TORIBIO DE LUZURIAGA
Nació
en Huaraz (Perú), el 15 de Abril de 1782. Era hijo de Don Manuel de Luzuriaga y
de doña María Josefa Mexía de Estrada.
A
los 15 años era secretario particular del gobernador de El Callao.
En
1799, acompañó en su viaje a nuestro país al Virrey don Gabriel de Avilés y
Fierro.
Ingreso
en 1801, como cadete en el Regimiento de Voluntarios de Caballería de Buenos
Aires.
En
1806, siendo edecán del brigadier Jose Ignacio de la Quintana, jefe de
las fuerzas en ausencia del virrey, cayó prisionero de los británicos,
intervino asimismo en defensa de la capital en julio de 1807.
La
revolución de mayo lo encontró con el grado de teniente coronel del Regimiento
de Dragones de Buenos Aires, y en agosto de 1810, se alistó entre los más
decididos para acudir como capitán del Regimiento de Artillería Volante a la
frontera del norte contra la temida invasión realista.
Se
distinguió en la batalla de Yuraicoragua, a las órdenes de Viamonte
y Díaz Vélez, asi como en Oruro y en Chuquisaca. Pueyrredón lo nombró
director de la academia general de oficiales, recién creada con asiento
en Jujuy.
San
Martín organizó una logia secreta que tenía por finalidad trabajar por la
independencia. Don Toribio de Luzuriaga y su hermano Manuel se unieron a la
logia.
En
agosto de1812 el triunvirato lo designó gobernador de Corrientes, desgarrada
por las facciones y víctima de sus desmanes, a los pocos meses,
restablecida la concordia, el gobierno lo llamó para encomendarle la
jefatura del Estado Mayor del Ejército, el 31 de diciembre de 1812 puesto que
desempeñó hasta junio de 1813. En este último año, fue designado jefe del
batallón nº 7 de infantería, con el que marchó a las órdenes del General San
Martín, a la campaña del Alto Perú, pasando luego a desempeñar las funciones de
comandante general de frontera de Salta, al frente de una división del cuerpo
de su mando.
En
1815 fue nombrado Ministro de Guerra y Marina por el Director Supremo, General
Alvear. al entonces ya General Luzuriaga, al Ministerio le ocasionaron
trastornos al ser derrocado Alvear por el Coronel Ignacio Alvarez Thomas.
En
1816, pasó al Ejército de Los Andes, en cuya organización fue inteligente e
infatigable colaborador de San Martín. Desempeñó las funciones de
gobernador Intendente y Comandante General de la Provincia de Cuyo, cargo que
se le encomendó en propiedad al año siguiente y en el que permaneció hasta1820.
Su acción fue moralizadora tanto en la administración del tesoro público como
en materia de enseñanza popular.
Creó
el primer colegio de estudios superiores de la Santísima Trinidad, pronunciando
en su inauguración un importante discurso. Así mismo introdujo reformas
edilicias, mejoró la higiene, sistema de postas, fomentó la industria y
el comercio. Su actuación se cita como modelo en el manejo político de una
región empobrecida por la guerra, y sin embargo, ejemplo de orden y de fecundo
bienestar.
Desde
Mendoza, contribuyó con municiones y caballos a la Campaña Libertadora.
Sin embargo, la conspiración de los hermanos Carrera, la revolución de Mendizábal
y los fermentos de disolución provocados por el motín del batallón nº 1 de
Cazadores lo impulsaron la presentar su renuncia ante el Cabildo de Mendoza, y
a incorporarse al Ejército de Los Andes, determinación que respetó la
institución capitular, diciéndole que “salía de la provincia por la puerta de
la inmortalidad”. San Martín complacido aceptó su ofrecimiento.
Se
embarcó en el puerto de Valparaíso en agosto de 1829 como Comandante del Estado
Mayor del Ejército Unido Libertador. Estableció un cuartel general en
Pisco, y organizó las fuerzas de desembarco. Recibió órdenes del
Comandante en Jefe de pasar a Guayaquil, donde se había proclamado la
independencia, y reclamaban un jefe de graduación para comandar sus fuerzas.
En
la comisión con Tomas Guido, llevaban las instrucciones de conseguir anexar
Guayaquil al Perú. Después lo destinó el Libertador como Presidente del
departamento de Huaylas, en febrero de 1821.
San
Martín lo comisionó al Congreso Nacional que se suponía próximo a reunirse en
Buenos Aires, si bien las circunstancias en que encontró la capital a su
llegada en mayo de 1822, malograron su misión.
El
ulterior renunciamiento de San Martín influyó perjudicialmente sobre Luzuriaga,
que menospreciado por los gobernantes se retiró a la vida privada.
Fundó
un establecimiento de campo en Pergamino, donde escribió sus memorias en 1835,
con la aprobación en Francia del propio General San Martín. Esos apuntes
llevaron por título; Documentos sobre su dimisión del mando de las
Provincias de Cuyo e incidencias con una memoria para su familia. Exposición
documentada de su campaña en Guayaquil acompañada de varias notas, y la hoja de
sus servicios.
En Pergamino,
en el norte de la Provincia de Buenos Aires, vivió apremiado por las
deudas (llegó a vender hasta sus condecoraciones), la mala fortuna personal
(padeció sequías) y sufrió la ingratitud de muchos de los políticos de turno.
Con
su salud quebrantada, sin recursos para subsistir y padeciendo la más
humillante miseria, el 1 de mayo de 1842 se vistió con su uniforme de Gran
Mariscal del Perú y se suicidó con un tiro de pistola.
Bibliografía:
“Vivencias Sanmartinianas en las calles de la ciudad”
Cecilia
Marigliano – Leonor Moral de Meli.
Talleres
gráficos de la Facultad de Filosofía y letras de la U.N.C. Mendoza. Año 2002.
Pág. 141 – 142.
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