JUAN EUSEBIO BALBOA
Natural del Departamento de
Belén, en la provincia de Catamarca. Prestó servicios militares en la
agitada época que le correspondió vivir desde su juventud y en junio de 1831 se
le encuentra luchando junto con Figueroa, contra Albarracín; y cuando el 2 de
enero de 1841 fue reelecto gobernador de aquella Provincia José Cubas, el ya
coronel Balboa, que era el caudillo de Belén, se declaró en abierta rebelión
contra aquel.
El 31 de marzo del mismo año la
ciudad de Catamarca fue tomada por el coronel Mariano Maza al frente de 1.500
hombres, el cual salió después en persecución de los unitarios, a los que
dispersó. Regresó luego a aquella Capital, con el objeto de esperar al
coronel Balboa, quien a marchas forzadas iba hacia aquella ciudad con una
división de los departamentos del Oeste. Llegado aquél, el 10 de abril
fue puesto en posesión del mando gubernativo por el coronel Maza, el cual se
retiró hacia Córdoba con todas las tropas que no eran catamarqueñas.
Al conocer Balboa la aproximación
de Lamadrid sobre Catamarca resolvió salir a campaña para reunir esfuerzos,
delegando el mando en el coronel Santos Nieva y Castilla, caudillo federal de
Andalgalá. El 19 de junio de 1841 el general Lamadrid entraba en
Catamarca obligando a Nieva a huir de aquella ciudad. Al día siguiente
fue repuesto Cubas en el mando.
Posteriormente, vencido Lavalle
en Famaillá, el general Oribe destacó desde Tucumán al batallón de infantería
denominado “Libertad”, fuerte de 500 hombres, al mando del coronel Maza, para
que se pusiera a las órdenes del coronel Balboa que con fuertes divisiones de
caballería de los departamentos tenía medio sitiado al gobernador Cubas, dueño
solamente de los de la Capital, Valle Viejo, Piedra Blanca y Ambato.
Reunidos Balboa y Maza a media tarde del 28 de octubre de 1841 en la Merced de
Paclín, llevando el primero 300 jinetes procedentes de la Sierra, Capayán y
Pomán, conducidos por sus comandantes Facundo y Benigno Segura (fusilados el 6
de mayo de 1845 por su correligionario Santos Nieva y Castilla), Serapio
Herrera, Mauricio Guzmán y Santiago Renterías. El coronel Balboa tomó el
mando de todas aquellas fuerzas en su carácter de gobernador de Catamarca y
marchó sobre la capital después de dar orden que una columna de caballería a
las órdenes de los hermanos Segura traspusiera la sierrita de Gracián por la
cuesta del Cura y pasara a cuchillo a la guardia unitaria establecida en Piedra
Blanca, lo cual se realizó cumplidamente.
Una partida de Cubas sintió la
aproximación de los federales a distancia de legua y media de la ciudad, a eso
de las tres de la mañana del día 29. El jefe de la plaza, coronel Pascual
Bailón Espeche, se alistó para la defensa tomando las disposiciones
convenientes, disponiendo de 400 jinetes y 213 infantes, contando con las grandes
guardias establecidas en el Valle Viejo y Piedra Blanca.
Las fuerzas unitarias se
replegaron al Cabildo, dejando en la Chacarita 209 hombres al mando del
comandante Delgadino, los cuales fueron exterminados y dispersados en las
primeras luces de la aurora.
Balboa en el paso de Las Beatas,
al amanecer dispuso la columna de ataque que debía entrar por la calle
República, flanqueada en las calles San Martín y Esquiú por gruesas divisiones
de caballería mandadas respectivamente por los coroneles Santos Nieva y Castilla
y por Facundo Segura, de regreso ya de su misión en Piedra Blanca.
Iniciaban el paso del río del
Valle las columnas federales cuando fueron hostilizadas por las guerrillas
unitarias que hacían fuego en retirada. El combate se formalizó en la
esquina República y Salta, a una cuadra del Cabildo, mientras las columnas
flanqueadoras de caballería abrían sus fuegos desde las esquinas Rivadavia y
San Martín, Rivadavia y Esquiú, Sarmiento y República. A las seis y media
de la mañana los fuegos del Cabildo fueron apagados, iniciándose inmediatamente
la matanza de los unitarios civiles y militares que podían ser capturados
Después de la ejecución de Cubas,
Balboa asumió interinamente el mando de la provincia hasta que fue ésta
pacificada, siendo entonces elegido el coronel Santos Nieva y Castilla hasta el
13 de diciembre de 1842 en que terminaba el período de Cubas. El coronel
Balboa en el mes de julio de este último año contribuyó a la derrota de los
unitarios que habían invadido desde Chile y Antofagasta, a las órdenes de los
coroneles Peñaloza, Sardina y Florentino Santos de León.
El 1º de diciembre de 1845 se
sublevó contra el gobernador Nieva y Castilla con fuerzas del Oeste, y unido al
coronel Mauricio Guzmán con tropas de Ancaste, cayeron sobre Catamarca y se
apoderaron de la ciudad sin resistencia. Balboa convocó a elecciones y
fue elegido gobernador Manuel Navarro. La Legislatura concedió al coronel
Balboa una medalla de oro con el lema: “La provincia al ilustre federal y
defensor del orden” (7 de enero de 1846).
El ya general Balboa, al frente
de 600 infantes y jinetes, salió de Catamarca en junio de 1852 para reponer en
el gobierno de Tucumán al general Celedonio Gutiérrez, el que fue repuesto en
el mando. El 11 de junio de 1854 el mismo general Balboa ordenó al propio
Gutiérrez desocupara la provincia por disposición del gobernador Sinforiano
Lascano. El general Balboa falleció en 1857, en Belén, habiendo servido a
su provincia desde 1821. Su padre, siendo comandante de Belén, murió
defendiendo la causa federal en la época de Juan Manuel de Rosas.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta
de Obligado.
Portal www.revisionistas.com.ar
Yaben, Jacinto R. – Biografías
argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
Se permite la reproducción
citando la fuente: www.revisionistas.com.ar
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