buenos Aires a los quince años y comenzó luego su preparación para el futuro Ingeniero. Su padre lo envió nuevamente en 1891 a los Estados Unidos de Norte América para continuar sus estudios. Primero asistió a la Universidad de Cornell y posteriormente ingresó en el Drexel Institute (Filadelfia), donde asistió a las clases de Thomas Alva Edison, inventor por excelencia que desarrolló entre otras una práctica bombilla o foco eléctrico, un sistema generador de electricidad, un aparato para grabar sonidos y un proyector de películas.

FUNCIONARIO PUBLICO

Con el título de Ingeniero Electricista, regresó en el año 1895 a Buenos Aires. Ocupó el cargo de Jefe de la empresa Luz y Tracción del Río de la Plata. El 1896, en ocasión del conflicto limítrofe con Chile, ingresó a la Marina de Guerra, como Ingeniero Electricista de Primera Clase, donde al cabo de dos años fue Sub-Inspector.

El año 1900 lo situó como Director General de Alumbrado de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, cargo que mantendría hasta el fin de su vida. Continuamente buscó novedades en el aprovechamiento energético que incorporar a los procesos de fabricación y a la gestión municipal.

En 1903, el gobierno municipal propuso colocar bajo administración comunal la provisión de energía eléctrica a la ciudad de Buenos Aires lo cual, necesariamente, le hacía entrar en conflicto con las compañías extranjeras que explotaban ese servicio. Newbery rápidamente tomó parte en esa polémica y escribió un largo artículo, publicado en tres partes durante el primer semestre de 1904, en números sucesivos de sus Anales, por la Sociedad Científica Argentina. En ese trabajo, Newbery expone un concepto bien norteamericano, la propiedad pública integra el patrimonio de cada uno de los ciudadanos; la comuna, dice, constituye una "sociedad cooperativa anónima" y cada residente de la ciudad es "un tenedor de títulos". Newbery se manifiesta partidario de la intervención decidida del Estado en materia energética.

Cuatro años más tarde fué nombrado Profesor de Electromecánica de la Escuela Industrial de la Nación. Ni bien se hizo cargo de esa cátedra, Newbery viajó a Sant Louis, Estados Unidos, donde asistió al Congreso Internacional de Electricidad en representación del municipio porteño. Allí, Newbery se reencontró con su antiguo maestro Tomás Edison.

En los trabajos de Newbery publicados por la Sociedad Científica Argentina, se advierte su obsesión por el desarrollo industrial y energético, y por incorporar a la Argentina todos los avances en ese sentido. También se entrevé en esos artículos su formación laica y cientificista.

Hacia 1907, la compañía Auer aplicó el tungsteno, por primera vez, a la producción de una lámpara eléctrica, en reemplazo del filamento de carbón creado por Edison. El tungsteno era entonces desconocido en la Argentina, y fué Newbery quien trajo la noticia de su existencia y uso.

El fenómeno del petróleo lo cautivó y se incorporó al grupo de trabajo que presentó el tema: el petróleo, como ponencia para el Congreso Científico Internacional Americano de Buenos Aires. Así junto a Justino C. Thierry, fue uno de los más compenetrados en el tema.

Pocos meses después, le llegaron informes del descubrimiento de un yacimiento petrolífero en las afueras de Comodoro Rivadavia. Newbery discutió largamente la cuestión con su amigo Justino Thierry, profesor de química en el Colegio Militar y jefe del laboratorio en la Dirección de Alumbrado, comenzó la redacción de un libro sobre la cuestión. En 1910, al reunirse en Buenos Aires el Congreso Científico Internacional Americano, Newbery y Thierry presentaron un libro de casi 300 páginas: El petróleo. Allí hicieron esbozo de las ideas desarrolladas más tarde por otro amigo de Newbery, Enrique Mosconi. Propugnaron la creación, mediante leyes especiales, de reservas estatales en toda zona potencialmente petrolera. El Estado, decían, debía rodear con toda clase de garantías su facultad de explotar hidrocarburos.

EL TANGO

Diversos compositores han dedicado su tiempo a componer piezas musicales con letras que lo evocaron. Así Roberto Firpo: "De pura cepa"; José A. Severino: "Un recuerdo a Newbery", Celedonio Esteban Flores: "Corrientes y Esmeralda", Enrique Cadícamo: "El Aristócrata" y Eduardo Arolas: "Tu sueño" entre otros.

Por ese tiempo, era socio y habitué en los salones del Jockey Club, de Gimnasia y Esgrima y del Club del Progreso. Pronto, ganó una enorme popularidad en todos los niveles sociales.

