GRAL. JOSÉ RUIZ HUIDOBRO
“LUGARTENIENTE
DE FACUNDO QUIROGA”
Nació en
Madrid en 1802, siendo sobrino del teniente general de la Real Armada Pascual
Ruiz Huidobro, gobernador de la Plaza de Montevideo y jefe del Apostadero Naval
del Río de la Plata en la época de las invasiones inglesas. Muy joven se incorporó al ejército
real y en el año 1820 prestaba servicios en calidad de teniente en el famoso
Regimiento Numancia, que mandaba el coronel Tomás de Heres, cuerpo que a fines
de aquel año se plegó a la causa de los patriotas, merced a las hábiles
maquinaciones del general San Martín, que había invadido el Perú y dirigía con
singular acierto su admirable “guerra de zapa”. El teniente Ruiz Huidobro, en el año
1825, pasó a Mendoza, acompañado de su esposa Petrona Godoy y una hija de dos
años, Modesta. Allí se
alojó en casa de su tía política María Josefa Morales de los Ríos, viuda del
general Huidobro, nombrado más arriba, que había fallecido en aquella ciudad el
5 de abril de 1813.
El joven
Ruiz Huidobro, de figura arrogante y maneras distinguidas, cortés y sociable,
gustos de buen vivir y alguna instrucción literaria, posee condiciones amables
que le granjean simpatías generales entre la sociedad mendocina. Se relaciona con la mejor gente de
esta ciudad, concurriendo asiduamente a las reuniones sociales, donde despierta
admiración por su destreza en el baile y afectos sinceros por su carácter
accesible y complaciente. Al
principio resolvió convertirse en actor teatral, instalando una sala de
representaciones en el cuartel de los Olivos, en el cual durante dos años
cosecha muchos aplausos y dinero, logrando alcanzar una holgada posición. Pero con esto no vence el hastío y
resuelve incorporarse de nuevo en el servicio militar. En aquellos días el
coronel José Félix Aldao recibe orden de organizar un regimiento de caballería
denominado “Auxiliares de los Andes”, con el fin de incorporarse a las fuerzas
que prepara el general Juan Facundo Quiroga para combatir al ejército del
general Paz, que se halla en Córdoba; Ruiz Huidobro se incorpora a aquel cuerpo
con el grado de capitán. Por
su comportamiento merece después la siguiente anotación en su foja: “Cumplió
sus deberes con reconocida inteligencia y ejemplar conducta militar”. En esta campaña actuó como
parlamentario de Quiroga con la guarnición de Córdoba, antes de que esta ciudad
se rindiera el 21 de julio de 1829.
Afirma su
vocación militar, convirtiéndose en federal fervoroso y trata de neutralizar la
hostilidad que le demuestra Aldao, ganándose la buena voluntad de
Quiroga. A fines de julio
de aquel año, Ruiz Huidobro colabora en la represión de un tumulto en la Plaza
Nueva de Mendoza. Asiste al
combate del Pilar, el 22 de setiembre de 1829. Ruiz Huidobro contuvo el saqueo de
Mendoza, fusilando salteadores. En
la acción de La Tablada ostenta las presillas de sargento mayor del 4º
escuadrón del regimiento “Auxiliares de los Andes”, y casi inmediatamente
después de aquella sangrienta batalla, Quiroga asciende a comandante al joven
mayor de los Auxiliares.
Al
regresar a Mendoza después de La Tablada es que se produce el movimiento
revolucionario del coronel Moyano; que derrota al gobernador Juan
Corvalán. Aldao marcha
contra los revoltosos y los vence en el Pilar. Moyano es sometido a un consejo de
guerra y es condenado a muerte, correspondiendo a Ruiz Huidobro el triste papel
de mandar la ejecución, el 23 de octubre.