Frecuentó todos los sitios con el mismo talento, desde el Jockey Club hasta el boliche de Hansen, de la lejana París hasta la esquina de Corrientes y Esmeralda. Desde la calle Florida hasta el Círculo de Armas. Fué el símbolo del galán, del elegante, del duro con los duros y del blando en los momentos de ser blando, seguro frente a la mujer.

EL DEPORTE

Para la época el deporte era algo muy poco usual, no obstante Newbery practicaba los practicaba casi todos. Natación, vuelo mecánico, automovilismo, esgrima, boxeo, boxeo francés, fútbol, vuelo en dirigible, remo, corredor pedestre, aviación, polo, aeroestación, hipismo y rugby.

En el Boxeo como zurdo, incursionó en líneas como el “savate” de origen francés con la particularidad del uso de los puños y los pies. En la lucha greco-romana igualó con el conocido Milo Zavattaro. Se superó a sí mismo, con las marcas registradas por su avión, en cinco días tres veces: Record Sudamericano altura máxima 4400 mts. En florete el 5 de Noviembre de 1905, vence y obtiene el 1er Premio en un certamen organizado por el Jockey Club. También venció en el certamen del año siguiente fente al Campeón de Francia.

LA AEROESTACION

En 1907, conoció la aerostática. El 26 de noviembre, Aarón Anchorena (ya experto, había ascendido en París 11 veces) y Newbery aseguraron que subirían en globo antes de navidad. El 25 de diciembre, en la Sociedad Sportiva, que ya tenía su hipódromo en medio de Palermo, ascendieron con el Pampero. La actividad se convirtió en su pasión.

Al año siguiente, preparó la constitución de un club dedicado a desarrollar la aerostación deportiva, y también el empleo de globos en estudios atmosféricos y meteorológicos (Aero Club). Con el Pampero realizó diez ascensiones. La tragedia ocurrida con éste, en donde perecieran su hermano Eduardo y el Sargento Romero, no lo desanimó. Con la adquisición de un nuevo aeróstato, el Patriota, el Aero Club se revitalizó.

En 1910, llegó al país el piloto francés Henry Brégi. Su visita impulsó a Newbery a la aviación. El 23 de marzo, luego de un gran esfuerzo realizado por muchos de los allegados al Aero Club, se inauguró el aeródromo. Tras un corto período de entrenamiento, obtiene una licencia en el 1er. Aeródromo argentino de Villa Lugano. El 20 de Junio de 1910, obtuvo el título de piloto aviador que por vez primera se concedió en el país.

Con la llegada del piloto italiano Cattaneo a Buenos Aires se produjo un salto cualitativo para la aviación argentina. El piloto sobrevoló Buenos Aires y logró cruzar el río hacia Uruguay. La aviación se convirtió en un fenómeno de masas. Newbery aprovechó la visita de Cattaneo para intentar convencer a los altos mandos militares sobre la conveniencia de incorporar a la aviación en sus proyectos. Según sus palabras, la aeronáutica es "el punto de partida de una revolución mundial vinculada no sólo a la guerra sino que también representa una vasta contribución al estudio de la meteorología y un paso más para resolver el ideal de la facilidad y rapidez en el transporte."

A mediados de 1912, se tomó la decisión política de incorporar al ejército una escuadrilla aérea. Una comisión integrada por Newbery, Teodoro Fels y el coronel Martín Rodríguez fue la encargada de recomendar el avión más adecuado para las armas argentinas. Fue también Newbery uno de los encargados de preparar la Escuela de Aviación Militar.

El 12 de Noviembre de 1913, se designa a los Ingenieros Jorge A. Newbery y Alberto R. Mascías, por decreto, "primeros aviadores militares", y por "los patrióticos y desinteresados servicios que en la organización de la escuela Militar de Aviación han prestado y siguen prestando.."; quedando inscriptos 1° y 2°, respectivamente, en la nómina oficial del personal navegante de la aviación militar.

Convertido en un aviador avezado, en febrero de 1914 Newbery logró el récord mundial de altura alcanzando los 6.225 metros en un vuelo preparativo de su gran objetivo: el viaje transcordillerano. Este proyecto le sería fatal.

El 1º de marzo de 1914, ante un pedido de una dama de verlo volar, pidió el avión de su amigo Teodoro Fels, quien accedió no sin antes indicarle un serio problema que tenía el ala del aeroplano. Jorge Newbery subió a él invitando a Jiménez Lastra a que lo acompañara y comenzó a hacer cabriolas y demostraciones.

A las 18.40 en una riesgosa maniobra, cayó violentamente encontrando la muerte sus ocupantes en la Estancia Los Tamarindos de Mendoza.

La noticia llegó esa noche de corso dominguero a Buenos Aires, provocando la angustia colectiva ante la muerte de un pionero.

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