Prisionero
en aquellos momentos inciertos en el Cabildo de Mendoza, Ruiz Huidobro, subleva
a los presos de la cárcel, asalta el convento de San Francisco y rinde a su
defensor, el capitán Luis Infante. Por
otra parte después de la derrota de La Tablada, Quiroga se propone disciplinar
sus tropas, pues se ha convencido que con tropas irregulares no logrará vencer
a su adversario; en aquella fatigosa tarea, el joven Ruiz Huidobro presta
servicios admirables al riojano, afianzando su prestigio de gran
organizador. El Regimiento
“Auxiliares de los Andes” “llegó a un punto de disciplina e instrucción la más
completa. Estaba armado de
sable, carabina y lanza. Vestía
uniforme azul, bocamanga azul sajón, cabos de oro, jefes y oficiales”. Producida la segunda derrota de
Quiroga en Oncativo, el 25 de febrero de 1830, Quiroga se retira a Buenos Aires,
llevando consigo al comandante Huidobro, a quien no sólo dispensa ya su favor,
sino también su confianza e intimidad. Ya
en abril de 1830, Ruiz Huidobro revista como “Coronel en Comisión, Teniente
Coronel, P. M. del Regimiento de Caballería de Auxiliares de la División del
General Quiroga. En el
campamento de Manantiales de Ramallo”.
Quiroga
permanece un año en Buenos Aires; Ruiz Huidobro durante diez meses cumple la
ardua tarea de organizar y disciplinar tropas en los campamentos de Manantiales
y Arroyo de Ramallo, Arroyo Dulce, Areco y Pergamino. En febrero de 1831 aparece como
coronel en el campamento de Pergamino.
En estos
momentos Facundo Quiroga inicia su tercera campaña contra las fuerzas unitarias
que responden al general Paz. Parte
de la provincia de Buenos Aires con escasa fuerza de caballería y lleva como
segundo al coronel Ruiz Huidobro; vuela a la región andina “a redimir a los
pueblos del cautiverio, a protegerlos y no a oprimirlos”. Ruiz Huidobro acompaña a Quiroga en la
toma de Río IV, el 9 de marzo de 1831; en la derrota y muerte del coronel
Pringles, el 18 del mismo mes; en la ocupación de La Rioja, en que el coronel
Brizuela subleva la campaña; en la batalla del Rodeo de Chacón, el 28 de marzo,
en que dispersa la fuerza de Videla Castillo y penetran ambos en Mendoza, que
los recibe en medio de aclamaciones. Después
de esta cadena de triunfos, Quiroga se detiene y comisiona a su favorito, el
coronel Ruiz Huidobro en la obra de “organizar y doctrinar un ejército, tal en
número, disciplina y recursos, que aventaja a sus aliados y al enemigo”. A fines de agosto de 1831, Quiroga
emprende la marcha sobre Tucumán, impaciente por batir a Lamadrid y su
actividad y energía sin tregua, es eficazmente secundada por el antiguo
Teniente de “Numancia”. El
4 de noviembre de aquel año, en los campos de la Ciudadela, Lamadrid sufre una
terrible derrota, siendo el coronel Ruiz Huidobro la figura brillante de la
jornada, al frente de la caballería federal. Por su actuación en la batalla, fue
ascendido a general sobre el campo, recibiendo
además un premio de 10.000 pesos fuertes. El 9 de marzo de 1832, el gobierno de
la provincia de Buenos Aires, le reconocía el grado de Coronel Mayor de sus
ejércitos.
En las
primeras semanas de 1832 Quiroga regresa a Cuyo, a recibir los honores el
triunfo y a preparar la campaña al Desierto, de antemano convenida con Juan
Manuel de Rosas; Ruiz Huidobro pasa a Mendoza a recoger las palmas de la
victoria. Aparece de
regreso de sus triunfos, por las calles de Mendoza, a caballo al frente de sus
tropas, rodeado de numeroso estado mayor, alta talla, marcial apostura y
maneras cultas. Evidentemente,
es un oficial a la europea, como se decía entonces.
Inmediatamente
Quiroga se pone en plena actividad para alistar las fuerzas que concurrirían a
la expedición al Desierto y nombra al general Ruiz Huidobro jefe de las mismas;
el Regimiento “Auxiliares de los Andes” participará de ella al que se le
incorporará un contingente de 500 cordobeses, que manda Francisco
Reynafé. La columna parte
el 14 de marzo de 1833, rumbo al Sud, y toma el nombre de División del Centro;
el día 16 tiene lugar un duro encuentro con la indiada de Yanquetruz; Huidobro
destaca condiciones excepcionales para el mando en jefe en aquel encuentro, que
dura seis horas y donde los salvajes cargan con violencia inusitada, terminando
la batalla con la fuga de las legiones de Yanquetruz.
La
División del Centro prosigue su
marcha, pero son tales las dificultades que encuentra para subsistir,
especialmente por la falta de agua, que no obstante su victoria en Las
Acollaradas del 16, se ve obligada a detenerse, pues en un punto llamado Soben, los
indios les arrebatan 1.300 cabezas vacunas para alimento de la División. El jefe de estado mayor de ésta,
coronel Juan Andrés Seguí, es destacado por Ruiz Huidobro, para informar a
Quiroga, que se halla en San Juan, de estas dificultades insalvables. Quiroga ordenó el retroceso. El coronel Seguí regresa rápidamente a
Trapal, donde se encuentra la División y trasmite a su jefe la orden del Tigre
de los Llanos, de ir a acantonarse en la plaza de Río IV. Desde este punto, Ruiz Huidobro
alimenta un plan subversivo contra el gobernador Reynafé, de Córdoba,
movimiento que fracasa, encabezado por el comandante Juan Esteban del Castillo,
el 30 de junio de 1833. En
previsión del fracaso del movimiento, Ruiz Huidobro reinicia días antes su
marcha de nuevo al Sur, sobre el Desierto; el 27 de junio está en Huinca
Renancó, donde el mismo día se produce un nuevo combate contra los
indios. Quiroga, finalmente
interrumpe el avance de la División, ordenando a Ruiz Huidobro, devuelva el
contingente de Córdoba y él, con los “Auxiliares”, se mantenga en aptitud de
esperar órdenes del gobierno de Buenos Aires. El 28 de noviembre, Quiroga parte a
Buenos Aires a la cabeza del regimiento “Auxiliares de los Andes”. El 15 de setiembre había entregado
Ruiz Huidobro el regimiento de referencia, en San Luis, al coronel Barcala,
partiendo él para Buenos Aires, para solicitar al gobierno el juzgamiento de su
conducta, delatada por el gobernador Reynafé, como dirigente de la fracasada
intentona. El consejo de
guerra formado para fallar la causa, le condena a un arresto, pero seis meses
después se manda sobreseer el proceso, declarándose que el coronel mayor José
Ruiz Huidobro “no ha desmerecido el concepto a que se ha hecho acreedor en el
ejército y con las provincias de la República, por su conducta militar y civil,
sin que la presente causa deje la menor nota en su honor y buen nombre”. Ruiz Huidobro publica después un
folleto redactado por el Dr. José Barros, explicando su actitud; esta
exposición, hábilmente redactada, encierra las excusas del fracaso, pero no es
una vindicación de su conducta. El
2 de enero fue dado de 1834 fue dado de alta en la Plana Mayor Activa del
Ejército de la Provincia de Buenos Aires como coronel mayor, y desde julio de
1835 revista “En comisión del Gobierno en las provincias de Cuyo”.
Desde
este momento, el general Ruiz Huidobro se retira a la vida privada y no
obstante gozar aún de la privanza de Quiroga, no desempeña funciones públicas y
durante muchos meses ni siquiera figura en las listas de revista. Después del asesinato de Facundo
Quiroga, en mayo de 1835, Rosas lo envía en comisión a las provincias de Cuyo,
regresando a Buenos Aires a comienzos de 1836. En las listas de revista de enero de
1837, Ruiz Huidobro figura como dado de baja el 22 de diciembre anterior, por
orden superior. El 29 de
mayo de 1839 fue nuevamente reincorporado. Cuando la ciudad de Buenos Aires fue
amenazada por la invasión de Lavalle en 1840, en el plan de defensa que se
preparó, Ruiz Huidobro
mandaba la tercera Sección, Sur del mismo, con la fuerza que defendía a la
misma.
Fallece
en Buenos Aires, el 30 de enero de 1842, siendo enterrado en la bóveda del
general Juan Facundo Quiroga en el Cementerio de la Recoleta.
Fuente
Efemérides
– Patricios de Vuelta de Obligado.
Portal
www.revisionistas.com.ar
Yaben,
Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas –Buenos Aires (1939)
Se permite la reproducción
citando la fuente: www.revisionistas.com.ar
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